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GRACIASSSS...Por todo vuestro amoroso apoyo tanto presencial como financiero, los que han podido, a través de tantos años. Porque ayuda el que dona dinero...pero ayuda inconmensurablemente quien expande su amor y su Presencia en el Infinito Campo de Conciencia en el que estamos entrelazados♥

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lunes, 30 de diciembre de 2019

ÁNGELES DE LA NAVIDAD PRESENTE

 

Ayer cuando  salí por mis provisiones vi al ángel de cada quien muy atareado.

En la puerta de mercado me encontré con  el hermoso ser que vende sahumerios que no encienden y agujas que para enhebrarlas tienes que hacer un curso.

Casi todos los que les compramos los sahumerios, salvo que sean turistas, sabemos que no encienden…pero el sahumerio representa la dignidad de no mendigar, por lo tanto, los seguimos llevando a casa. Muchos ángeles hacen lo mismo…sí.

También me encontré con Puky…y con Luigi.  Puky es una perra callejera .aunque conocí a los humanos, que se marcharon dejándola…ella vive en la calle  techada de Capilla, y como la han operado de muy pequeña es redonda, negra y totalmente amorosa. No es raro encontrarla echada en las puertas de los negocios de los ángeles que la alimentan y aman, y tienes que hacer piruetas para no pisarla. Luigi es un enorme y bello perro, también callejero, que tenía una enfermedad venérea, a la que otros ángeles de los comercios de Capilla del Monte trataron con costosos medicamentos y aislaron y cuidaron mucho tiempo hasta que se repuso.

En ellos veo…EL ANGEL DE LA NAVIDAD PRESENTE…

Beatriz ha vendido pan amasado por sus manos desde  hace muchísimos años para  sostener a sus hijos, sola y con una frase amable y una sonrisa, SIEMPRE… cuando hace 40 grados de calor y el sol la quema o cuando 10 grados bajo cero  la taladran…ya ven qué larga lista de ángeles y más ángeles.

Ángeles abuelos de cuidan de su nieta  en silla de ruedas después de la partida prematura de su madre…ángeles que crían a los hijos de sus parejas con amor, por descuido de otros ángeles “mamás”…ángeles que extienden la mano para que le des una moneda…ángeles que recogen nuestros residuos cada día…ángeles  que duermen el sueño humano de  ponernos en aprietos para darnos la enseñanza que necesitamos. En nuestros hogares, especialmente.

No es necesario pensar en “los fantasmas de las Navidades pasadas”…solo hay que ver  EL ANGEL…EN EL OTRO, y no solo en la  Navidad. Ésta vez tenemos que ser capaces de extender éste tiempo en el que casi todos se sienten y comportan diferentes, estando presentes.

Recuerden…EL MEJOR REGALO QUE PODEMOS DARNOS Y DAR AL OTRO…

ES…P R E S E N C I A

Eso implica mucho…es algo que algunos  dejaron olvidada en los celulares, internet, las prisas, la inconsciencia, el estar preocupados por el futuro o lastimados por el pasado.  

Hace tiempo que la Navidad es para mí solo una ilusión creada por miedo al vacío de creencias, pero acepto ver esa ilusión aunque no participe y …

Elijo ver…EL ANGEL DE LA NAVIDAD PRESENTE

Cada uno puede estar consciente de su veta originaria espiritual y  caminar el resto del camino en esa PRESENCIA que tanto cambiaría su vida  y la de  TODOS.

 

FELÍZ VIDA  EN  P R E S E N C I A!!!

Gracias.Gracias.Gracias

 

Tahíta

Solsticios y Juegos

Ayer, dentro del espacio-tiempo que la mente crea, se produjo otro solsticio… de invierno en el hemisferio sur, de verano en el hemisferio norte. Y claro, surgen en los sitios llamados esotéricos o espirituales un sinnúmero de consejos, “deberías” y rituales que nos aferran a multitud de ilusiones que por supuesto son aceptadas y observadas. Eso es todo.

Y es que estamos desaprendiendo viejas formas de juicio, y volviendo a aprender a movernos en otros niveles de aceptación y amor abundante.

Me he encontrado como en un “deja vu” queriendo escribir sobre nuestra necesidad de equilibrio, ya que los solsticios siempre marcan el perfecto equilibrio de la naturaleza, y sobre cómo comenzar a guardarnos si enfrentamos el solsticio de invierno y cómo echar alas y expandiros, si tenemos a la puerta el verano. Pero todo está demasiado redicho y trillado y es como que cansa tener que seguir protocolos y rutas conocidas hasta el cansancio.

Por lo que he optado por reflexionar acerca de eso justamente…de cómo nos establecemos tiempos para meternos dentro o salir o hacer una ceremonia, etc. ¿para qué? …con lo hermoso que es levantarnos y hacer caso omiso de los calendarios, cuando podemos, claro, y lazarnos a la vida haciendo lo que sentimos.

Y allí está clave de todo…porque si sentimos realmente en profundidad, nos meteremos dentro cuando el toque sutil de la naturaleza invernal nos invite a ello…y nos zambulliremos en otro tipo de actividades expansivas cuando el verano nos caliente la sangre y percibamos ese expandirse de todo a nuestro alrededor.

Y es que nos olvidamos que trascendiendo esta dualidad en la que amorosamente soñamos el sueño humano, somos Unidad, un espacio compartido que es imposible ignorar, por lo que todo lo que creemos externo, al ser uno en la mente Divina, nos mensajeará adecuadamente para que nos abramos o nos guardemos y simplemente estemos presentes ante cuanto surja, abrazando la vida que nos vive…sin necesidad de programar nada especial, equilibrarnos más, cuidarnos del cambio de luna o del humor que nos despierta tal o cual cosa.

No tenemos que hacer nada, salvo estar conscientes y sintentes y ser el Amor que eternamente somos, cuando nos dejamos llevar por el flujo del espíritu y aun jugando el juego individual, compartimos el espacio en que todas las ceremonias, tiempos, estaciones y giros tienen lugar, sabiéndonos esa consciencia infinita que juega, pero sabe que el juego no tiene importancia porque…

SOLO EL AMOR ES REAL.

 

Gracias. Gracias. Gracias

 

Tahíta

 

Recayendo en la dualidad

Es común que después de una apertura espiritual de algún tipo nos volvamos una y otra vez a sentir atrapados en el medio de la Verdad y la ilusión, y nos movamos entre lo viejo y lo nuevo.

Cuando hemos experimentado una apertura o incluso un despertar espiritual, y sabemos , en el sentido más profundo, que el ser falso es un producto de la mente condicionada y nada más, todavía volvemos a él una y otra vez.

A menudo, cuando pensamos que lo hemos resuelto todo y soltamos un suspiro de alivio, creyendo que hemos llegado a una meseta segura y firme en nuestra evolución,  de repente somos arrastrados de nuevo.

Después de tomar cierta conciencia y haber vislumbrado la Realidad tal como es, el retroceso ocurre cuando nos resistimos con todas nuestras fuerzas, espiritualmente hablando.

Y retroceder, o volver a lo viejo, una y otra vez puede ser un proceso difícil de atravesar, pero mucho más fácil cuando tenemos cierta conciencia de lo que está sucediendo.

Esto es algo que sé que muchas personas están experimentando y el ego puede ser muy engañoso y manipulador en sus formas de proyectar dudas e incluso culparnos a nosotros mismos.

Muchos piensan que están haciendo algo mal, o que no lo están haciendo bien (sea cual sea la práctica espiritual que hagan), así que podemos arrojar algo de luz sobre lo que está sucediendo.

El ego es una ficción creada en la mente y por la mente.

Los pensamientos y las creencias acerca quienes somos, basadas en cómo nos vemos, están lejos de la Verdad, son meras ideas de quiénes creemos que somos, versiones conceptualizadas de quién y qué nos imaginamos que somos, imágenes que tenemos de nosotros mismos.

Es por eso que el camino incluye tiempos de purga o limpiezas de lo viejo que casi se vuelven insoportables.

El ego no se rendirá fácilmente. Continuará recreándose a sí mismo y la Vida misma nos purificará de lo falso, y esto es cuando nos sentimos sacudidos de un lado a otro entre lo viejo y lo nuevo, entre el ego y el espíritu.

Este proceso puede ser muy duro a veces y podemos vivirlo en una gran agonía y agitación mental, emocional.

Y así seguiremos de un sistema de creencias a otro hasta que un día nos demos cuenta de que todas las creencias y pensamientos son falsos.

Nada de la mente es verdadero, las creencias no son más que ideas y opiniones y son fugaces, cambian todo el tiempo, pero el problema es que nosotros (como humanos) las consideramos verdaderas, y eso crea un conflicto con lo que es.

Siempre hay un conflicto: la creencia de que la vida no debería ser como es, o debería haber sido diferente o debería verse mejor mañana, ¡y todas son mentiras creadapor la mente!

La vida es como es , y no importa qué opiniones o deseos tengamos, cederá para cumplir con nuestras expectativas.

La rendición espiritual ocurre cuando hemos llegado al punto en que con humildad, aceptamos totalmente que realmente no sabemos nada, cuando finalmente entendemos que la Verdad está más allá de nuestros pensamientos y creencias y que no hay forma de que podamos sondear mentalmente eso.

En el camino, seremos despojados de todo lo que pensamos sobre la vida y sobre nosotros mismos y todo lo que no somos  pasará por un proceso de demolición llamado muerte del ego. Lo falso morirá. El ego no muere, porque le necesitamos, pero lo purgamos una y otra vez, lo pasamos por un cedazo cada vez más fino para seguir expandiendo la consciencia del ser.

Cuando esto sucede, fluimos dentro y fuera de la alineación por varias razones, pero la razón principal es que al ego no le gusta no saber , y eso es necesario para continuar en el camino hacia la liberación. Aprendemos, de paso a entrar en el no-saber de todo corazón.

