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jueves, 29 de agosto de 2013

¿LA TIERRA NECESITA NUESTRAS ORACIONES?


Las necesitamos nosotros.

Lo que a la Tierra de ocurra, le ocurre al hombre y a todos los reinos…mas nosotros, que somos seres co-creadores de tolo que sucede en nuestro microcosmos y en el macrocosmos, somos los únicos que podemos asumir la tarea de revertir la devastación que observamos.

Algunos dicen…Nada hay por hacer…todo se reequilibra solo.

¿Para qué estamos aquí si no asumimos la responsabilidad de lo que observamos y creamos?.En eso consiste la herejía de la separatividad…en considerarnos individualidades guardianando solo de nuestro pequeño círculo egoico. Pues siento decirles a quienes no ven la maravillosa realidad de la inclusión cósmica, que nada está fuera de nosotros y desconectado de la vida. Por lo tanto, es asumiendo que somos parte del elemento que ha co-creado toda ésta realidad, como comenzaremos a darnos cuenta de que desde que abrimos los ojos por primera vez, somos causa de cuanta energía se desata en y alrededor nuestro.

Por tantas miles de dormidas individualidades que devastan la Tierra y la vida en ella, un puñado de seres de todos los colores tomamos la tarea de responsabilizarnos de cada pensamiento, palabra, obra y sentir que emitimos…para que lo de afuera refleje lo de adentro y caminar de manera sagrada, como decían nuestros ancestros, sobre la Tierra.

Un puñado, sí…pero un miligramo de consciencia trasmuta millones de desequilibrios, por la dispensación de la Gracia que nuestra propia Divinidad potencia. Así que…nunca consideremos que es la Tierra, fuera de nosotros la que necesita Oración. Cuando los llamo a ORAR POR LA TIERRA…quiero despertarlos a la realidad de la Unicidad con ella, lo que en realidad significa que al andar de manera sagrada sobre ella, al cuidar lo que emanamos, y al abrir el corazón enviando AMOR a todo absolutamente…esa emanación es potenciada por el Logos Planetario que sostiene nuestra experiencia terrenal, y podemos revertir el proceso de abandono en el que nos tenemos, cómodamente saqueando los tesoros que son nuestros…y que no es necesario arrebatar de manera indigna sino solo abrir la mano y el corazón para multiplicarlos.

Sí…muchos se ríen porque pedí orar por la Tierra. No es necesario, dicen.

Somos sus células. Así de fácil. La conformamos. ¿Qué pasaría si un grupo de nuestras células tomaran la iniciativa consciente de iluminar nuestro cuerpo órgano tras órgano? Liberarían su LUZ.

Eso mismo podemos cada uno hacer en la Tierra. Pueden llamarlo oración, meditación, irradiación, acción positiva o silencio creador.

Pueden sentirlo como puedan. Experimentarlo como puedan.

Orar por la Tierra, es hacernos cargo de que nada está fuera nuestro, de que todo es Uno, y de que cada toma de consciencia, es una elevación de la Vida toda, en cualquier planeta que sea.

LES ABRAZO!

Tahíta

EL NO HACER


Alguien me ha preguntado… ¿cómo se hace para “no hacer”?

Aunque la pregunta parece paradójica, la comprendo perfectamente.

El concepto oriental de Wu-Wei o no hacer, en occidente es a menudo mal interpretado.

Cuando se habla de no hacer o de inacción, espiritualmente se refiere a hacer algo sin esfuerzo, no a estar completamente inactivos. Y aún así, la palabra “esfuerzo” puede resultar confusa.

En el no hacer, no hay esfuerzo, aún el movimiento es algo natural. Al contrario, si pretendemos estar sin hacer nada, posiblemente emplearemos el esfuerzo, entonces, no sería un no hacer. Cuando nos sentamos a meditar, simplemente soltamos todo…si nos cuesta estar meditando, si tenemos que forzarnos, ya no es ni meditación, ni “no esfuerzo”.

El no hacer viene tras un doble proceso de relajación por un lado, y de entrega, por el otro. No es imponernos desde fuera la entrega y la relajación, sino algo que proviene desde dentro, desde una aspiración a entregarnos al flujo de la vida. No es fácil…y seguramente nos llevará tiempo…no esfuerzo…tiempo y aspiración, entrega y aprender a soltar la vida. El no hacer no implica inmovilidad externa, sino una actitud interna que nos lleva a veces al aquietamiento externo, mas no si necesitamos actuar. Si necesitamos actuar, como cotidianamente sucede, hacerlo todo internamente entregados y fluyendo, equivale al wu wei o no hacer.

Esto es lo que tenemos que tener claro: si se requiere una actividad, la realizamos, respetando la relajación y la entrega interna. Observen la naturaleza…

La flor, al abriese, está en Wu Wei, no hace nada, simplemente florece. Pero florece, no se niega a florecer.

Si la flor tuviera una mente similar a la humana comenzaría a preocuparse y a preguntarse : ¿Cambiará el color de mis pétalos al abrirse? ¿Me marchitaré pronto? …etc. Quizás aprendería un método para favorecer su proceso de floración. Allí, ya se apartaría del no hacer, o sea de ese hacer natural que es florecer.

El humano, del mismo modo, quiere dirigir todo el proceso mentalmente y el esfuerzo entra en su vida, sin permitirle el arte de fluir, de no hacer, de florecer sin esfuerzo. Si tuviera la fe del tamaño de un grano de mostaza, que es uno de los más pequeños del mundo, dejaría a su Divinidad el proceso y fluiría sin mayores dificultades.

Si uno trata de permanecer inmóvil durante 40 minutos meditando cuando la Vida le requiere trabajar, servir o danzar de alegría, eso no es “no hacer” sino apartarse de lo que el flujo pide en el momento presente. Por el contrario, cada vez que actuamos según el fluir de la Vida, ese acto de entrega es wu wei o no hacer.

No hacer, muchas veces sí significa eso literalmente, mas siempre referido a no hacer nada que no sea esencial, a no gastar energía y dones en cosas intrascendentes, mas si la vida te hace sentir algo como necesario, lo haces, y no te sales de la Ley, que es el amor, que es el gozo, que es la no tensión…o sea, el flujo.

