DONACIÓN AMOROSA

 

DONACIÓN AMOROSA

 

GRACIAS

GRACIASSSS...Por todo vuestro amoroso apoyo tanto presencial como financiero, los que han podido, a través de tantos años. Porque ayuda el que dona dinero...pero ayuda inconmensurablemente quien expande su amor y su Presencia en el Infinito Campo de Conciencia en el que estamos entrelazados♥

Buscar este blog

domingo, 24 de febrero de 2019

La Otra gente, infierno y Cielo

Jean-Paul Sartre dijo que "el infierno es la otra gente".

En infinidad de circunstancias, cuando nos vemos afectados por personas no solo desagradables, sino violentas o dañinas, seguramente hemos reafirmado este dicho. Sin embargo, en éste juego de energías duales, pretendiendo alejarnos del infierno, perdemos el Cielo.

Durante toda mi vida, siendo altamente sensible, relacionarme con muchas  personas me ha provocado enormes cantidades de estrés, desazón, miedo y aprensión. Confundida a veces, irritada otras y con un enorme enojo visceral …terminaba retirándome a disfrutar de la soledad y el apaciguamiento,  refugiándome en la idea de que no estaba mal no adaptarme a otras personas, y usando esa creencia como excusa para evitar interacciones innecesarias con otros humanos.

Hasta que me di cuenta de que evitar a los demás  dejaba fuera toda experiencia de cambio, ese cambio de perspectiva que constituye la base de nuestra estadía humana.

Fue fácil y conveniente olvidar, en mi continua búsqueda para confirmar que "los otros" eran realmente terribles, que la mayoría de mis mejores recuerdos fueron, de hecho, compartidos con otras personas.

“Los otros”…no nos traen solo conflictos, dolor y desencanto, sino también alegría, emoción, calma, amor, y en última instancia…aprendizaje.

El psicólogo Alfred Adler, dijo que todos nuestros problemas son problemas de relaciones interpersonales.

Él quiso decir que todo lo que es doloroso, la mayoría de las veces proviene de la falta de armonía en nuestras relaciones.

Afirmaba que para ser feliz se requiere que sintamos que somos parte de una comunidad y que somos valiosos dentro de esa comunidad.

Debo enfatizar que el solo sentir ser parte de algo, nos sostiene, ni siquiera tenemos que ser parte tangible de una comunidad específica, ni crear algo visiblemente útil para sentirnos parte de ella. Es simplemente SENTIR, que todos estamos conectados y  aportamos consciente o inconscientemente a ese campo de energías compartido.

Incluso saber cómo gestionar nuestros problemas personales requiere que tengamos una relación saludable con la humanidad. Que nuestro sentimiento hacia ella sea de aceptación y amor.

Esto puede ser difícil.

Pero no podemos ser felices si vemos a los demás, incluyéndonos a nosotros mismos, como enemigos o como inherentemente incorrectos.

Cuando nos cerramos al  potencial de conectarnos de manera auténtica con las personas, no podemos  sentirnos valiosos.

Y no podemos valorarnos en una comunidad si no nos aceptamos a nosotros mismos y a otras personas tal como son.

¡Tal como son!

Y estoy hablando de todas las personas, no solo de una parte selecta de la sociedad. ¿Por qué?

Porque si solo podemos tolerar a una parte de la humanidad, no la estamos aceptando genuinamente como un todo.

Esa sensación de separación con nuestro prójimo, en general, siempre infectará nuestra capacidad de estar en armonía con nuestro mundo y con nosotros mismos, para ser verdaderamente felices.

Es todo o nada.

Se trata de aceptar a toda la humanidad;  de lo contrario, en algún nivel, la estamos rechazando.

La aceptación no significa estar ciego a lo nos parece “mal" de las personas o grupos.

La humanidad puede ser desastrosa. Pero alberga mucho bien también…y ese bien es el que tenemos que rescatar siempre. Por ejemplo, cuando me atropellan pensamientos acerca de cómo maltratamos a animales, plantas, a la Tierra y a otros humanos…trato al instante de traer a mi pantalla mental y a mi corazón las vidas de centenares de personas que rescatan, reforestan, alivian, cuidan y regeneran la naturaleza cada día.

La aceptación de la humanidad  no se logra escondiendo o negando defectos. Sabemos de qué adolecemos, pero a pesar de todo albergamos el sentir  que todo evoluciona para Bien y que llegaremos a ser una especie amorosa y cuidadosa, a pesar de la cuota de hechos negativos que nos llegan. Y si no se produjera…por algo es, y no alcanzamos a ver el aprendizaje en ello tal vez, pero lo hay siempre.

Cuando podemos estar bien sin que los demás nos gusten o se ajusten a nuestro ideal, y estar bien además con las imperfecciones humanas que aún exhibimos, podemos relajarnos. Somos libres. Nada puede tocarnos. Eso no significa que detengamos nuestro avance o justifiquemos la desidia…solo es seguir adelante sabiendo que el Cielo en las relaciones todas se basa en una visión amorosa “a pesar de…” y que el Infierno lo constituyen nuestros juicios y falta de empatía.

Continuemos encontrando puntos luminosos en las personas, independientemente de lo que supuestamente empaña su carácter.

Busquemos  conexiones positivas, incluso si son rechazadas. 

Mantengamos nuestra visión de los demás lo más alto posible, considerándonos como hilos conectados unos con otros.