Ahí es donde ocurre el conflicto, entre la necesidad de controlar el ego y la necesidad de dejar el control por completo.

Tenemos que darnos cuenta de que no sabemos nada sobre nada, y rendirnos a la vida que realmente está en control, y siempre lo ha estado.

El ego entrará en pánico, hará todo lo posible para recuperar el control, nos engañará haciéndonos pensar que si simplemente reorganizamos nuestro sistema de pensamiento nos sentiremos mejor, si simplemente cambiamos nuestras creencias por otras, estaremos mejor, pero eso es todo un juego engañoso de la mente.

No importa cuánto tratemos de controlar o mentalizar, enfocar nuestros pensamientos y todo eso, lo único que hacemos es tener siempre la mente ocupada, lo que nos aleja del momento presente.

La mente siempre estará en oposición a "lo que es".

Todos estos intentos de control eventualmente terminarán en algún tipo de falla (no es que haya fallas reales en la vida, pero sí en apariencia), y la búsqueda de soluciones continuará hasta que ocurra la verdadera entrega y eso a menudo sucede cuando sentimos derrotados totalmente  y no aguantamos más.

Cuando estamos espiritualmente de rodillas , levantamos la bandera de la rendición, absolutamente exhaustos por nuestros propios intentos de convertir la vida en lo que queremos que sea.

Lo que sucede cuando se produce una verdadera rendición no es lo que la mayoría de la gente espera o piensa. No hay tristeza profunda ni todo tipo de cosas negativas. Se siente liberación, alivio y amor.

Todos los caminos espirituales apuntan a la misma verdad y eso es rendirse, pero no importa cuánto lo sepamos conceptualmente, seguiremos retomando el control una y otra vez hasta  al fín detenernos. Un día paramos de  dejar el control y recuperarlo. Es entonces cuando la vida realmente comienza a tomar forma, y ​​puede tomar una dirección completamente diferente de lo que podríamos haber imaginado.

Pero antes de que eso suceda, volveremos a la dualidad, incluso sabiendo que somos Uno con la vida misma.

Lo sabemos porque lo hemos probado. Sabemos, porque lo hemos experimentado, lo hemos visto, lo hemos vivido. Pero aun así, volvemos a la dualidad  muchas veces, viviendo desde un yo que se siente  separado del todo, de la Unidad.

Y es doloroso saber la verdad, pero aun así experimentar que la mente retome el control, especialmente en los momentos en que estamos de pie en la Luz de nuestro propio Ser.

Ahí es cuando la resistencia del ego realmente se activará.

El ego te hará pensar que hay problemas. Te hará preocuparte, sentir miedo, resentimiento porque tus esperanzas y sueños aún no se han hecho realidad, y así sucesivamente.

Habrá depresión, tristeza absoluta, desesperanza.

No es para los débiles embarcarse a consciencia en el camino espiritual.

Si no estás dispuesto a dejar sin fuerzas al ego, date la vuelta y ve en la otra dirección.

El ego sabe exactamente dónde engancharnos emocionalmente, y conoce nuestros miedos y preocupaciones más profundas, y los desencadenará, créeme.

Cuando la tentación no funciona, irá por nuestros miedos y los hará más grandes y atemorizantes que nunca.

Sin embargo, comenzamos a ser cada vez más conscientes de cómo juega sus juegos.

Comenzamos a notar cómo desaparecen los problemas en el momento en que entramos en la paz, y la paz se convierte en nuestro objetivo número uno.

Todos los demás objetivos se caerán naturalmente. No significarán nada. Solo la paz y la verdad serán importantes.

Nos damos cuenta de que solo la mente crea problemas, mientras que en realidad no hay ningún problema.

Hay un núcleo interno que no se ve afectado por ninguno de los dramas que están sucediendo, y cuanto más nos damos cuenta de eso, cuanto más nos adherimos a él, más descubrimos nuestra propia naturaleza verdadera.

Cuando el alivio llega al dejar ir, o rendirse a lo que es, entonces los pensamientos distorsionados acerca de ser cautivos de alguna fuerza invisible también desaparecen. No hay fuerza que nos mantenga cautivos, todo es mental. Una de tantas historias de la mente.

La conciencia proviene de cuestionar e investigar nuestros pensamientos y creencias, pero no para reemplazarlos por otros nuevos.

Renuncia a ellos por completo, libérate de la mente.

Hasta que honestamente y con sincero deseo solo queramos saber qué es Verdadero, sentiremos que estamos atrapados entre nuestros miedos y antojos, nuestros deseos de que la vida sea diferente.

Seguiremos fluyendo entre el ego y el espíritu hasta que finalmente nos rindamos.

Necesitamos vaciar nuestra taza por completo.

No siempre es fácil, pero cuanto más nos rendimos y vivimos momento a momento, nos abrimos para descubrir lo que ya está presente.

Una cosa para recordar es que el flujo de ida y vuelta entre lo viejo y lo nuevo proviene del flujo de ida y vuelta en el tiempo (en realidad, el tiempo no existe); ya sea que pensemos en el pasado o en el futuro, preocupándonos o deseando, aferrándonos, resintiéndonos, no aceptando.

Solo el ego hace eso; mientras el espíritu vive en el Ahora, así que volviendo a este momento, encontraremos paz, porque ya está aquí.

El único control que tenemos en la vida es nuestra actitud hacia ella.

Realmente nunca sabemos qué hay a la vuelta de la esquina, así que simplemente dejemos ir las creencias.

"Ahora mismo estoy caminando aquí", "ahora mismo estoy viendo esto", "ahora mismo estoy lavando los platos", "ahora mismo estoy leyendo este libro", y así sucesivamente. Sin explicaciones, solo una declaración clara de que esto es lo que estás haciendo en este momento en particular, que es toda tu vida.

Momento a momento, rendirse a la Vida y no saber es lo que nos lleva a la liberación de lo que no es real.

 

Cuando hacemos esto, es sorprendente cómo la voz del ego se desmorona por sí sola, simplemente se desvanece, porque cuanto menos atención le prestamos, menos ruido hace.

Recuerda, la mente se crea a sí misma, pero no somos la pequeña mente individual.

Somos el observador de todo. La consciencia infinita.

 

Así es!!!

Tahíta

.

 

La hierba crece Sola...o sobre cómo relajar el ego

Abandonar la tensión del cuerpo-mente, distender el pensar, soltarse en el ahora, es relajar el ego, relajar el personaje y permitirnos ser el trasfondo, lo que somos al dejar el escenario y quitarnos las máscaras a veces necesarias.

Es fácil al leer sobre la relajación del Ego encontrar algo como “no ser nada, no hacer nada, no obtener nada, convertirse en nada, no buscar nada, no renunciar a nada. O un…”Sé como eres: descansa en Diosy al final confundirlo con ser pasivo, no responder a nuestras responsabilidades en el trabajo, la familia, las finanzas, la salud y los asuntos de la vida diaria.

La relajación del ego no es una estrategia de evitación, o sea evadirnos de lo que necesariamente hay que hacer, ni un colapsar de todo. Es simplemente una invitación para el "yo" que se siente separado, inseguro y asustado, a que renuncie a su papel de “director de vida”, al menos por un tiempo.

 Antes de que podamos relajar el ego, primero tenemos que percibir que ese "yo" familiar no es un yo real. Más bien, es una red de mecanismos de adaptación, defensas, creencias y estrategias que formadas antes de nuestros 5 años de edad, y que  consideramos "yo". Este "pequeño yo" piensa que es el que tiene que descubrir cómo transitar el camino espiritual, cómo dirigir el modo de  manejarnos en el trabajo, el matrimonio y los desafíos de la vida. Esto es inevitablemente estresante porque este "yo" es muy limitado y realmente no puede hacerlo. Solo sabe cómo volver a la experiencia previa, ya conocida y no siempre eficaz, y aplicarla al presente, esforzándose más para que estas estrategias limitadas funcionen. Es como poner la conciencia de un niño de 5 años a cargo de nuestra vida.

Cuando hablo de relajar el ego,  lo considero como una invitación a este "yo" a retirarse de todo ese trabajo innecesario. Para esto, es vital reconocer que existimos debido a algo mucho más profundo que nuestra pequeña mente, algo que no es una "cosa" pero que, sin embargo, ha estado aquí todos los días de nuestra vida, en la base misma de nuestro Ser. Podemos llamarlo…Presencia, Consciencia, Campo, Espíritu.

Toda nuestra inseguridad, estrés e intentos ocurren dentro de esa conciencia amorosa y la misma e infinita inteligencia. Por eso, a cada instante somos invitados a relajarnos en lo inamovible, la consciencia que nunca cambia, la que no tiene nada que ver con nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros padres, nuestras preocupaciones o quién es el presidente.

Esencialmente, la relajación del ego nos invita a ESTAR aquí: a SENTIR todo... y NO HACER nada para reorganizar esa experiencia sanadora de relajación. Este "primer paso" parece simple y finalmente lo es, pero se requiere disciplina porque siempre surge desde el ego una resistencia. Entonces, paradójicamente, la relajación del ego es una PRÁCTICA de relajar y soltar también el aferrarse, el rechazo, la distracción y lo juicios que normalmente surgen.

Solo respiramos y lo dejamos ser, hasta que nuestra  compulsión automática de esforzarnos más, manipular el universo para satisfacer nuestros deseos o apaciguar los miedos se haya calmado.

Una vez que se ha producido un poco de relajación, a la que reconoceremos por una placentera ausencia de tensión, podemos preguntarnos "¿Qué necesito ahora?" Y descansar pacientemente en esa espaciosa receptividad. Este es el terreno fértil del que puede surgir la Gracia. No podemos abarcarla intelectualmente. Solo sentirla.