Hay que dejarse vivir por la Vida. No somos nosotros los que vivimos la Vida…la Vida es eterna, por lo tanto, ella nos vive, ella nos acepta como canales de su flujo….y cuando nos entregamos a él, se nos susurrará cuando movernos cuando no, sin discordar con el no hacer, con el no esfuerzo.

Tampoco tenemos que pensar que el “no esfuerzo” significa no hacer nada que requiera perseverancia y tenacidad, ser negligentes, haraganes o abandonados. No. Significa no hacer nada forzados, pero sí hacemos lo que creamos conveniente, con perseverancia y disciplina que provenga de nuestro interior.

El no hacer también incluye, salirnos un poco de la carrera materialista y darnos el tiempo necesario para la interiorización, de la cual florecerá claramente qué cosa brota de una necesidad genuina de acción, y cual no…y así podemos en paz, disfrutar tanto de una acción como de una absoluta inactividad, dosificándolas, siendo conducidos graciosamente en el flujo sin esfuerzo de una Vida orientada por el Espíritu…aún en la dualidad.

Si permanecemos conectados a nuestro Centro, siempre sabremos cuando actuar y cuando no hacerlo. Y en esa Gracia reconectiva, todo será un no hacer, o sea, un no forzarnos a lo que no sentimos como esencial y genuino para el momento.

Servir…puede ser un hermoso wu wei.

Irradiar Luz…puede ser un hermoso wu wei.

Forzarnos al servicio o a irradiar lo que no somos ni sentimos, es una distorsión al igual que la inmovilidad autoimpuesta de quien cree que con ella será más santo o más acepto.

Cuando nos soltamos y nos entregamos a la Vida… todo se convierte en wu wei.

MI CORAZÓN LES ABRAZA!


Tahíta

POR LA TIERRA - Tahíta


La oración es una manera de conectarnos con la Divinidad. La más profunda, es sentir la Unidad en Silencio, no simplemente pedir algo.

Nuestras oraciones personales, son una forma de percibirnos unificados con lo sagrado, con nuestra naturaleza más profunda y la del mundo que nos rodea. De cualquier manera que oremos, hay una gran necesidad en este momento de incluir a la tierra en nuestras oraciones.

La creación misma nos está llamando, enviándonos señales de su desequilibrio. Podemos verlo en las crecientes inundaciones y sequías, sentirlo en una tierra que ha sido envenenada con pesticidas, y los que tenemos el corazón abierto, podemos escuchar en la naturaleza, el clamor de la Tierra…un clamor a la humanidad que se suponía iba a ser el guardián del planeta y que ha olvidado su responsabilidad y en su lugar profana y destruye.

La tierra necesita nuestras oraciones. Tenemos que reconocer su carácter sagrado, y darnos cuenta de que no podemos seguir saqueándola. Hay muchas maneras de orar por la ella. Comencemos primero reconociendo que no es algo inerte, sino la manifestación de una entidad espiritual, el “logos de la Tierra”…que muchos han sentimentalmente afeminado y puesto nombres también femeninos. No tiene sexo. Es una Entidad de Luz que en esencia está interconectada con nosotros y todos los seres que habitan en su parte física, a la que ha cedido para el desarrollo de todas las especies. Podemos sentir su sufrimiento: el sufrimiento físico que vemos en las especies que mueren y en las aguas contaminadas y el sufrimiento más profundo por nuestra indiferencia ante su carácter sagrado.

Durante siglos se entendió que el mundo era un ser vivo con el alma, y que somos parte de este ser. Una vez que nos acordemos de esto, nuestras oraciones fluirán más fácil y naturalmente. Estamos dentro de la misma Divinidad, y en ella, podemos simplemente llevar a nuestros corazones ese sufrimiento que nos rodea e irradiar amor y misericordia. La Gracia nos acompañará. El poder de la Divinidad puede más que toda la sombra de la humanidad.

Oremos para que la Divinidad de la cual todos formamos parte pueda redimir y sanar el sufrimiento de esta hermosa Tierra.

A veces es más fácil orar cuando sentimos la tierra en nuestras manos, cuando trabajamos en el jardín cuidando nuestras flores o vegetales. O cuando se cocinamos, preparando las verduras que la tierra nos ha dado y las mezclamos con hierbas y especias.

La unicidad divina de la vida está dentro y alrededor de nosotros. Caminando en la naturaleza podemos sentir su latido y su maravilla, y nuestros pasos se vuelven pasos de reconocimiento. La simple práctica de "caminar de una manera sagrada" en la que con cada paso que damos sentimos la conexión con la tierra es una manera de volver a conectar con su espíritu vivo.

Hay tantas maneras de orar incluyendo a la Tierra en nuestro trabajo interno, como práctica espiritual simple y necesaria! Recordémoslo al observar un hermoso amanecer o atardecer, un cielo lleno de estrellas, una flor abriéndose…o al escuchar el canto de los pájaros, el ulular del viento que nos y trae el aliento de vida, las hojas crujientes del otoño bajo nuestros pies. Todos esos regalos tienen que abrirnos a orar, en un intercambio íntimo con el espíritu de la Tierra, sus fuerzas dévicas, sus elementales…no con repeticiones vacías, o desde la mente, sino amando y reconociendo nuestra Unicidad con ella.

Siempre es a través del corazón que oraremos, de la manera que consideremos apropiada…aun en el silencio total, enviando amor y Luz. ¿Realmente sentimos el sufrimiento de la tierra?¿sentimos su necesidad? ¿Sentimos nuestra relación con la creación, la forma en que somos parte de ella? Entonces nuestras oraciones serán una corriente viva que fluirá de nuestro corazón.

Cada paso, cada acción, serán una oración por la Tierra, recordando cuan sagrada es.


Ya es hora de Orar por ella, de la manera en que sintamos, a corazón abierto…pues nuestra energía es la que la alimenta y despierta la acción de la Gracia que puede sanarla y sanarnos.


MI CORAZÓN LES ABRAZA!


Tahíta

La Tierra es mi maestra.

La Tierra me enseña quietud, de la hierba ante cada rayo de Luz. Así puedo escuchar el susurro de mi corazón.

La Tierra me enseña el sufrimiento de la memoria en antiguas piedras .Así aprendo que elegimos el dolor, para perdonar y ser libres.

La Tierra me enseña la humildad de un capullo en su comienzo. Así aprendo a ser paciente con todas las cosas, especialmente, conmigo mismo.

La Tierra me enseña a cuidar, como la madre natura a sus hijos. Así puedo desarrollar compasión por todos los seres.

