DONACIÓN AMOROSA

 

DONACIÓN AMOROSA

 

GRACIAS

GRACIASSSS...Por todo vuestro amoroso apoyo tanto presencial como financiero, los que han podido, a través de tantos años. Porque ayuda el que dona dinero...pero ayuda inconmensurablemente quien expande su amor y su Presencia en el Infinito Campo de Conciencia en el que estamos entrelazados♥

Buscar este blog

viernes, 19 de mayo de 2023

El habla correcta o compasiva

 



Las palabras son poderosas.

Nuestras palabras dan forma a nuestra mente, allanando el camino hacia la libertad o cimentando patrones habituales de sufrimiento.

Nuestra concientización del habla incluye tanto las palabras que nos dirigimos a nosotros mismos (quizás con una falta de amabilidad que nunca usaríamos con otros) como las palabras que escribimos en mensajes de texto, correos electrónicos y redes sociales.

Aunque mucho se habla del habla correcta, prefiero llamarla habla compasiva…porque ¿Qué es correcto o incorrecto? En cambio podemos diferenciar lo que resuena compasivo de lo que no resuena así.

Parte del habla compasiva, del bien-decir (bendecir) es abstenerse de mentir, de hablar divisivamente, abusivamente y de la charla ociosa. Las cinco pautas para EL “Bien hablar” son: ¿Es oportuno, verdadero, amable, beneficioso y dicho con buena voluntad?  Más allá de asegurarnos de que lo que decimos sea verdadero y beneficioso, aún debemos esperar, por compasión, el momento adecuado para decirlo.

El compromiso con la veracidad es inquebrantable. Las falsedades erosionan la confianza, que es un pilar de cualquier relación.

Uno de los peligros de decir una pequeña mentira deliberada es que es una pendiente resbaladiza hacia un comportamiento poco ético adicional, o sea que cada vez que mentimos, le damos menos importancia a ese desliz y seguimos y seguimos mintiendo. Lo peligroso es que nuestras acciones cotidianas cambian nuestra conciencia y esta deja de ser una brújula más o menos confiable.

Siempre se nos ha guiado a “no decir allí lo que uno ha oído aquí” y “a no separar a la gente”. El habla calumniosa y divisiva se basa en el odio, la frustración, el rencor, la envidia y la mala voluntad, enredada con el resentimiento y la intención de lastimar a otro y ganar respeto y apoyo para nosotros mismos. 

Más allá de evitar el discurso divisivo, ese que causa división, se no insta a crear, con nuestras palabras, armonía social. Nuestra habla debe reconciliar a los que se han separado y cimentar a los que están unidos. Debemos deleitarnos en la concordia.

Hablar con ira, con sarcasmo mezquino o con la intención de reprender, degradar, insultar o causar dolor tiene como raíz la aversión. A menudo es impulsivo y, por lo tanto, tiene un peso más ligero que la calumnia, pero al fin, hay que abandonarlo. El antídoto para este tipo de habla es la paciencia.

En su ‘Introducción a la Ética Budista’ (2000), Peter Harvey comenta que uno podría sentir placer en hablar maliciosamente ya que puede percibirse como ganarse la simpatía de un grupo al compartir información negativa de otra persona o grupo. “En lugar de participar en el habla divisiva, se recomienda hacer lo contrario: hablar de los puntos positivos de la gente. Así, el Upasaka-sila Sutra dice ‘dé a conocer las buenas acciones de otros y encubra sus errores. Nunca divulgue aquello de lo que otros se avergüenzan’. Por supuesto, a veces hay que informar a la gente de los errores de otros, pero debería hacerse de forma moderada y sólo en la medida que sea necesaria para la protección de los demás.”

Donde hablar sabiamente es imposible, nuestro objetivo es causar el menor daño. Cultivando lo sano, “pronunciar palabras que sean relajantes para el oído, cariñosas, que lleguen al corazón, simpáticas y agradables para la gente”.

Cualquier conversación innecesaria es charla ociosa. Aunque socialmente a veces podemos entrar en este tipo de charla…nos corresponde ser conscientes de …

¿Nos apresuramos a llenar un silencio incómodo? 

¿Nos entregamos al drama, enfadándonos? 

Tales comportamientos amenazan con adormecer nuestra sensibilidad espiritual. 

Por otro lado... lo que vamos a decir “¿es amable?" Si bien pronunciar palabras amables es un gran comienzo, un entrenamiento más holístico es imbuir nuestra mente-corazón con bondad amorosa. 

Incluso después de cumplir con todo lo demás, aún debemos esperar el momento adecuado para hablar, especialmente si nuestras palabras son difíciles para quien va a oírnos. Por ejemplo, es posible que necesitemos tener una conversación seria con un amigo sobre nuestra relación. Lo que tenemos la intención de decir es factual, probablemente para aumentar la armonía, amable y beneficioso, y lo diremos con buena voluntad. Pero si nuestro amigo está enfermo o en cualquier otra situación difícil, no es el momento adecuado para cargarlo, independientemente de nuestro deseo de soltar en palabras lo que sentimos.

Aunque uno tenga claros los valores de honestidad y amabilidad en los que se nos anima que basemos nuestras conversaciones, sigue sin ser tan sencillo decidir cuándo decimos algo y cuándo nos lo callamos. De todos los autobuses de pensamientos que hacen parada en mi mente y después van a la boca, ¿a cuáles me subo?

A veces es mejor permanecer en silencio. 

Pero también se puede mentir por omisión al no hablar. El silencio no siempre es sabio, especialmente frente a la injusticia.

El habla es un espejo profundo que sostenemos. 

Y una reflexión sobre cómo hablamos nos da por reflejo si así querríamos que nos hablaran y si en verdad así queremos seguir hablando para envolver todos los personajes de esta vida dual en amor compasivo.

 

Gracias. Gracias. Gracias

 

2 comentarios:

  1. Valiosa reflexión!!!!! Infinitas GRACIASSS Amada Tahita!!!!

    ResponderEliminar
  2. No te das idea Tahita lo valioso que es en este justo momento este mensaje, pasando por situaciones de mis seres queridos y no sabiendo si callar o hablar, no sabiendo como, ni cuando hacerlo, amada Tahita, gracias,tengo que hacerme responsable de todo lo que he aprendido y aplicar esta habla compasiva ante cada uno y en el momento oportuno, paciencia, gracias, gracias,son sabias tus palabras, te amo mucho Tahita!!!

    ResponderEliminar