De la amplitud de "nada y nadie", emergen milagrosamente cualidades esenciales como la compasión por quienes aun sostienen un comportamiento defensivo. Quizás la gracia se manifieste como una ola de inspiración en un proyecto en el que estamos trabajando. Tal vez surja como confianza de que las cosas se desarrollarán en una buena dirección, tal vez aportando claridad sobre qué decir o hacer que sirva a la situación en cuestión. A menudo, simplemente nos encontramos siendo abrazados y dirigidos naturalmente a un curso de acción diferente, pero sin el agregado mental.

Si hay algo que he aprendido mientras practico la relajación del ego en medio de mi vida cotidiana, es que la gracia puede ser considerada algo muy elevado, pero es asombrosamente práctica.

 Si soltamos un poco las riendas, siempre da vida a lo que prácticamente nos sirve mejor. Esto se debe a que la gracia en sí misma es bondad ilimitada, inteligencia infinita, y su característica definitoria es su capacidad de FLUJO.

La próxima vez que nos pillemos en el acto de empujar, apurar, intentar, empecinarnos, contraernos…ya sea que se manifieste más en el territorio de las relaciones, los proyectos de trabajo, las finanzas, los sueños, etc... tan pronto como comencemos a contraernos de esa manera familiar en la que hemos estado haciéndolo desde niños, DETENGÁMONOS y tomemos un descanso relajando el ego. Solo necesitamos cinco minutos. Luego podemos regresar  a nuestras tareas, pero veamos si podemos dejar que el "hacer" fluya a partir del reconocimiento de lo que siempre ha sido el hacedor... (Que no es ese niño de cinco años dentro nuestro convertido en ego con mochila adicional).

Si nos atrevemos a poner esto en práctica, nos encontramos sorpresivamente en…el flujo.

 Cuánto más agradable puede ser la vida cuando paramos y desistimos de la manipulación habitual de la mente. Uno de los descubrimientos que podemos hacer es que cuando relajamos el ego, somos más efectivos en todos nuestros quehaceres, tal vez porque no nos interponemos en el camino de esa energía poderosa que puede actuar más libremente y mejor.

El poeta japonés Batsho Matsuo escribió algo que siempre relaja…

 

  Sentado en silencio, sin hacer nada, llega la primavera y la hierba crece sola”.

 

¡Y las bendiciones fluyen!

Gracias. Gracias. Gracias

 

Tahíta

 

Dejar de Juzgarnos

 "Quizás todo lo que nos asusta es, en su esencia más profunda, algo indefenso que pide  nuestro amor".

- Rainer Maria Rilke

 

La raíz de todo nuestro sufrimiento es el proceso mental de etiquetar algunas experiencias como "buenas" y otras como "malas".

En la cultura occidental se nos enseña desde una edad temprana a clasificar el mundo dentro de polaridades tales como "bueno" y "malo", "correcto" e "incorrecto".

Al ego le encanta esto, porque le encanta hacer que otras personas o situaciones sean "malas", para sentirse "bien" y superior.

El problema es que esto realmente no funciona.

Cuando Jesús dijo: "No juzguéis para que no seáis juzgados", estaba diciendo algo profundo.

No estaba diciendo: "No juzgues a los demás, o mi dios antropomórfico te castigará".

Más bien, estaba señalando a la profunda verdad psicoespiritual que el nivel de intolerancia que tenemos hacia los demás es el mismo nivel de intolerancia que tenemos hacia nosotros mismos.

En última instancia, no hay nada que podamos ver o juzgar en el mundo que no esté también dentro de nosotros.

Todos somos aspectos de la misma Unidad de Creación, expresiones de la misma Naturaleza, el mismo Ser.

Jung acuñó el término " sombra " para referirse a todo lo que rechazamos sobre nosotros mismos y reprimimos en el inconsciente.

Nuestro ego quiere hacer que los demás "estén equivocados" para poder nosotros “estar en lo cierto”, por lo que oculta, niega y reprime todo lo que considera "incorrecto" o "malo".

Luego proyectamos  todo este "error" en el mundo externo. Es decir, lo desplazamos hacia otras personas y situaciones, para verlos como "equivocados".

Lo que no nos damos cuenta es que todo lo que juzgamos u odiamos externamente, también lo juzgamos y odiamos en nosotros mismos.

"Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera."

Entonces, el proceso de juzgarse a sí mismo es bastante sutil y complicado. La mayoría de nosotros nos juzgamos mucho más dura y constantemente de lo que nos damos cuenta.

Nuestra inseguridad subyacente y desvalorización es tan grande que cada vez más necesitamos hacer que todo y todos a nuestro alrededor estén equivocados. Esto sacia brevemente el ego al reforzar su frágil sentido de superioridad.

Cada vez que sentimos culpa, vergüenza u odio por nosotros mismos nos vamos haciendo conscientes de este proceso de auto-juicio. Empezamos a ver cuánto ha estado sucediendo esto en el trasfondo de nuestra vida.

Cuando se trata de sanar y disolver esta culpa, vergüenza y auto-juicio, "la única salida es a atravesarla".

No podemos resolver estos sentimientos alejándolos; hay que permitir que salgan a la luz de la conciencia.

"Lo que resistes, persiste".

Elijamos sentirlos completamente sin resistirnos a ellos o desear cambiarlos. Esta es la esencia de la poderosa técnica Dejar ir de David Hawkins .

La clave es comenzar a aprender cómo ser testigo  de estos sentimientos, en lugar de identificarse con ellos.

En última instancia, no son nuestros pensamientos o sentimientos o percepciones sensoriales. Somos el espacio en el que están ocurriendo todas estas cosas. Somos la Conciencia Pura que subyace a todos los fenómenos y estados mentales y emocionales. Todos lo somos.

Cuando comenzamos a conectarnos con esta Conciencia, nos damos cuenta de que siempre está ahí y siempre ha estado allí. Es lo único que ha sido constante toda nuestra vida.

Y a medida que vemos esto, comenzamos a ver que esta Conciencia carece de prejuicios. Desde el punto de vista de la Conciencia, todas las cosas son neutrales y, precisamente como deben ser, aspectos de la Armonía Divina de Todo lo que Es.

Hay diferentes maneras de comenzar a experimentar esta Conciencia, para alejarnos de la identificación con la mente:

1-Escuchar el silencio. Una recomendada por Eckhart Tolle, es practicar escuchar el silencio. Esto puede sonar paradójico, pero podemos intentar escuchar el sonido del silencio; incluso si hay ruido, trata de encontrar el silencio por debajo. La conciencia se siente como un silencio subyacente, quietud, un campo de energía invisible de paz imperturbable.

2-Sentir el Infinito campo de conciencia. Otro camino es cerrar los ojos e intentar sentir cómo la Conciencia se extiende más allá del cuerpo, infinitamente, en todas las direcciones, para abarcar Todo lo que es. Somos el campo, el espacio, no el contenido. O como dice Pema Chodron: “Tú eres el cielo. Todo lo demás, es solo el clima”.

3-Ser Conciencia sin elección. Otra es simplemente intentar convertirnos en la Presencia testigo. Es decir, simplemente intentar observar sin prejuicios todas las cosas que surgen y desaparecen dentro de la conciencia, sin aferrarnos a nada, sin alejar nada. Sin elegir una cosa por sobre otra. Esto también se llama practicar "conciencia sin elección".

Este es un camino hacia la liberación. Se han escrito bibliotecas sobre meditación; Recomiendo comenzar con El Poder del Ahora de Eckhart Tolle y  Dejar Ir de David Hawkins. (Ambos están en nuestra Biblioteca)

Una vez que logramos distanciarnos de la mente y bañarnos en el Océano indiferenciado de la Conciencia Pura, obtenemos más espacio para Ser, de un modo que antes no podíamos.

Los sentimientos, las emociones, los recuerdos y los aspectos nuestros que antes heran  demasiado dolorosos como para observarlos, y por lo tanto fueron rechazados y reprimidos, ahora comenzarán a salir a la superficie.

Cuando simplemente estamos siendo la Conciencia, el espacio en el que surge todo esto, simplemente dejamos que todo sea. Observamos todo lo que surge con compasión y sin prejuicios.

Es mejor comenzar de a poco y avanzar. No hay que esperar tener espacio para procesar los traumas más profundos desde el primer día. Esto viene después.

Comencemos trabajando con otras cosas menores, como la sensación de irritación con el empleado de la tienda de comestibles o la punzada de culpa por no responder a un mensaje de un amigo.

El " cuerpo del dolor " es un término útil acuñado por Eckhart Tolle para referirse a la masa de dolor, miedo y otras emociones desafiantes que todos llevamos.

A medida que aprendemos a aprovechar la Conciencia, el cuerpo de dolor comenzará a emerger. 

El cuerpo del dolor está estrechamente conectado con la sombra, ya que a menudo contiene gran parte de lo que hemos rechazado en nosotros mismos y reprimido en el inconsciente.

Las partes nuestras que no queremos ver son las que más necesitan nuestro amor incondicional.

A medida que el cuerpo del dolor comienza a emerger, démosle espacio. Seamos la Presencia testigo, la Conciencia sin prejuicios. Si podemos mantenernos en contacto con la Conciencia, tendremos un espacio de Amor incondicional, en el que todas las cosas se ven como correctas, inseparables de la Divinidad.

Si somos capaces de mantener espacio para nosotros mismos, surgirá más y más del cuerpo de dolor. Será  difícil, claro. Es uno de los trabajos más difíciles pero beneficiosos que uno puede hacer.

Hay una razón por la que reprimimos todo esto: no queríamos verlo o reconocerlo. Todo nuestro miedo, dolor, pena, culpa, ira, celos, rencor, agresión,soledad, depresión y resentimiento están allí, en nuestro cuerpo de dolor.

A medida que surjan estas cosas, es posible que tengamos dificultades para mantener el espacio de la compasión y la aceptación incondicionales. Hagamos lo mejor que podamos, deteniéndonos cuando sea necesario.