A Tierra me enseña el valor, como el del árbol que permanece solo. Así puedo conocer lo que es la fortaleza interior.

La Tierra me enseña los límites de una hormiga solitaria. Eso me lleva a descubrir el gran poder de Unificarnos.

La Tierra me enseña la libertad del águila que sobrevuela el cielo. Así puedo saber lo que se siente seguir a mi corazón.

La Tierra me enseña la aceptación de las hojas que mueren cada otoño. Entonces aprendo a permitir y aceptar agradecidamente el flujo natural de las cosas.

La Terra me ensaña la renovación, a través de cada semilla que brota en la primavera. Así puedo experimentar nuevos comienzos, cuando emerjo con nuevas ideas y creaciones.

La Tierra me enseña a olvidarme de mí mismo, como los copos de nieve se olvidan de su vida disolviéndose. Así, puedo recordar el propósito mayor de mi existencia.

La Tierra me enseña a recordar la bondad…a través de los secos campos regados por la lluvia. Así, puedo practicar la bondad cada día.

A medida que nosotros comenzamos a reconocer a la Tierra y sus reinos…nos damos cuenta de que ellos están aquí para sustentarnos en la senda hacia en Gran Misterio.

martes, 20 de agosto de 2013

ATIENDE AL MENSAJERO!


No tenemos que llegar a ninguna parte. No necesitamos hacer ningún “viaje sagrado” a ningún sitio físico, salvo zambullirnos conscientemente en el viaje humano en el que estamos desde que decidimos encarnar en éste mundo de dualidad.

No tenemos que conseguir nada. La espiritualidad, la verdad y la consciencia son dones que nos pertenecen, y que por etapas y paso a paso, se nos revelan, simplemente viviendo atentos y aspirando a esa expansión. Ser un “buscador espiritual” es solo una etapa inicial, porque nada encontraremos hasta abandonar esa necesidad de encontrar algo que nos salve, redima o saque de la confusión. Cuando dejamos de buscar, se clarifica todo y no buscamos más…solo nos abrimos a LO QUE ES.

Tampoco tenemos que destruir al ego (desencarnaríamos si lo hiciéramos) ni luchar contra él o tratar de someterlo. En realidad solo tenemos que dejar de identificarnos con él y centrarnos más por encima de él, para que ocupe su lugar sin tomar el mando de nuestras vidas.

Eso es un alivio: no tener que buscar nada, ni conseguir nada, ni luchar contra nada.

Cuando lo hacemos, la mente se vuelve más aquietada y silenciosa, la consciencia se expande, la verdad comienza a mostrar sus primeras luces, y podemos considerar que eso es el camino espiritual natural, viniendo a nosotros, sin tensiones.

Sé que algunos aún creen necesitar un camino externo, un maestro, un texto guía. Pues no se mortifiquen. Sigan lo que sientan. Después de todo, la verdad interior solo se revela cuando ya probamos demasiadas cosas, cuando las rechazamos, cansados y las descartamos. Para eso, la mayoría tiene que vagar por muchas ideologías, métodos, sistemas. Unos pocos, los que ya lo hicimos en otras encarnaciones, de plano no encajamos en sus filas. Nadie es mejor. El modo es particular de cada quien.

La aspiración del alma es la brújula que te hace moverte con menos o más urgencia hacia el desechar lo externo, a tu propio ritmo. Nadie fracasa. Nadie está retrasado. Todos son honrados en la creación de su propio camino. La consciencia no puede forzarse, solo estimularse para su expansión…y de ella depende la verdad. Son hermanas gemelas…donde una crece, crece la otra, donde una habita, habita también la otra.

Es muy difícil expandir la consciencia través de afirmaciones y del uso de la mente. Por eso estamos ponderando el camino del corazón, que es el más equitativo. Es el más equitativo y directo porque la intuición es un don instantáneo, si abres el corazón, y ni siquiera tienes que tener una biblioteca llena de conocimientos en tu mente, para que su Luz llegue. Es un camino hasta para el más simple…diría que es más fácil para los simples que para los teóricos y sapientes.

Y volviendo al tema inicial…para que la Luz de la Intuición, la Luz del corazón despierto te llegué, te guíe, ilumine tus zonas de sombra, expanda tu consciencia para conducirte a la verdad y se convierta en tu camino espiritual…no es necesario ir a ningún sitio, ni buscar, ni luchar.

Solo hay que abrirse al llamado interno que cientos de veces cada día toca a la puerta de la consciencia, sin ser atendido.

Recuerda, no es el cielo el que no responde. Si no encuentras respuestas, no estás atendiendo al mensajero. Silénciate un poco…recuérdate fuera de la maroma mental del día a día…y escucha. Ni siquiera tienes que pedir. Escucha.

Esa es la base de la Vida espiritual que buscas. Deja de buscar. Escucha…y hazlo con atención y lo más seguido posible.

El secreto de la espiritualidad es simple.

No dejes que te lo compliquen con métodos humanos que te distraigan del mensajero.

El mensajero, ERES TÚ MISMO…desde un nivel dimensional muy elevado, y asistido por toda una comitiva de guías, ángeles, servidores y maestros…que conforman esa sopa energética infalible que solemos llamar DIOS!

Atiende al mensajero!

MI CORAZÓN TE ABRAZA!

Tahíta.

GUARDIANES DEL TIEMPO


Se nos ha dicho tanto que el día se ha acortado y que no alcanza ya para lo que hacíamos, que vivimos corriendo de una tarea humana a la otra, sin vivir enteramente cada instante. Tenemos que despertar a que el tiempo es solo una percepción, y que cada uno puede, según su estado de consciencia, ser su propio Guardián del Tiempo .Hay días en los que el reloj parece volar…y otros en los que, cuando estamos cumpliendo en Ley con algo que sí o sí tenemos que resolver, creamos la gracia inmensa de extender el tiempo, y resolver todo cuanto hay que resolver…y más!!!

Eso es tiempo extendido…un tiempo que se nos regala amplificado cuando estamos en servicio. Comiencen a percibirlo y a tratar dentro de ustedes de co-crearlo, estando disponibles para la tarea. Singularmente, cuando estemos mal utilizando el tiempo, éste parecerá esfumarse.