Es posible que surjan recuerdos difíciles que habíamos olvidado. Veremos aspectos propios  que son extremadamente difíciles de reconocer. Podemos sentirnos tentados a juzgarnos, a esconder todo esto. Intentemos permanecer lo más imparciales que podamos. Recordemos que todo esto está completamente bien. De esto se trata ser humano.

Poco a poco comenzaremos a ver que todos los "demonios internos" a los que tanto temíamos son en realidad como niños heridos, piezas que rechazamos y que simplemente anhelaban desesperadamente amor y aceptación incondicionales.

A medida que permitimos que estas piezas de nosotros mismos salgan a la luz de la conciencia, algo mágico comenzará a suceder.

Cuando nos permitimos sentir completamente estos sentimientos difíciles, los sentimientos que nunca nos habíamos permitido sentir porque eran demasiado dolorosos, comenzamos a sanarlos y transmutarlos.

En una especie de proceso alquímico, estas energías difíciles se disuelven y transforman. En términos junguianos, esto se conoce como " integrar la sombra".

Una vez integrados en la conciencia, los "demonios" se pueden transmutar en nuevos poderes. La agresión puede convertirse en asertividad, la ira en pasión de vida, la lujuria en ternura amorosa, el juicio en discernimiento, el engaño en inteligencia emocional, el miedo en coraje, el dolor en compasión y el sufrimiento en sabiduría.

 Muchas personas espirituales apenas han comenzado a integrar la sombra.

Quieren solo la mitad  de su humano íntegro, solo la luz, no la sombra.

Se necesita valor y honestidad para profundizar en la profundidad de la sombra, para ver que las potencialidades más oscuras de la humanidad residen dentro nuestro.

Sin embargo, hasta que hagamos esto, inconscientemente juzgaremos y condenaremos la mitad de nuestra naturaleza y nos aislaremos de la fuente de poder personal.

No podemos sanarnos, liberarnos y redescubrir nuestra totalidad primordial si negamos la mitad de nuestra naturaleza.

Al abrazar e integrar la totalidad, podemos ver cada vez más la esencia divina de todo lo que es, dejar de juzgarlo y descubrir una paz profunda.

Podemos trascender la dualidad, encarnando cada vez más la Conciencia de Unidad que se necesita para restaurar la armonía en la Tierra.

Podemos unirnos totalmente a la danza de la Vida, abrazar a Todos, amar a Todos.

 

¡Y las bendiciones fluyen!

Tahíta

 

Sobre Sombras y Amapolas


Cuan suavemente y en silencio caen los pétalos de amapola cuando están listos-

Etsujin (Poeta Japonés)

 

Sabemos que la sombre incluye todo lo que detestamos de nosotros mismos y todo el maravilloso potencial del que dudamos o negamos tener.

Inconscientemente desde ella proyectamos estas negatividades en otros como aversión y proyectamos también nuestro potencial positivo como admiración.  La tarea más fructífera que podemos llevar a cabo es explorarla sin miedo, sabiendo que en ella descansa un gran potencial.

 Definitivamente, reconocer, aceptar y amigarnos con nuestra sombra es, por mucho, una de las tareas que nos debemos, para integrarnos y sanar.

 Nos amigamos con nuestra sombra para que los fragmentos perdidos de nuestra vida sean restaurados y así completarla. Es  la oportunidad de dejar que los enemigos internos se conviertan en aliados y nuestros  rincones oscuros se convierten en zonas de luz.

Está demostrado que si reconocemos que poseemos la cualidad que admiramos en otros y comenzamos a actuar desde ella, se producen cambios internos que son seguidos por cambios en nuestra personalidad; comenzamos a actuar de manera más sabia, más amorosa y más curativa sin necesidad de esfuerzo. 

En esta dimensión comienza a manifestarse la gracia, la asistencia espiritual.

En cuanto a lo negativo que proyectamos en otro, primero, como siempre, está el reconocer que tenemos en nosotros, como contracara de la moneda, esos atributos llamados negativos que vemos en los demás. Una vez que los captamos, es importante integrarlos, verlos como partes de nosotros mimos, aunque no sea agradable y lo que es más difícil, amarlos, comprender que los pusimos en la sombra por un propósito legítimo para ese momento, pero que están listos para salir a la luz, y convertirse en impulsores evolutivos

Esto nos lleva a “hacer las paces” con aquellos sobre los que proyectamos  lo que escondíamos…"Vi esto en ti y está en mí. Te he culpado de lo que me avergüenza en mí mismo". 

Todo esto, lo hacemos con amor total e incondicional hacia nosotros mismos, sin criticarnos ni juzgarnos. Recordemos que construimos esa sombra como la mejor salida a cada situación. Concentrémonos en liberar su contenido para reconvertirlo ahora, que estamos listos, como las amapolas a soltar sus pétalos, y reconsiderarlos como partes necesarias de nuestra vida y aprendizaje.

Ver nuestro lado oscuro, sin avergonzarnos, nos reconecta a nuestro verdadero Ser y revela el enorme espacio amoroso en el que nos movemos.

 Este trabajo es una práctica de atención plena, en la cual  en lugar de volvernos contra un enemigo externo, lo reconocemos como espejo necesario y aceptamos… "Esto es mío. Acepto el hecho de que hay algo oscuro en mí y también acepto la enorme Luz que niego y que excede a esta sombra”

El tema de dejar ir sigue en primera línea. ¿Por qué no nos soltamos tan fácilmente como los pétalos de las amapolas? Parece que no es automático en nosotros. Necesitamos práctica, práctica tanto psicológica como espiritual, que tienen como propósito PODER PERMITIR SIN RESERVAS cada situación humana en la que nos encontramos. 

En el pasado se pensaba que prácticas como el ayuno, el autocastigo, etc., eran las herramientas.  Buda las rechazó viéndolas como una negación de la vida.  Lo que nos ayuda hacia la integridad y lo que ayuda a los demás es la liberación, no la inhibición, de nuestras vetas ocultas. Podemos ayudarnos con la meditación, el yoga, las terapias orientadas al cuerpo, el trabajo con los sueños y la imaginación creativa, sí…y más con el aligerarnos de culpas, la aceptación y  el amor siempre como telón de fondo. El propósito es soltar el ego, no dividir la mente y el cuerpo, lo que es una trampa para mantenernos divididos en el Ser.

El ego ama las contraposiciones, por lo tanto, ir por encima de las oposiciones, desmantela el ego. En realidad, nuestro cuerpo es una herramienta primordial y está lleno de maravillas que la mente no cuestiona.

Recordemos...a veces el trabajo es disolver en lugar de resolver. 

Dejar ir al ego, ponerlo en último plano, no es una meta, sino una tarea que nos traemos del Hogar.

En la sombra están contenidos elementos de ese ego, positivos y negativos, si se quiere  ver así, que para ser disueltos o transformados tienen que ser sacados de esos rincones que nos asustan, como diría Pema Chodrón, y verlos bien a la luz, para que ya no nos asusten, sino para que completen nuestro rompecabezas humano y entreguemos la tarea en tiempo y forma, o sea, cuando estemos listos, como las amapolas.

Nada nos obliga. Se nos invita interiormente, se nos inspira o recuerda.

Nosotros sabemos con honestidad, cuando estamos preparados para ir sacando todo a la Luz.

 

¡Y las bendiciones fluyen!

Gracias. Gracias. Gracias.

Shoo…o el arte de distraernos y desempoderarnos

Hoy leí un artículo en el Huffpost  de una mujer que es reconocida como una terapeuta energética capacitada sobre cómo limpiar las energías de nuestras casas. En realidad alguien me acercó ese artículo para que lo tradujera y lo publicara en este espacio, pero me pareció más oportuno reflexionar juntos acerca de ello.

Según esta persona, cada vez que experimentamos una emoción fuerte, puede afectar nuestro medio ambiente, porque las experiencias como recibir noticias impactantes, una discusión familiar, sentir miedo o desamparo y otras, permanecen en el ambiente como mala energía. Bueno, eso de calificar la energía como buena o mala va de su parte, pero más allá de eso, aunque sabemos que por un tiempo esas energías pueden permanecer donde fueron originadas, sus métodos  me parecen espiritualmente inmaduros, claro, tampoco podemos catalogar algo como espiritual o no espiritual así que simplemente considero que nos llenan las cabezas con métodos y sistemas, técnica o tips…realmente innecesarios.

Algunos de sus métodos son…Shoo, que consiste en abrir la ventana y agitando una escoba o lo que tengas sacar las energías por ella; Turmalina, poner a las habitaciones  turmalina negra que parece que actúa como esponja para absorber la negatividad, Plantas, o sea poner plantas que según algunos  limpia la casa; Aerosoles aromatizantes, bueno, esta experta en energía al fin y al cabo no tiene porqué saber cuánto afectan a nuestros bronquios y al planeta; Sahumar, con incienso o lo que fuera, cosa que hago por el placer del aroma, aunque muchos  suelen desaconsejarlo como poco sano y  Cambiar los muebles de lugar, para aquí y para allá hasta que te sientas emocionalmente bien.

Solo después de todo ese trabajo, a mi criterio innecesario,  dice… "Cualquier cosa con la que pueda estar luchando en lo que respecta a viejas heridas, patrones de pensamiento negativos y  emociones estancadas, deben abordarse para optimizar su bienestar y el entorno de su hogar".

 

Reflexiono que…si las energías se originaron por pensamientos, palabras, acciones o emociones, naturalmente se equilibran o restauran  Gestionando eso que vertemos en el océano ambiental, de la casa, el barrio, el país, al Campo Único… desde los ríos de nuestras individualidades.

Incluso me atrevería a decir, que PERMANECER EN UN ESTADO DE ATENCIÓN, PRESENCIA Y OBSERVACIÓN es lo único necesario. Ni siquiera tratar de cambiar nada, solo hacernos conscientes, con el profundo efecto transmutador que ello conlleva.

La turmalina puede que limpie, y las plantas, y el incienso, etc…pero mientras pongamos la solución fuera del personaje que se ha creado toda esa escena para darse cuenta de que en sí está la consciencia  que posee todo el poder, seguiremos comprando esas versiones pequeñas de pequeñas mentes que nos llevan siempre a recurrir a una y otra forma de DISTRACCIÓN y DESEMPODRAMIENTO.

Me encantan las plantas dentro de casa porque amo a ese reino maravilloso con el que me siento profundamente reconectada, y amo el palo santo, y las piedras, y algunas indicaciones del feng shui…pero no pueden nunca sustituir mi responsabilidad de estar presente y alerta atestiguando que las energías fluyan y sanen. Lo mismo ocurre cuando infantilmente creemos que usar un anillo atlante, o cualquier talismán u objeto "santo" hará algo más que DISTRAERNOS de nuestro propio poder, basado en el Amor y la inocencia, y de nuestra SANTIDAD inherente.

Por supuesto que me seguiré enojando y cargando  el lugar de miles de emociones, al igual que quienes conviven conmigo en ese espacio, pero esa danza de emociones, a las que permito ser y estar, entran, salen, cambian y se renuevan libremente, pero afectadas por mi consciencia que sí o si cambia y evoluciona con ellas, sin tener que ser eliminadas, resistidas ni cambiadas con ningún elemento  externo.

No las elimino…las incorporo para aprender a jugar mejor el juego. No las etiqueto como buenas o malas, y si lo hago, cambio las etiquetas según el momento o el tenor o intencionalidad de ese juego.

El tener que recurrir a consejos, sistemas y técnicas, me hace parecer tonta ante mi propio sentido interno de completitud, porque nada que no sea real puede amenazarnos…y ya lo sabemos…

SOLO EL AMOR ES REAL

 

Gracias. Gracias. Gracias.

 

Tahíta

sábado, 30 de noviembre de 2019

Profundizando en la noche oscura del alma

 

Cuando alguien atraviesa interior y existencialmente un momento particularmente difícil, podemos decir que está teniendo una "noche oscura del alma". Durante ese período, alguien puede verse sumido en sentimientos de desesperación, pérdida de significado y profunda incertidumbre sobre la vida y su propósito.

Una noche oscura del alma puede ser provocada por un evento externo, como un desastre natural, un diagnóstico médico que cambia la vida o la muerte de un ser querido. También puede ser provocado por un evento interno, "tocar fondo" con una adicción, o de repente sentir que el sentido que le dimos a la vida hasta el momento se derrumba.

Ya hemos considerado que si bien la noche oscura del alma puede ser extremadamente dolorosa, caótica y abrumadora, también puede ser un momento de transformación y renacimiento, y uno que estimula descartar lo que es innecesario,falso o lo que ya no funciona para  el momento atual.

El término "noche oscura del alma" proviene originalmente de un poema del mismo nombre escrito por San Juan de la Cruz, un poeta y místico español que vivió en el siglo XVI. El tema general del poema de San Juan es cómo las personas encuentran experiencias dolorosas a medida que alcanzan la evolución espiritual y la conexión con lo divino. El poema de San Juan está dividido en dos libros que ilustran las dos fases de la noche oscura del alma: primero, la curación de los sentidos, y segundo, la curación del espíritu. En este contexto, la curación se logra a través de un proceso de "purificación". Una forma de ver esto es que, en tiempos oscuros, somos desafiados hasta el punto de entrar en contacto con la esencia misma de nuestros sentidos y espíritu, y hay PODER en esto.

Carl Jung comparó la idea de San Juan a la de alquimia. La alquimia se centraba en intentar purificar y transformar sustancias; quizás la más famosa, la transformación del plomo en oro. Las etapas alquímicas describen los cambios físicos que sufre la sustancia a medida que los alquimistas experimentaban con ella. Jung usó estas etapas alquímicas como una metáfora para describir el proceso psicológico de navegar la noche oscura del alma.

Específicamente, Jung relató el viaje comparándolo a la etapa alquímica llamada nigredo, o ennegrecimiento. En esta etapa, la sustancia que experimenta el cambio se ennegrece por el fuego, por lo que puede purificarse y descomponerse en sus componentes más básicos, también conocidos como prima materia. Psicológicamente hablando, esto es cuando un evento disruptivo nos hace volvernos hacia adentro arrojar todo fuera y confrontar las partes básicas que nos componen, tanto claras como oscuras. Esto es cuando entramos en el oscuro y desconcertante mundo interior del inconsciente, encontrándonos con lo que Jung llamó nuestra sombra, o el "lado oscuro" previamente inexplorado de nuestra personalidad.

En esos momentos, nuestro jardín, nuestro laboratorio, iglesia o templo no es el lugar para encontrar la prima materia utilizado para la alquimia personal. Más bien, un buen lugar para comenzar la búsqueda es nuestro drama, nuestra crisis, nuestros sueños rotos, nuestra peor pesadilla, los desastres, todas esas experiencias horribles que están asociadas con los aspectos sombríos de la vida. Ahí es donde somos más vulnerables y más aptos para reunir el coraje para hacer cambios dramáticos.

Durante esta etapa, cuando nos enfrentamos a nuestra sombra repudiada o reprimida, también podemos comenzar a abandonar el apego a nuestra identidad externa y a los "objetos mundanos", como nuestro cuerpo, objetos materiales, títulos, etc. Cuando comenzamos a soltar  las capas externas, comenzamos a familiarizarnos más con nuestro ser completo, y también podemos establecer más sintonía con nuestra intuición. 

Pema Chödrön también ha escrito extensamente sobre la noche oscura del alma y sus emociones acompañantes, como el miedo, la ira, los celos, la amargura, el dolor, la vergüenza y el endurecimiento del corazón. Uno de sus principios básicos es que las emociones consideradas negativas se pueden usar para desarrollar un mayor coraje, compasión y sabiduría.

El concepto de usar la noche oscura del alma para elevar nuestra consciencia, no pretende negar la sensación de devastación que puede ocurrir después de una gran pérdida o trauma. Más bien, sirve como una hoja de ruta para ayudar a navegar una experiencia difícil.

El mensaje que podemos sacar de esto es que el descenso a las profundidades nos permite reunirnos con partes del yo ocultas o repudiadas para integraglas a una consciencia expandida.

La medicina moderna, y de hecho la psicología moderna, no dan solución a este proceso.

El uso de terapias cognitivas, de antidepresivos, de "superar" las cosas lo más rápido posible, de encontrar el cierre, de minimizar el sufrimiento no tiene sentido cuando uno está en una Noche Oscura. Hay ciertos pasajes en la vida, cuando todos los marcos habituales para comprender la condición humana, la nuestra y la del "otro", resultan inadecuados. No necesitamos, si comprendemos la finalidad del proceso, que nos quiten fácilmente nuestro sufrimiento y nuestra capacidad de resiliencia, de descenso y elevación.

 Lo que anhelamos es que alguien sea testigo o acompañe nuestro viaje. Y es que la psicología debe espiritualizarse para servir a las almas en sus procesos.

Jung dijo que inevitablemente se hace necesaria una dimensión espiritual en el trabajo psicológico; después de todo, es el trabajo del alma, el trabajo de la psique. Él está diciendo que la Noche Oscura tiene dimensiones espirituales y psicológicas. Si seguimos los pensamientos de Jung aquí, la tristeza y el sufrimiento están al servicio del viaje del alma, el Viaje de la Noche del Alma, como él lo llamó. Jung también encontró un paradigma que permite esta experiencia en los procesos de alquimia, en el nigredo o ennegrecimiento. El ego resiste el ennegrecimiento. No le gusta descender al "abismo peligroso, donde uno cae en aguas profundas, arremolinadas, indescifrablemente oscuras".

 No hay desvíos posibles, la única forma es ATRAVESARLAS.

 Nos sentimos desesperanzados, indefensos, traicionados, frustrados y deprimidos. Especialmente deprimidos. La medicina y la psicología modernas tienen como objetivo eliminar la depresión, pero en este saso...tenemos que estar presentes en ella.  La transformación no necesariamente resulta siempre del sufrimiento, sin embargo,el resultado de la Noche Oscura del Alma, es postulado por todas las tradiciones que lo abrazan, como altamente  transformador. Somos cambiados, miramos la vida de manera diferente, nuestras actitudes han cambiado, nuestros valores han cambiado.

Lo que creemos sobre el propósito y la naturaleza del sufrimiento marcará una gran diferencia en la forma en que soportamos una Noche Oscura.

Una noche oscura nos obliga a revisar nuestra filosofía de vida. Una filosofía inadecuada, basada en normas culturales y una miríada de distracciones choca con las necesidades reales de nuestra vida del alma. Si buscamos otra distracción, es probable que nos decepcionemos. Algunas de las muchas distracciones disponibles son las drogas, el sexo, el alcohol, la comida, nuestros dispositivos tecnológicos con aplicaciones cada vez más nuevas, o incluso otro conjunto de pautas que alguien más creó.

Cuando yo misma atravesé por  ese proceso, comprendí que el silencio y la entrega funcionaron y me hicieron aravesarlas mucho mejor que posponiendo esa tarea distrayéndome.

Una crisis de vida nos muestra las grietas en nuestra filosofía, por lo que necesitamos replantear, renovar o incluso cambiar por completo nuestra filosofía. "Lo he intentado todo", decimos. Sí, tal vez todo lo que ya sabemos, pero hay enormes capacidades del alma que aún no develamos, viajando en el oscuro viaje interior.