Cuando comenzamos a abrazar una verdadera compresión, el mismo en lugar de parecer acortarse, comienza a actuar en complicidad con nuestro lado consciente…por supuesto, esto recién comienza como proceso, por lo que cada día no tendremos la misma extensión del tiempo. Para comenzar a experimentar esa co creación consciente que hacemos con el Universo, el tema es estar presentes e ir aplacando la prisa, haciendo todo a consciencia y no mecánicamente. La recompensa de la consciencia es la expansión temporal para lo que necesitamos hacer, conscientemente en Luz.

No lo hacemos solos. De hecho somos muchos entes de Luz en unión que estamos en esa re-calibración del tiempo, y se nos informa que el 19 de agosto es una fecha desde la cual comenzará a ampliarse la expansión de ésta gracia. No es desacertado pensar en un Guardián del Tiempo, o sea una entidad amorosa que está irradiando mucho de sí para éste servicio, mas no olviden que somos UNO actuando en una red de energía infinita, y por lo tanto, en cierto sentido, cada uno de nosotros somos nuestro propio guardián del tiempo, y lo somos también en tarea, para toda la Tierra y más.

Que la noción del tiempo se expanda, nos permitirá expandir otros dones…así que comenzar a hacer consciente cada vez más nuestro día a día será la condición para que lo sintamos y utilicemos percibiéndolo. Aunque en esencia participamos de una entidad colectiva llamada Dios…humanamente puede estar resultándonos difícil atemperar la acción de nuestros egos, que se mantienen y sostienen alimentándose del factor tiempo. Por lo tanto estar atentos nos conduce a no darle el mando a esa versión nuestra necesaria, pero demasiada anclada a no expandirse trascendentalmente hacia otras realidades.

¡Esta es una energía diferente! No lo notamos, pero cada día la frecuencia de la energía cambia y en ese adaptarnos suelen aparecer los síntomas que se mencionan como ascensionales. Ya no se trata solo de irradiar Luz sino de hacernos conscientes de que somos el guardián de Tiempo, de que somos los co-creadores de infinitas posibilidades que tras la caída de los velos densos nos mostrarán más allá del humano experiencial.

Para comenzar…aunque deseemos parar la contaminación, salvar las ballenas, acabar con el hambre y la violencia…tenemos que comenzar con nosotros mismos y tratar de hacer disponibles esos dones para cambiar cosas más pequeñas en nuestro ámbito de acción.

¿Queremos una Tierra sin contaminar?...Observemos si estamos contaminando, conscientemente.

¿No deseamos que nadie pase hambre?..Observemos cómo tratamos al alimento y si estamos ayudando al de al lado, no es necesario irnos al África.

¿Nos aterra el estado de violencia?...¿Estamos siendo violentos con cualquier ser, humano, animal o aún vegetal innecesariamente? Esto se pondrá más y más duro para el que aún se alimente de vida animal, o no se abra a la compasión. Comencemos por lo cotidiano para extender la visión de lo que queremos y el Tiempo responderá a esa expansión de consciencia. Mientras tanto…si no expandimos esos puntos de nuestra propia co-creación, no se nos dará la llave del poder.

Es una reactivación de poderes que responden a una llave, que está en nuestras manos. Siempre lo ha estado.

La expansión del tiempo se produce no solo por re-acomodamientos externos,que sí están ocurriendo, sino por una combinación exacta que todos co-creamos para comenzar a movernos en muchas dimensiones, conscientemente. Movernos en otras dimensiones además de ésta que experimentamos más densamente nos hace posible comenzar a elevar básicamente a toda la humanidad, y cuando hacemos esto, nuestro mundo cambia. Hasta la manera en que solíamos hacer las cosas repentinamente cambia y tenemos que encontrar nuevas formas de hacerlas. Lo que funcionaba antes, ya no funciona.

Aceptemos que reacomodarnos lleva implícito, como dije antes, un estado de atención y de disminuir la prisa para estar expandiendo posibilidades.

El tiempo no es una línea como la vemos, y dentro de su apariencia, podemos y de hecho lo hacemos cocrear muchas diferentes dimensiones…en síntesis, estamos todos conectados energéticamente y como Uno, podemos comenzar a percibirnos y percibir ésta aventura de la vida, como nunca antes lo hemos hecho, desde la posición de responsabilidad, y la necesidad dejar caer los sistemas de creencia que nos limitan a una caja de espacio-tiempo de la que somos creadores también…Claro!.

Esto es trabajar con la luz. La luz siempre puede brillar por encima de la oscuridad, pero la oscuridad no tiene la capacidad de brillar por encima de la luz. Tenemos nuevas capacidades para alcanzar y reflejarlas en nuevas formas de servicio. Para ello necesitamos romper la vieja relación que tenemos con el Tiempo y comenzar una nueva en la que no lo fragmentamos en un momento para trabajar, otro para descansar, otro para aprender…sino que lo integramos en el eterno presente consciente, que dará lugar a toda la expansión que necesitamos para nosotros y el planeta.

Hagámoslo con alegría, con responsabilidad y consciencia, cada día, en la medida que podamos, y el Tiempo, se expandirá verdaderamente abriendo la puerta a otros dones que tenemos que reactivar.

QUE ASÍ SEA…Y ASÍ ES!!!

MI CORAZÓN LES ABRAZA.

Tahíta

CANALES DE COMPASIÓN


Vivimos en un plano de movilizantes opuestos complementarios - positivo / negativo, masculino / femenino, luz / oscuridad….que nos gusten o no, son las herramientas para la escalada hacia la Unicidad plena. Cuando nacemos en este plano de opuestos complementarios, lo incondicional se convierte en condicional.

Sin embargo, de alguna manera sentimos que en nuestro interior somos vehículo, sembradores y creadores de ese amor incondicional, y que en nuestra parte humana, lo condicionamos todo debido al juego de la dualidad. Cuando tenemos una vislumbre de ese Amor divino superior “sabemos” que es mayor que cualquier cosa que hayamos experimentado.

Afortunadamente, conscientemente nos queda un acceso, una puerta poco frecuentada por la mayoría, mas valorada por los servidores y aspirantes humanos, que nos introduce en esa incondicionalidad :la compasión.

Compasión, es sentir aquello que el otro experimenta, y movidos por ese sentir, acercarnos en amor. Es el mensajero del alma que nos convierte en ayudantes y consoladores de los que sufren, sean del reino que sean…y por supuesto nos conduce a no infringir dolor innecesario a ninguno de ellos.