Al comienzo de una experiencia de la Noche Oscura, nos inclinamos a negarla, tratar de alejarla y agitarnos. Pero, a medida que avanza, nos sentimos abrumados por el peso y la oscuridad, y nos aquietamos. Nuestra energía se enfoca hacia adentro, comenzamos a aceptar que las cosas son como son y nos preparamos para vivirlas.

A través de la Noche Oscura te despiertas a algo más profundo, que ya no se basa en conceptos de tu mente. Un sentido de propósito o conexión con una vida mayor que ya no depende de explicaciones ni de nada conceptual. Es una especie de renacimiento. 

Thomas Moore, sin duda, ha sido mi guía más confiable en mis noches oscuras. Él dice: “Una noche oscura del alma es una especie de iniciación, que te lleva de una fase de la vida a otra. Es posible que tengas varias noches oscuras en el curso de tu vida porque siempre te estás convirtiendo en una persona más consciente y entras en la vida más plenamente". 

Por experiencia, cuando estamos en la Noche Oscura, evitemos consejos poco profundos, psicología popular, expertos en general y las distracciones del entretenimiento masivo. “Familiarícese con usted en el nivel más profundo posible y en el más mínimo detalle. Conviértase en el experto de su propio viaje. Preste atención. Tenga en cuenta cuándo evita, excusa, justifica y explica, y cualquier indicio de ser una víctima en su historia: "elimine cualquier insinuación sutil de resistencia"...nos aconseja Thomas Moore.

No luches por salir de la Noche Oscura hasta que te deje ir. Deja que las experiencias y la tristeza hagan su trabajo en ti. Espera. Por lo general, dura un tiempo: la preocupación de un día no constituye una Noche Oscura. Escribe un diario. Rastrea la cara de tu alma: será mucho más visible ahora, en la oscuridad.

Entra en la oscuridad con toda tu fuerza e inteligencia, y tal vez encuentres una nueva visión y un sentido más profundo de ti mismo. Incluso si la causa es externa: un crimen, una violación, un aborto, un engaño, la muerte de un ser amado, aún puedes descubrir nuevos recursos dentro tuyo,  y una nueva perspectiva de vida.

Una noche oscura simplifica tu vida.

Deja de lado tantas cosas como sea posible que no sean esenciales. La noche oscura requiere mucha energía. Usa tu energía sabiamente. Al mismo tiempo, mantén algo que te ancle a tus responsabilidades con el mundo exterior, como tu trabajo o tu familia. Ya que la Noche Oscura nos dirige hacia la soledad, trata de no aislarte totalmente, solo lo que necesites. Cuídate. Mantén una rutina regular: has lo mejor que puedas para comer, dormir, hacer ejercicio básico y cuidar tu salud. Esto puede ser difícil de hacer cuando nada de eso te hace sentir mejor de inmediato.

 Es inevitable que la Noche Oscura se experimente como depresión. Recuerda que Nigredo significa ennegrecimiento. De hecho, parte del desafío de la Noche Oscura es quedarse con la depresión y tener fe en que saldrás de esas profundidades que nunca soñaste transitar.

Como dice Thomas Moore, permite los dones de la depresión:

Probablemente sabes más sobre las profundidades de tu alma por los períodos de dolor y confusión que por los momentos de alegría. La oscuridad y la agitación estimulan la imaginación de cierta manera. Te permiten ver cosas que normalmente pasarías por alto. Te vuelves sensible a un espectro diferente lleno de emoción y significado. Percibes los extremos ultraconscientes de tus sentimientos y pensamientos, y te das cuenta de  cosas que no notarías en tiempos normales.

 Los tiempos oscuros dejan su huella y te hacen una persona atenta y compasiva. Pema Chödrön nos dirige a confiar en lo que surja, lo que sea que sientas, como una parte necesaria y absolutamente valiosa de la experiencia de la Noche Oscura.

 

Ella dice:

“Trabajar con situaciones adversas es lo que me despierta, no evitarlas ni distraerme de lo que es el dolor punzante en mi propio corazón y mente. Aceptar esto me ha enseñado todo, incluida una mayor sensación de bienestar y felicidad. Es importante dejar que los aspectos dolorosos y perturbadores de la vida sean el maestro de uno. Al mismo tiempo, ser incondicionalmente amigable con uno mismo, con los sentimientos que las circunstancias externas provocan en uno; el dolor, el sufrimiento, aceptar lo inaceptable. No se deje atrapar por la historia mental, sino quédese con la experiencia sentida, ubicada en el cuerpo. Puede ser vergüenza por algo que ha hecho, odio a mí mismo, sentirse realmente mal con uno mismo. Encuentre una profunda aceptación de uno mismo, comenzando en el cuerpo, manteniéndose así durante breves períodos al principio, hasta que comprenda que somos fundamentalmente buenos y completos. Por lo tanto, no se deje atrapar por las historias que se cuenta, sino que cultive un sentimiento de calidez y amabilidad consigo mismo. No importa cuán oscuros sean los sentimientos, manténgase presente. Trátese como un niño. Esté dispuesto a hacerlo, incluso cuando se sienta realmente mal. De a poco, comience a ser capaz de aceptar, honrar y respetar lo que es ser humano. Experimenta lo que experimentas total  y completamente. En última instancia, esto conduce a la compasión y la empatía por todos los demás. La melancolía, la tristeza y la desesperación no son enfermedades; no necesitamos patologizarlas”.

 

Finalmente, la Noche Oscura nos introduce a la paradoja, a la proximidad de los opuestos, como el sufrimiento y la alegría.

Mientras le das a una noche oscura su debido tiempo y atención, también puedes cultivar amor por la vida y alegría de vivir que no contradicen para nada la oscuridad. Puedes dedicarte a tu tarea y tu visión de la humanidad y también sentirte tocado por el sufrimiento en el mundo”.

De hecho, cuando hemos sondeado nuestras propias profundidades, no podemos negar el sufrimiento del mundo. Cuando nos sumergimos profundamente en nuestra propia humanidad, somos uno con toda la humanidad. Antes hablé de la necesidad de una filosofía de vida adecuada. Esta filosofía debe incluir la paradoja, donde los conflictos se unen y entendemos que la oscuridad y la alegría son una al lado de la otra, coexistentes, intersiendo, y no necesariamente secuenciales.

Siempre disfruto terminar cualquier exposición con el recordatorio de lo que es real…

 

SOLO EL AMOR ES REAL

Gracias. Gracias. Gracias.

Tahíta

Rindiéndonos a la Gracia

“La gracia siempre está presente. La piensas como algo alto en el cielo,

lejana, y que tiene que descender. Está realmente dentro tuyo, en tu Corazón,

Y en el momento en que fusionas la mente en su Fuente,

la gracia se precipita, brotando como un manantial dentro de ti "

- Ramana Maharshi

 

"Gracia" es una palabra tan simple y hermosa que tiende a aligerar nuestro estado de ánimo e inspirarnos. Independientemente de nuestra creencia espiritual, evoca una sensación  de algo que ha estado aquí todo el tiempo, en el trasfondo de nuestra conciencia, haciéndose más evidente en nuestras transiciones y transformaciones. Pero, ¿qué es exactamente la gracia?

La gracia es la experiencia directa de la presencia Divina cobrando vida desde adentro. Cuando esto ocurre, nos sentimos conectados con la fuente del verdadero amor, la paz, la fuerza y ​​la alegría. La vida es significativa, porque recordamos que estamos dentro y somos parte de ella.

La gracia es más que un estado elevado que llena el corazón de gratitud. Es la clave para avanzar en el camino espiritual, finalizar la búsqueda y encontrar la verdadera completitud.

Abrirnos a la gracia termina la lucha, transforma el sufrimiento en sabiduría y nos ayuda a encarnar nuestro máximo potencial. Lo más importante es que nos ayuda a ser más maduros y receptivos en estos tiempos de enormes cambios e incertidumbre en todo el mundo. 

La gracia brota dela rendición que ocurre no al tratar de aniquilar el ego, sino a través de una práctica que yo llamo relajar el ego, o sea, aprender a ser abierto e indefenso en toda experiencia. 

Considera cómo aparecimos en este mundo, cómo alguien llegó a estar aquí, cómo llegaron a existir los océanos, las montañas y las plantas. Algo primordial, inteligente y benéfico late dentro de todo. No podemos verlo con los ojos físicos y, sin embargo, la evidencia está en todas partes, animando todas las cosas. Este es el fundamento de la gracia. Es la causa de nuestro Ser y de todo Ser. Reconocer esto hace posible que el ego, el miedo, el control, el juicio y toda su complicada historia se diluyan.

Reconocer que existimos en la Gracia permite que estas fuerzas densas del ego se fundan en una presencia que nos brinda total apoyo para estar justo donde estamos. Esto es lo que permite que la mente se calme y el corazón se abra. Esto nos permite actuar con compasión. La Gracia nos ayuda ante el cambio y la incertidumbre, mientras descansamos internamente en lo que nunca se desequilibra ni cambia. Pero es importante aprender cómo mantennos presentes y vulnerables en cada experiencia directa, renunciando a la necesidad de mejorarla, arreglarla, rechazarla o reorganizarla. Así es como nos rendimos al poder de la Gracia.

La gracia suaviza nuestros problemas, trasforma el sufrimiento en sabiduría y trata siempre de llevarnos a descubrir lo que somos.  Es la presencia viva que trabaja en nosotros, haciendo consiente lo que está limitando nuestra libertad.

Solo nos pide que permanezcamos presentes y abramos el corazón a todas las experiencias, incluido el dolor, la ira y el sufrimiento. A cambio, nos descubre la raíz de los obstáculos, ya sea traumas no digeridos o patrones ancestrales o kármicos, y abre esos patrones, suavizando la experiencia y permitiendo que el misterio actúe en nosotros. El poder transformador de la gracia nos ayuda a lidiar honestamente con lo más ríspido de la vida.