No podemos conocer la plenitud de lo que significa la compasión sin aplicarla a nosotros mismos. Esto abarca no autojuzgarnos, saltar fuera de la culpa, del remordimiento, del auto castigo. Cuando abrimos el regalo de la autocompasión, sabiéndonos merecedores de él, una gran paz y gracia descienden al humano aún condicionado, y experimentamos una conexión más duradera con nuestro ser superior…del que somos reflejo en lo humano.

Cada uno de nosotros tiene una conexión con el yo superior, que es donde nos sintonizamos con el amor incondicional. Dicha conexión nos permite liberarnos del pasado y disolver todos los lazos de energía negativa que nos unen a él. Ésto es ser compasivos con nosotros mismos. Recordar lo que somos y siempre hemos sido. Recuperar partes nuestras imprescindibles que hemos dejado en el olvido y sin las cuales no nos sentimos en completitud.

Si aspiramos ayudar a la cura de los demás, comencemos por recobrar esas partes y recordarnos enteros…eso nos lleva a la sanación de muchos aspectos y de los aspectos de los demás, pues compartimos los mismos campos energéticos. En lugar de eso, no metemos en el lodo del drama cotidiano que se nos siembra de todos lados, nos dejamos arrastrar hacia abajo, al dolor y el sufrimiento por lo que a los demás les sucede, y nos envolvemos y hundimos en ese fango.

Allí, no podemos ser de utilidad. Aplicar la compasión por nosotros mismos, nos moverá a elevarnos de ese lodo pegajoso, despegarnos y desde cierta altura, poder ser mejores canales compasivos.

Por lo tanto, el amor por nosotros mismos es por donde debemos empezar. Cuando nos amamos a nosotros mismos, compartimos la esencia de la vida con los demás. No se trata de un juego en el que permitimos al ego ponerse primero, sino elevar nuestro amor y elevar a los demás con nosotros.

La compasión es la clave. Tengamos compasión por nosotros mismos. Abracémonos sin juzgarnos, aún percibiendo las partes que tenemos que iluminar de nuestros rompecabezas de vida. Al expresar auto compasión y aceptarnos como la chispa divina que somos, nuestro ser entero se expande como el universo se expande y al hacerlo, florecen la alegría, la aceptación, la comprensión por todos los seres, por su esencia ilimitada que juegan el juego de la limitación humana.

A partir de ese estado somos capaces de encarnar y emanar el aspecto del amor divino conocido como compasión. Nos reconocemos como canales de compasión, como emisarios de ese aspecto incondicional que busca mensajeros humanos que lo encarnen y vivan.

No alcanza con leerlo o comprenderlo. La letra y el pensamiento mueren cuando no lo regamos cada día con el agua de la práctica…gota a gota.

MI CORAZÓN LES ABRAZA!

Tahíta

QUE NO TE CUENTEN LA VIDA!!!


Que no te cuenten la vida…hasta el último aliento zambúllete en ella y nada, tanto en las superficiales apariencias agitadas, como en la profundidad apacible de lo que en su lecho guarda.

Que no te la cuenten…NO!!!

No importa que llevado en su corriente las piedras te lastimen una y otra vez el traje, que tu cabeza se enmarañe en ilusiones nunca del todo vanas, y tengas que romper estructuras que te impiden seguir fluyendo.

No importa que los otros viajeros de la corriente, sabios maestros que orquestaste en el plan perfecto, sacudan la barca de tus emociones y a veces la hagan colapsar.

No importa que día a día debas re-cordarte más allá del flujo que termina, sí o sí, donde esa veta humana se agota y brota la unicidad de la que nunca la corriente se apartó, aunque así lo creímos.

Que no te cuenten la vida…Porque es el modo más directo de re-descubrir que lo que llamamos camino, espiritualidad, re-ligión, no tiene otro modo de ser experimentado , de hacerse accesible, mientras seamos habitantes de éstos cuerpos amorosamente co creados para esa aventura experiencial.

Si... es cierto que muchas moradas hay, y planos sutiles en que nuestra esencia goza sin limitaciones de “lo que es”…mas, antes de acceder plenamente a ellos, tenemos que dejar por el camino, hecho jirones, todo cuanto nos aparta del Amor, que es la ley que gobierna los Universos…y para ello, la vida dispone de infinitud de escenarios preparados para que ese viaje nos depare todo lo necesario y trascendamos cada tramo.

Por eso…

NO DEJES QUE TE CUENTEN LA VIDA…VIVE!!!

No esperes, no critiques, no ensombrezcas ni maldigas, no menosprecies ni rechaces nada de lo que la vida trae a tu puerta…porque es exactamente lo que pediste, creaste, aceptaste, íntimamente para que éste proceso te lance a la verdadera Libertad y Luz de la que tanto hablamos y que tanto apartamos cuando como requisito se nos pone la consigna de “atravesar” una experiencia, no saltarla por encima o tomar un atajo.

Aceptación…atención plena, momento presente, recuerdo cada vez más continuo del ángel que prepara las alas dentro nuestro, apertura del corazón, aunque duela, quietud y a la vez accionar compasivo, firmeza, visión…he aquí solo algunas de las corrientes que se van nutriendo y a la vez nos nutren cuando nos animamos a VIVIR el gran flujo, sin dejar que solo nos lo cuenten.

Tal vez en ese flujo solo hayamos elegido ser observadores…mas aún así, que esa elección responda a lo que sentimos íntimamente.

Recuerdan?...

NO CANTES LA CANCIÓN DEL DEBERÍA,

DANZA LA DANZA DEL “ASÍ ES!!!”…

NUNCA DEJES QUE TE CUENTEN LA VIDA!!!!

Mi corazón les abraza!

Tahíta

La Experiencia del otro no es tu Verdad...solo es creencia!


La verdad…tu verdad, no puede basarse en tradiciones o creencias.

La palabra “tradición” proviene de “tradere” que significa “algo dado por alguien a otro”. Nadie puede darte la verdad…la verdad solo puedes experimentarla y así reconocerla. Es como la espiritualidad, o como el contacto interno…no pueden enseñártelo, ni vendértelo en un curso, ni en un libro. Esos son toques de consciencia para preparar el camino a la experiencia propia de la verdad.

A la verdad la tienes que hacer florecer, desde donde sea que lleguen a tí las semillas.