Se nos pide sí, que desempeñemos nuestro papel, mirando honestamente lo que necesita nuestra atención, y seamos sinceros a medida que avanzamos en el perdón, la compasión y el trabajo sobre las identidades del ego y el material inconsciente.  Para que el verdadero perdón sane nuestras heridas y nos limpie de la culpa, necesitamos la Gracia. Para que la compasión se vuelva real, no solo un buen concepto, necesitamos Gracia. Para librarnos de patrones repetitivos en nuestra vida, necesitamos la Gracia. En verdad, es lo que nos ayuda a cruzar de la limitación a la libertad.

Vayamos aún más profundo…

Consideremos la posibilidad de que nuestro cuerpo, corazón, mente y todas las partes de nuestro vehículo humano sean mucho más de lo que parecen. ¿Qué pasa si fue diseñado originalmente para ser un receptáculo de la gracia, una fuente humana en la cual las aguas vivas no solo reciclan todas las cualidades de nuestra naturaleza esencial, sino que también se desbordan para espiritualizar nuestro mundo?

El objetivo de todo esfuerzo espiritual no es, en última instancia, que solo algunos de nosotros pasamos un momento más feliz, sino que haya seres humanos espiritualmente más maduros, sabios y amorosos en cada lugar del planeta. Caminar a consciencia por la vida diaria en estos tiempos desafiantes nos invita a continuar rindiendo nuestros planes humanos al plan mayor, que la Gracia representa. Esto significará continuar entregando patrones y comportamientos egocéntricos a su poder.

Para poder responder desde la gracia en lugar de reaccionar ante cada situación, pequeña o no de la vida cotidiana, es necesaria la ecuanimidad y aprender a descansar en la conciencia mientras abrimos nuestro corazón a todas nuestras emociones y desafíos fluctuantes. 

Podemos movernos EN GRACIA…cuando percibimos y escuchamos la inteligencia más profunda en lugar de guiarnos por el pensamiento del ego para navegar a través de los desafíos cotidianos. 

Hoy, más que nunca, necesitamos integrar en lugar de demonizar nuestra sombra para que todos podamos ser una Presencia más potente de amor y sabiduría en este mundo.

La gracia está siempre presente moviendo sutilmente los amorosos hilos de la red de la Vida, para que así sea…

¡Y ASÍ ES!

Tahíta

Como somos…es perfecto

 

No es fácil dejar de lado la opinión de que somos fundamentalmente defectuosos. Recibimos tantos mensajes en nuestra vida cotidiana que nos dicen que no somos lo suficientemente inteligentes, lo suficientemente hermosos o lo suficientemente exitosos. Si pudiéramos trabajar más duro, comer más saludablemente o estar un poco menos estresados, entonces tal vez, solo tal vez, finalmente nos sentiríamos bien.

La suposición básica en estos mensajes es que no somos lo suficientemente buenos, y tal vez nunca lo seremos. No importa lo que logremos en la vida, cómo nos veamos o cuán lejos subamos de categoría en numerosos campos. Siempre hay algo que falta.

Y lo que sucede es que no consideramos lo principal…la conciencia. La conciencia es como un hilo que recorre cada experiencia que tenemos. Nuestros pensamientos y emociones cambian constantemente. Nuestras reacciones y percepciones van y vienen. Sin embargo, a pesar de estos cambios, la conciencia siempre está presente…abierta como el cielo, inmensamente profunda y vasta como el océano, y estable como una montaña.

Y aunque no lo hayamos considerado…La conciencia no mejora cuando tenemos un pensamiento inspirado o una emoción sublime. No empeora cuando estamos completamente neuróticos. La conciencia simplemente es. No es algo que hacemos. Es quienes somos.

Lo que cambia es nuestro personaje, o personalidad. Ese al que nos referimos cuando decimos “ser la mejor versión de nosotros mismos” …cuando en realidad, no es lo que somos.

Dado que la conciencia siempre está ahí, lo único que debemos hacer es reconocerla. No necesitamos mejorarla, y no podríamos incluso si lo intentáramos.

Es solo saber: presencia sin esfuerzo.

¿Quién está leyendo esto ahora? ¿Quién está teniendo esta experiencia? Es la conciencia. Esta conciencia es quienes somos ahora, en este mismo momento.

Esta presencia sin esfuerzo no es un estado en blanco y sin vida. Está viva y profundamente comprometida con el mundo.

Cuando simplemente estamos presentes con lo que sucede dentro y alrededor de nosotros, surge un sentido natural de amor y compasión. Al igual que la conciencia, estas cualidades no son algo que tengamos que desarrollar o cultivar. Son cualidades permanentes de nuestra verdadera naturaleza.

Las semillas de la compasión y el Amor están siempre presentes.

El amor y la compasión están presentes cuando menos esperamos que lo estén. Incluso están presentes dentro de emociones dolorosas como el miedo y la ira. 

Mientras la conciencia esté presente, el amor y la compasión también están presentes.

Otra cualidad esencial de nuestra esencia es la sabiduría. Cada uno de nosotros tiene una profunda sabiduría. Puede que no siempre lo notemos, pero está ahí.

La sabiduría es la compañera constante de nuestra búsqueda interminable. En algún nivel profundo, sabemos cuándo estamos buscando en el lugar correcto. Y cuando nos entregamos a un viejo hábito, sabemos cuándo nos estamos desviando. No siempre escuchamos esa voz, pero está ahí. Somos como un pájaro, volando de árbol en árbol buscando nuestro nido. 

Cuando comenzamos a virar desde el hacer al ser, al menos en una pausa de nuestras ocupaciones, sentimos esa sensación de estar finalmente en casa. Podemos soltar la búsqueda y relajarnos. Nadie necesita decirnos esto cuando sucede. Ese conocimiento intuitivo es sabiduría. Cada pensamiento, cada emoción y cada impulso están enraizados en esa sabiduría. Solo necesitamos reconocerla.

Si la conciencia, la compasión y la sabiduría fueran cualidades que pudiéramos alcanzar o desarrollar, tendría mucho sentido esforzarnos para cultivarlas. Pero no tenemos que cultivarlos porque son parte de nuestra naturaleza básica. Ya las tenemos.

Cualquier intento de cambiar, arreglar o mejorar lo que está sucediendo en el momento presente refuerza la vieja creencia de que nos estamos perdiendo algo. Por otro lado, si no hacemos nada, estamos justo donde comenzamos. Nada cambiará.

La clave de esta paradoja es el reconocimiento. Lo esencial en nosotros no es algo que debamos hacer, sino reconocer. Cuando lo hacemos podemos actuar en consciencia con sabiduría, compasión y el amor.

Una manera simple de realizar esto es hacer una pausa de vez en cuando para simplemente ser. Si tu meditación habitual es concentrarte en la respiración, deja la meditación de vez en cuando y simplemente sé. No controles tu atención de ninguna manera. La atención es como una brisa; la conciencia es como el cielo mismo. Siempre está en calma.

Cualquier pensamiento y sentimiento que surja …déjalo en paz. No hay una sola experiencia que pueda obstaculizar la conciencia. Simplemente déjalos a todos allí, y observa que la conciencia siempre está ahí también. Si eres consciente de tu conciencia, es suficiente.

Esto se sentirá raro al principio. Incluso puede ser inquietante, y es casi seguro que experimentarás el impulso de hacer algo como forzar la atención. Eso es normal. 

A medida que te familiarices con esta calidad de ser, entonces con más facilidad verás que la compasión y la sabiduría están ya aquí. 

Te darás cuenta de que nunca serás más perfecto de lo que eres ahora, en este mismo momento.

 

¡Y LAS BENDICIONES FLUYEN!

Tahíta

miércoles, 30 de octubre de 2019

Permanecer presente con otros

A pesar de lo que dicen acerca de la indiferencia o frialdad de los gatos, los que conviven conmigo son muy demostrativos. Cada uno busca mi afecto. Pero lo que más buscan es mi ATENCIÓN. No es suficiente que los acaricie, sino que tengo que hacerlo sin hacer nada más. Si realizo varias tareas y leo mientras los acaricio, desaparecen. Si mantengo una conversación mientras los acaricio, desaparecen. Si hago algo más que estar con ellos por completo, se van. 

Con los años, descubrí que cuando les presto toda mi atención, mis gatos y yo podemos entrar juntos en un espacio muy amoroso. Literalmente puedo sentir el amor que emana de ellos hacia mí y mi amor que fluye hacia ellos. ¡Es bastante profundo! Durante estos momentos íntimos, este amor es todo lo que existe en nuestro mundo. Tan pronto como tengo un pensamiento que me saca de ese espacio, el gato también sale de ese espacio. Cuando me concentro de nuevo y regreso a ese lugar de solo amor, el gato también se instala nuevamente. Podemos seguir así durante bastante tiempo. Por lo general, soy yo quien pone fin a nuestros amores, debido a que tengo que “hacer" algo. 

Esto me hizo pensar en mis relaciones humanas. No siempre estoy totalmente presente en las conversaciones, especialmente con la persona con la que vivo. Realizo muchas tareas a la vez, limpio y ordeno la casa, escribo en la computadora, riego el jardín, planeo el almuerzo o simplemente pienso en otra cosa. Ante esto las conversaciones son “de paso”, nunca nos detenemos a crear un espacio profundo solo para conversar. No es como reunirnos en algún lugar para tener una conversación completa, como lo hacemos con un amigo. 

¿Qué pasa si le damos a la persona o personas con las que convivimos toda nuestra atención mientras hablamos, como hago con mis gatos? 