Por eso fallan las religiones…las religiones dogmáticas están llenas de tradiciones…de cosas que se presentan desde fuera como verdad, no como semillas.

La verdadera religión, el arte de re-ligarte con LO QUE ERES no puede basarse en tradiciones, sino en miles de posibilidades de florecimiento que corren por tu cuenta.Jesús floreció, Buda floreció, Krishnamurti floreció, no para que copiaras su manera de florecer, sino para mostrarte cuan posible deseable y necesarios es que tu florescas, independientemente de su peculiar manera de realización.

Cada búsqueda que haces, es un viaje hacia tu centro. Cuanto más te adentras más sagrado percibes el camino…un camino en el que las experiencias de los demás solo sirven para preparate y mantenerte en espectativa…nunca para que las tomes como verdades. Así…si lees mi experiencia…ella es solo una experiencia para mí, mas para ti…es una creencia sobre algo que otro experimentó…y eso, no es tu florecer…eso es el perfume del florecer de otro que te recuerda que tú puedes acceder a lo mismo.

Tu verdad no viene de afuera, no puede hacerlo.El mundo interno crea y recrea el exterior...y así como no eres el reflejo en el espejo, nunca encontrarás en en camino de la verdad más que huellas... mojones...semillas.

La semilla puede viajar en el viento, mas la semilla, si se queda así cerrada, no puede convertirse en flor, por eso tienes que volverte vulnerable, abrir el corazón y así, abierto…PUEDES FLORECER!

No te digo que no tomes en cuenta el toque de otro maestro…sea uno personal, un libro, un árbol, un niño…solo recuerda que ese maestro refleja la verdad interna de tu espíritu como jardinero maestro de todo tu florecer.

La verdad es una danza que debes danzar…y quien frente a ti baila te la muestra, mas no eres un bailarín porque veas a otro bailar….

Recuerda...Lo mejor de tu vida, no pueden transferírtelo desde fuera.

Recuérdalo cuando leas a Jesús, a Buda, a Krishnamurti. Observa cómo danzaron, como florecieron, como perfumaron…y luego experimenta tu propia danza, tu propio florecer, tu propia fragancia.

No permitas que su aspecto sagrado se convierta para ti en un dogma, en una creencia, sino en un impulso energético que te encienda y te queme en la verdad, porque la verdad, la verdad no puede más que ser experimentada.

Cuando te encienda…suelta todo lo demás. Nunca te conformes con el fuego ajeno.

Si lo haces, la verdad permanecerá como teoría, y ninguna teoría quema, ilumina, florece, perfuma o abre tu corazón.

No te conforme con menos que la experiencia. Nunca te conformes con nada.

Conformarse: con-forma…algo que te moldea, que te limita a una forma.

Revolotea sobre todo eso y experimenta la gloriosa libertad del SER. No venimos a copiar fórmulas generales, ni a adoptar lo que otros predican como "el camino"...vinimos a crearnos uno propio y a la medida de nuestras aspiraciones únicas e infinitamente libres.

Si te ayudan...acepta los indicadores del camino, acepta la mano que se tiende para ayudarte en el ascenso, acepta el recordatorio de otras almas que ya recorrieron, a su manera, el trayecto que está frente a ti, y hasta acepta que un maestro pueda poner tus pies en la senda y darte un envión…mas ten en cuenta que nadie puede caminar por ti, ni vivir por ti. Es tu viaje. No cargues con verdades ajenas...solo considéralas...y suéltalas!

EXPERIMENTA TU VERDAD…Y LA VERDAD TE HARÁ LIBRE!
MI CORAZÓN TE ABRAZA.


Tahíta

EL BALANCE DE LA CORRIENTE


Cuando los humanos hablamos de éxito, por lo general nos referimos a los grandes logros en los aspectos externos de la Vida. Como si lo externo pudiera darnos la realización y la felicidad definitivas.

Todos los logros materiales, por sí mismos, no son buenos ni males…son una experimentación más, complementaria y necesaria.

Cuando el maestro nazareno hace más de dos mil años nos dijo “Busca primero el reino (interior) y todo lo demás te será dado por añadidura” se refería a un estado de balance, en el cual poniendo atención al proceso interno, se va reacomodando lo externo (la añadidura)

El peligro, consiste en que esa “añadidura” acapare toda nuestra atención, nuestros esfuerzos y expectativas…y nos olvidemos de que la base de la vida es la Vida del Espíritu, que está permitiendo la experimentación en el mundo de las formas.

Alguien a punto de jubilarse, una vez me dijo…”tengo terror a dejar de ser tenido en cuenta por los demás, y encontrarme dentro con el extraño que soy”. Tal vez sea el miedo de muchos…porque la mayoría de las personas permanecen tan centradas y ocupadas en su vida mundana que nunca se han tomado el tiempo de conocerse realmente, de saber qué ocurre en su interior.

Nada es más importante que saber lo que está sucediendo en nuestro interior. Dado que la Vida es un proceso, tiene dinamismo en su manifestación, se renueva constantemente. Crece y evoluciona. Y lo hace a través de la consciencia que ponemos en dicho proceso…por eso, si no estamos prestando atención al interior, el proceso se hace lento, aburrido y termina por estancarse.

Eso es llevar una vida mundana. Permanecer en la superficie de todo, sin reconocernos en la profundidad de lo que mueve toda la existencia.

El proceso de despertar, exige atención en el interior, balanceando sabiamente todo lo que experimentamos fuera.

No es necesario aislarnos ni olvidarnos de los retos cotidianos…NO…Ellos son parte de nuestra escuela de vida.

Como decía Krishnamurti…”No se trata de estar tan ensimismados en lo interno como para olvidarnos de nuestra familia, amigos, y perder el tren que nos lleva al empleo”….

Podemos experimentar lo intemporal…y todavía tomar el tren para continuar con nuestra vida exterior.

Perder el tren no significa que eres espiritual, significa te has perdido en un sueño que llamas espiritualidad…y que de ser la AUTÉNTICA …haría posible que amorosamente balanceado, pudieras moverte de ambos lados de la corriente de la vida, con igual eficacia y atención.

Si no estás consciente de tu interioridad, no estás llevando una vida espiritualmente equilibrada…mas si no puedes desenvolverte en el exterior con el mismo cuidado, atención y consciencia…tampoco.