He estado experimentando esto con las personas allegadas, ¡y los resultados son bastante profundos! Por lo general, se requiere un esfuerzo concertado para sacar mi mente de lo que sea que esté haciendo para estar completamente presente. Se siente como si hubiera sido interrumpida, así que necesito un segundo o dos para reorientarme. Una vez que mi mente está libre, mi próximo desafío es permanecer presente con cualquier persona y no dejar que mi mente divague durante la conversación. Es solo una fuerza de hábito que se vuelve más fácil y más natural cuanto más lo hago. El otro desafío es no interrumpir la conversación para poder volver a lo que sea que estaba haciendo antes de sentarme a estar presente con otros. Cuando puedo llegar a estar completamente presente practico dirigir toda mi atención, todo de mi interés y todo mi amor fluyendo hacia el otro. 

Practico no tener nada más entre nosotros, solo este hermoso flujo de atención, amor y conversación. No importa si con esa otra persona estamos hablando del clima, las tareas domésticas, las novedades o lo que sea, trato de estar completamente presente en cada conversación. 

Encuentro que practicando el dar atención y presencia a los demás, nuestras interacciones son más íntimas, más reflexivas y, por supuesto, más amorosas. 

Podemos elegir, aunque cueste al principio, comenzar a estar, realmente unos con los otros.

¡Y las bendiciones fluyen!

Tahíta

Soltando el control y Confiando en el Universo

Intentar controlar el mundo que nos rodea es agotador y frustrante.

Cuando tratamos de lograr el control, tomando todos los recaudos que consideramos necesarios y no lo logramos, como ocurre, nos sentimos abrumados, estresados y hasta deprimidos.

Nunca estamos realmente en control, al menos no desde el punto de vista de nuestra alma individual. Una vez que reconocemos esto y elegimos dejar ir, podemos sentirnos Uno con el universo. No es fácil aprender a ceder el control y dejar que el universo se haga cargo.

Muchas personas buscan desarrollar un sentido de empoderamiento,pero nunca su opuesto. Sin embargo, por experiencia propia sé que los momentos de impotencia son realmente ricos en potencial. Cuando estamos en lo más bajo del pozo, desesperados, realmente accedemos a la rendición. Esto ocurre cuando nos damos cuenta de que todo lo que enfrentamos es demasiado grande para manejarlo solos. 

Cuando nos rendimos, ya no estamos indefensos. Abrazamos esto desde un punto de vista empoderado, no como víctimas. Es entonces cuando conscientemente recurrimos a la mayor fuerza que existe, simplemente dejando ir la lucha y soltando el control para que obre el poder Infinito.

El amor es la fuerza que mueve todo el universo.  El amor es gracia. El amor ayuda, cuida y comparte dones, y siempre está ahí, si te abres. 

Cuando nos convertimos en una influencia amorosa para todos y priorizamos el amor en nuestra vida, atraemos todas las respuestas y asistencia del universo. Practica esto y observa cómo tu vida se alinea, sin ningún control o aporte de tu parte, solo con intenciones amorosas. 

Ese Amor nos aleja del miedo, que es el que nos hace reaccionar en lugar de responder. La mayoría de nosotros vivimos en un estado de reacción. Nuestro sentido de control se relaciona con la cantidad de "manejo de las cosas" que creemos tener. 

La iluminación tal vez consista en liberarnos de esta sensación de control. Realmente no sabemos lo que sucederá en los próximos cinco minutos de nuestra vida. 

Como parte de cualquier proceso de crecimiento, hay que dejar de lado la pretensión de control. Si bien podemos tener el control de nosotros mismo en algunos niveles, nuestra vida no está destinada a ser gestionada individualmente. 

Permítete experimentar con asombro. 

Déjate sorprender por lo desconocido. 

Puedes descubrir que abrirse a lo desconocido es más sanador y grato que el control.

Un Maestro dijo… ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. (Mateo 6: 28-29). Podemos emplear esta sabiduría como otra lección más para aprender de la naturaleza. 

Mira lo generosa que es la naturaleza. Observa la belleza y la sincronicidad de todo. Por mucho que te sientas como un extraño aquí, tú y tu vida no son un accidente. Todo este universo ha conspirado para brindarte esta experiencia. Esta fuerza está dentro y alrededor tuyo siempre porque tú también eres parte de este universo. Intenta verte a ti mismo como parte de él en lugar de como un observador externo solamente. 

Y siempre recuerda que cuando expresas gratitud, el mundo naturalmente se suaviza y te responde . Hay algo poderoso en estar auténticamente agradecido con el universo. Cuando esto se vuelve hacia adentro, puede ser trascendente. Es importante agradecer las pequeñas cosas o sucesos que aparecen en la vida. Son señales de que estamos siendo asistidos. Mientras más gratitud mostramos, más se abre nuestra vida a este tipo de relación con el universo, y se desarrolla la confianza.

Muchas de las trampas del camino comienzan en la mente individual. A medida que aprendemos a confiar y cooperar con el universo, nos movemos más allá de estas limitaciones internas. Si podemos ser testigos de la confusión y aleatoriedad de la mente y nos mantenemos agradecidos por la gracia y la sincronicidad que experimentamos, estamos listos para dejar ir los vericuetos mentales y concentrarnos en la evolución personal dejando que el Universo se encargue del resto.

Y siempre…SIEMPRE…escucha tu intuición, porque es el modo en que el Universo te acerca la guía.

La intuición es el sistema de guía interno. Dado que proviene de un espacio superior y más sutil de nuestra conciencia, a menudo se ignora, no se escucha o se malinterpreta. 

La importancia de la intuición nunca es exagerada. 

Esta guía viene del interior del alma y está directamente relacionada con el resto del Universo con el que somos Uno. 

Si deseas construir una relación de confianza con el universo, dedica tiempo a centrarte en lo que esta intuición te muestra como la opción más luminosa. 

Esta práctica redirige la percepción. No importa qué molestias o incluso problemas serios podamos enfrentar, siempre hay un elemento de gracia involucrado. 

Todo…desde el aire que llena nuestros pulmones hasta nuestra familia, trabajo y amigos, es una bendición del Universo. Todos los aspectos de nuestra experiencia de vida son satisfactorios y bendecidos, si elegimos verlos como tales.

Por eso…tomémonos un tiempo para notar cuán hermosa es la luz del sol que entra en nuestro espacio vital. Apreciemos esa sonrisa cálida de un extraño mientras esperamos en una cola. Tomémonos el tiempo para disfrutar nuestro alimento, masticando completamente y saboreándolo con conciencia. Estos pequeños y a menudo desapercibidos actos son parte de la gracia del Universo fluyendo con amabilidad y amor. 

Podemos dejar de lado nuestra preocupación por el control, y permitirnos sentir la seguridad de las intenciones del universo. Aunque puede haber momentos desagradables en la vida, en general, el Universo es extremadamente benigno para con todos. Sintonízate con esta conciencia y lo sentirás.

Intentemos mirar la vida, así como a nosotros mismos desde diferentes perspectivas y abracémoslo todo. Este poderoso acto puede traernos armonía y confianza y nos libera del deseo de controlar.

Así, rendirnos en lugar de pretender controlar desde nuestro personaje mínimo el Campo infinito de posibilidades, abre la puerta a la paz, el Amor y el sosiego que tanto ansiamos expresar.

 

¡Y las bendiciones fluyen!

Gracias. Gracias. Gracias.

 

Tahíta

 

Hagas lo que hagas…RECUÉRDATE

Hemos heredado la dualidad como respuesta a todo, por eso es que fragmentamos la realidad e incluso nuestro movernos dentro del Campo de consciencia y a la vez, no en contraposición, en la dimensión humana experimental…por eso aceptamos conceptos como “ser y no hacer” cuando en realidad, no se contraponen en absoluto y pueden complementarse amorosamente.

Cuando comencé a traducir el artículo del Michael Neill sobre “el ser o el hacer”, al principio me pareció trivial, pero cuando lo leí dos veces y comprendí la importancia de entender algo tan simple pero desechado, decidí que volvería sobre el tema. Porque aceptamos sin dudar afirmaciones de segunda mano, conceptos y verdades importadas de no sé dónde, sin abarcar el aspecto más amplio que nuestra consideración consciente nos mostraría…y eso, le quita validez a todo a aquello que aceptamos sin discernirlo.

Siempre “somos” o sea que nunca podría haber un momento en el que estamos “haciendo” sin “ser” Siempre somos el “Ser” que puede o no estar “haciendo” algo.

Lo que sí ocurre la mayoría de las veces es que nos olvidamos de lo que somos tras el personaje, imbuidos en el papel del ego y en la acción misma, cuando lo que tendríamos que lograr es “estar presentes" aún en la acción, y, aunque somos una unidad, poder para dicho efecto desdoblarnos y situarnos como testigos, al mismo tiempo que como hacedores.

Como solía decir un maestro “Hagas lo que hagas…RECUÉRDATE”.

Esa es toda la cuestión…no se trata de dejar de “hacer” lo que puede no ser posible para muchos, sino estar conscientes del Ser aun en la acción, lo que la mejorará tremendamente ya que una acción consciente es de un valor inmenso.

Por eso, tranquilos si sus vidas los lleva de una acción a otra…solo sigamos accionando, pero a la vez creando en la acción una brecha por donde la luz del Ser se cuele a interactuar y a iluminar la escena, desde lo más profundo de la no acción. Porque al fin, el concepto de la no acción no requiere inactividad, sino consciencia presente, presencia de esa parte nuestra que es inamovible en su grandeza, pero puede supervisar, y lo hace, al hacedor que como humano somos en la dualidad.

En estos últimos tiempos la vida me colma de requerimientos de acción…y en mi caso no puedo eludir el servicio y el cuidado, pero maravillosamente estoy aprendiendo a cada paso a estar atestiguando esa acción como necesaria y bendita, y todo pasa a cobrar una dimensión en la que la acción, es tan valiosa como un momento de meditación o de silencio…

Entonces solo me queda rememorar ese sabio consejo: “Hagas lo que hagas…RECUÉRDATE”.

 

Gracias. Gracias. Gracias.

 

Tahíta