No hay escisión en la Vida Una…como es adentro es afuera, y viceversa. Vigila cada aspecto de la corriente, y llegarás a el punto en el que ambas, autorreflejándose se reconozcan como hijas conscientes de una única fuente.

En la unidad te abrazo!

Tahíta

EL JUEGO Y LA PARTIDA


Nunca observo tanto miedo como cuando publicamos artículos que tocan el cuerpo de dolor de tantos ángeles humanamente disfrazados.

Cuando ahondamos en el tema del aborto, del suicidio, y aún los que no tocamos, como las violaciones o la fresca y verídica no existencia de un Dios hecho a la imagen del hombre.

¿Tienes la capacidad luminosa de leer, abierto el corazón y aceptar el juego lleno de facsímiles de éste aprendizaje en que almas perfectas asumen sombra y aparente maldad para que la obra tenga sentido?

Si es así…has avanzado mucho y comprendes que nunca podemos juzgar el papel que con amor o por otra causa, un alma está interpretando. No hay pecado. No hay faltas imperdonables. El suicidio no condena al alma a ningún fuego eterno, y en aborto, desde el plano del alma, no es un asesinato, solo una manera en que el alma a nacer, decidió sacrificar un cuerpo, para el aprendizaje de muchos. Mas esa alma, al instante entra en otro útero, verdaderamente elegido para encarnar.

Todo esto no es una justificación de ningún hecho, ni un ponernos a favor o en contra de quien, movido por el viento de leyes que no siempre reconocemos, se deja llevar para ser efecto, hasta que en un luminoso día emprende la tarea de ser “causa” de otras opciones menos dolorosas.

ACEPTACIÓN Y FE.

Aceptación de que a ninguna alma se la daña, ni se la incluye, sin su permiso a participar en el juego de la vida humana.

Fé en que somos parte de un plan, no impuesto, sino auto co-creado para manejarnos como podamos, según los dones y habilidades que vamos desarrollando, y que lo que aceptamos experimentar es el trampolín para trascender todo esto que tanto miedo nos causa.

ACEPTACIÓN Y MIEDO de que MUERTE es solo un aspecto más de la vida, un modo de salirnos de cada obra para iniciar otra, como lo escogemos…y de que la demonizamos y tememos tanto, que cualquier cosa que tenga su recuerdo, la apartamos de un empujón fuera de nuestro pensamiento o sentir.

Cuando alguien parte casi todos dicen…”pobre”…en lugar de decir “Bienaventurado”

Muchos se visten por fuera y por dentro de negro y de tristeza en lugar de festejar la liberación del cuerpo físico de los atributos más altos que se elevan sin límites a otra aventura.

La mayoría entra en el recordatorio de su propia partida, y eso es lo que le agobia, no la partida del otro. Cada ser que deja la escena, que ha cumplido su ciclo y tiene la oportunidad de un mejor papel, según haya desempeñado el otro, no representa una alegría para el que queda en escena, sino un desprendimiento de su propia idea de inmortalidad humana…esa que no existe.

Mas…ser eternos en la eternidad de Dios, es liberarnos de la idea que la forma limitante es el Ser, de que necesitamos la densidad para seguir manifestándonos, de que ésta escena que conocemos es el principio y fín de nuestra potencialidad espiritual.

De nada pretendo convencerlos. Porque no se trata abrazar creencias sino de abrirnos y percibir lo que SOMOS…escuchando al maestro de los sueños, inclinándonos a la “corazonada”( intuición) y no a la mente concreta, comprando un pasaje de ida en el tren del eterno presente para estar cada vez más conectados en atención y presencia, con esa realidad que no teme a la muerte, que no se escandaliza con el aborto, con el suicidio, con el error propio o del otro, sino que los acepta como una parte del juego necesaria y acordada por todas las partes. ASÍ ES!..Mas tienen que permitirse la posibilidad de acceder por ustedes mismos a la esencia que les revelará todos sus tesoros.

Vuelvo a hacerte la pregunta…

¿Tienes la capacidad luminosa de leer, abierto el corazón y aceptar el juego lleno de facsímiles de éste aprendizaje en que almas perfectas asumen sombra y aparente maldad para que la obra tenga sentido?.

QUE ASÍ SEA!!!

MI CORAZÓN TE ABRAZA, CUALQUIERA SEA TU RESPUESTA!

Tahíta

LA ARMONÍA


Basado en un Texto Inédito del maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov

Actualizado y sintetizado por Tahíta-

Hace un rato, comiendo almendras, pensaba que podríamos plantar todo un campo de almendros. No solo porque los almendros son árboles que crecen en lugares áridos y casi no precisan agua, sino, sobre todo, porque la almendra es un fruto muy rico desde el punto de vista nutritivo, que incluso contiene elementos contra el cáncer. Sí…no lo saben, y quizás la medicina tampoco lo sepa, pero la almendras son muy eficaces contra el cáncer. Si comen al menos tres cada día, estarán prevenidos, protegidos.

¿Por qué la almendra es tan eficaz contra el cáncer? Porque los elementos que la componen están dispuestos con una armonía perfecta, y ésta armonía se opone a la invasión del organismo por el cáncer, que no es otra cosa que un desorden, una anarquía.

Así pues, cuanto más se instala en el mundo el espíritu de anarquía, tanto más se propaga el cáncer. Cada enfermedad tiene su origen en un vicio del hombre. Son los hombres los que crean las enfermedades..Cuando el nerviosismo aumenta, una enfermedad aparece…Cuando la sensualidad aumenta, aparece otra enfermedad…cuando la desarmonía aumenta, aparece una tercera enfermedad. Todas son consecuencia de un desorden determinado, y el cáncer es consecuencia de la anarquía.

Para prevenir el cáncer hay que trabajar, pues, la armonía, pensar cada día en la armonía, armonizarse cada día con la humanidad, con todo el universo. Claro que no seremos capaces de vivir ininterrumpidamente en ésta armonía perfecta, pero siempre debemos retomar las riendas, ser siempre conscientes, estar vigilantes, no mantener durante mucho tiempo en nosotros un estado de desarmonía, porque, si no, éste estado se propaga hasta las células y corta todas las comunicaciones, todas las corrientes, hasta el momento en que el organismo ya no puede remediar el desorden.

Hoy, por todas partes se alienta el espíritu de la anarquía. Casi se diría que se forma en las escuelas, en donde se enseña cómo desorganizarlo todo incitando a los hombres a la ira y a la rebelión. En lugar de propagar un virus para desatar una guerra biológica, algunos países propagan el virus del descontento y la rebeldía. ¡Y ahí tienen al cáncer!.Todos los anarquistas, inconscientemente se vuelven conductores de éste virus, contrariamente a todas las órdenes iniciáticas, que trabajan para que reine la paz, la armonía, la fraternidad, para que los hombres puedan comprenderse, unirse y amarse, propagando gérmenes que aniquilan el cáncer..Ya sé que muy pocos aceptan ésta idea..Yo les digo la verdad: el cáncer es la consecuencia de la anarquía que se propaga en el mundo. Por eso debemos trabajar para la armonía todos los días, mañana y tarde.

Todo en la vida contribuye a arrastrar a los humanos a actividades que están muy lejos de la armonía, ¡sobre todo de la armonía, tal como la conciben los Iniciados! Pero procuren, de todas formas, escucharme atentamente.

En la armonía están incluidos todos los bienes: el florecimiento, la felicidad, la luz, la salud, el gozo, el éxtasis, la inspiración…La armonía es la poesía, la música, la pintura, la escultura, la danza. Todo el universo está comprendido en la armonía, toda la perfección, todas las cualidades, todas las virtudes. Por eso, los que propagan el desorden, serán un día también completamente disgregados, por trabajar con fuerzas negativas, hostiles, destructoras. Hay que decidirse, de una vez por todas, a comprender las leyes de la naturaleza, a aprender cómo está construido el hombre y cuáles deben ser sus relaciones con éstas leyes.

Si quieren su felicidad, su florecimiento, deben pensar en la armonía, ponerse en armonía con todo el universo. No lo lograrán inmediatamente, mas si perseveran, un día llegarán a sentir que, desde los pies hasta la cabeza, todo en ustedes entra en comunicación y vibra al unísono con la vida cósmica. Entonces, comprenderán lo que son: la vida, la creación, el amor…No antes. Antes no pueden comprenderlo. Intelectualmente, externamente, nos imaginamos que comprendemos algo. No. La comprensión, la verdadera comprensión, no surge ahí, en algunas células del cerebro: se comprende con todo el cuerpo, incluso con los pies, los brazos, el vientre, el hígado…Todo el cuerpo, todas las células deben comprender.

La comprensión es una sensación. Sientes, y entonces comprendes y sabes, porque lo has saboreado. Ninguna comprensión intelectual puede compararse con la sensación. Cuando experimentamos amor, cuando experimentamos odio, ira, pena, sabemos lo que es. Si decimos “Yo sé lo que es el amor”, y no hemos estado enamorados, es falso. Pero si lo hemos sentido, lo conocemos. Aunque no podamos explicarlo o expresarlo. Porque conocer es eso: vibrar al unísono. Cuando todo nuestro ser vibra al unísono con una idea, con un sentimiento, con un ser, con un objeto, lo conocemos. Por eso muestra ocupación esencial es entrar en armonía con todas las jerarquías celestiales, para vibrar en armonía con ellas.

Si les interesa verdaderamente su evolución, su fortalecimiento, su victoria definitiva, deben trabajar para la armonía, armonizar su ser con las fuerzas del Universo. Todo nuestro poder reside en la voluntad de ponernos en armonía, y nadie puede impedirnos armonizar con el universo, alcanzar la cima y sabernos parte de Dios. Porque el universo entero no es otra cosa que una armonía, una armonía cósmica.

Saber si estamos logrando ponernos en armonía es fácil: todo nuestro ser nos dirá si cada célula vibra al unísono o si queda en alguna parte alguna nota falsa, alguna disonancia. No es necesario que alguien venga a decírnoslo. Cuando algún día logremos obtener ese estado de armonía, sentiremos que llegan de toda partes fuerzas formidables que se introducen en nosotros, sentiremos que irradiamos, que proyectamos partículas, que nuestra aura vibra. Viviremos maravillados…en cambio, cuando estamos en el desorden, en el ruido, en el caos, podemos sentir que somos magníficos, extraordinarios, mas en el fondo, no sentimos confusos, inquietos, débiles, hasta con vergüenza de presentarnos a los demás.

Hay que meditar en la armonía, desearla, amarla, introducirla en todas partes, en cada movimiento, en cada palabra, en cada mirada.

Todo el tiempo debiéramos haber trabajado con la armonía. Lo hacemos solo con una cualidad, como la paciencia, la generosidad, etc. Pero esas son solo migajas al lado de la inmensidad que es la armonía colectiva. Está bien ser generosos, humildes, dulces, buenos…pero muchos que poseen ya estas cualidades viven aún en la desarmonía. No se ocupen más de esas otras cualidades. La religión no nos ha enseñado nunca cosa semejante.¡Dejen también la religión tranquila! Ocúpense solo de la armonía, pues ella contiene todas las demás cualidades y virtudes.

Cuando tocas el corazón, el alma de un hombre, tocas todo su ser. Toca su corazón, y todo su ser empieza a sentir que ha siso alcanzado, captado. Hay que tocar el corazón de las cosas, el corazón del universo. Y al corazón del universo solo podrás alcanzarlo con la armonía. Si quieren tocar el corazón del universo, no lo harán con sus pequeñas virtudes. Sean avaros o generoso, nerviosos o tranquilos, tiernos o duros, no es de gran importancia. Hay seres que con todas las virtudes, no han logrado tocar el corazón del Eterno. Solo se puede tocar el corazón del Eterno entrando en armonía con él. Vibrando al unísono con él.

La causa de todos los males es la ruptura con la voluntad divina.

Por eso, piensen en realizar la armonía en su ser, para que todas sus células vibren al unísono.Si un ejecutante en una orquesta no se encuentra en armonía con los demás, el resultado es espantoso. Se produce lo mismo en el cuerpo físico, en el Ser entero. Todo en la naturaleza nos instruye sobre ello. Los animales, los insectos, las plantas, están en armonía…y los espíritus, los ángeles…todo excepto los humanos.

Dejemos todo de lado para pensar solamente en la armonía, en armonizarnos día y noche. Cuando lo logremos, de un solo golpe comprenderemos todas las leyes del universo, porque la armonía nos dará esa posibilidad de comprenderlo todo de un solo golpe.

*Texto basado en enseñanzas inéditas en español del maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov , adaptadas en su forma, no en su esencia ♥