Incluso si elegimos pasar muy poco tiempo con otros físicamente.

Pongamos fe en la humanidad, no porque todo se muestre ideal, sino porque elegimos aceptar,  y ver siempre lo que nos une…de cualquier índole.

Tengamos  el coraje de conocer nuestros puntos negros pero veamos la luz en todos nosotros de todas las formas posibles.

Sólo entonces podremos sentirnos integrados y  redimidos de cuanto creíamos  inaceptable.

Los demás  de algún modo, pueden sentirse como “el Infierno”, pero paradójicamente son nuestro portal al cielo, nuestra posibilidad de trascender la fragmentación, nuestro romper de velos para descubrirnos eternamente UNO.

 

¡Y las bendiciones fluyen!

Tahíta

miércoles, 20 de febrero de 2019

Liberando los Sentimientos atrapados en el Cuerpo

A menudo, solía sentirme estancada, inquieta e irritable cuando tenía que hacer o enfrentar  algo que no  quería, incluso si sabía que era necesario

¿Suena familiar?

Por supuesto que sí, somos humanos. Nos anudamos a estas emociones, miedos y bloqueos.

¿No sería asombroso si pudiéramos manejar estos sentimientos, para movernos libremente sin fricción ni carga emocional?

Somos campo de la incertidumbre y el estrés en estos tiempos, más que en ningún otro, pero también tenemos herramientas dentro de nosotros para ayudarnos a anclarnos en la confianza al atravesar diversas situaciones.

Somos emocionales. Pero podemos influir en esas emociones, del mismo modo que las creamos.

A lo largo de la mayor parte de mi juventud bloqueé mis sentimientos y pensé que solo los débiles se preocupaban por ellos, manteniéndome ciega  a su valor y poder.

Años de dudas, ansiedad social,miedo y evitación innecesarios me hicieron probar muchas herramientas y trucos.

Cuando leí el libro del Dr. David R Hawkins: Dejar Ir al igual que los de Pema Chödrön, caí en la importancia de darnos cuenta de nuestros sentimientos para curar problemas relacionados con las emociones.

Al principio, la idea parecía tan trivial. Seguramente para hacer cambios significativos, tendría que hacer cosas drásticas. Pero no fue así, y me ha ayudado y sigue ayudándome enormemente.

La premisa es simple: la mayoría de nosotros pasamos nuestras vidas evitando sentimientos incómodos. Se almacenan y se adhieren a nuestros cuerpos. No necesitamos explicaciones científicas para que sepamos que esto es verdad.

Percibimos sensaciones en ciertas partes de nuestros cuerpos cuando traemos a la mente ciertas cosas.

En pocas palabras, para liberar estos sentimientos atascados y sentirnos mejor cuando estamos en ciertos entornos o dando  importancia a pensamientos particulares, tenemos que dirigir nuestra atención hacia estas sensaciones.

Al hacerlo, finalmente son reconocidas después de años de negación y son liberadas.

Hay otras formas de superar los sentimientos atascados, como romper verbalmente las creencias negativas, este sería  un enfoque intelectual.  Hawkins usa un enfoque emocional y físico.

¿Necesitamos conocer el funcionamiento interno de nuestros sistemas nerviosos para ver si podemos hacer que esto funcione?

¿Necesitamos ser algún tipo de sabio espiritual para que esto funcione en nosotros mismos?

Si nos podemos tomar un momento para notar esos sentimientos y luego sentirlos con tanta intensidad, detalle y color como sea posible, nos daremos cuenta de que no necesitamos ser sabios ni conocer detalladamente nada más para que funcione

Cuanto más aguda es la atención que se pone sobre esas sensaciones, más efectivamente comienzan a desaparecer. Siempre que hago esto, la frustración,la duda  el miedo, el enojo, desaparecen siendo reemplazados por una paz creciente y sentido de seguridad.

Funciona.

Cada vez que me enfrento a un desafío, grande o pequeño y recuerdo hacerlo, encuentro esos sentimientos. Dirijo mi conciencia hacia ellos, y me siento con ellos. Los reconozco. Les envío amor. Les doy la atención que han estado deseando.

Y luego, como fantasmas aprisionados en un viejo ataúd, se van, a menudo permanentemente.

La sensación pesada es reemplazada por una sensación cálida, nutritiva y de luz que me impulsa hacia adelante. A veces he reído, o incluso llorado.

Puedes probarlo cuando se acerca un evento al que no quieres ir. Tómate unos minutos para sentarte en silencio y pregúntate:

'¿Qué siento cuando pienso en ir a este lugar?' 
'¿Dónde lo siento en mi cuerpo?' 
'¿Cómo se ve la sensación?' 
'Si el sentimiento tuviera un color, ¿cuál sería?' 
'Si la sensación tuviera una forma, ¿cuál sería?' 
'¿Dónde está el sentimiento más intenso en este momento?'

Entonces mantén tu atención allí. Ve y siente todo lo relacionado con el sentimiento, y ve a su centro. Transmite una frecuencia amorosa hacia él.

Sigue haciendo esto hasta que la sensación comience a perder control y se desvanezca.

Cuando pienses en esa situación a enfrentar de ahora en adelante, probablemente te sentirás mucho más positivo al respecto. La ansiedad asociada con pensar y asistir a este evento será mucho menor.

La próxima vez que estés resistiendo algo, prueba este proceso, porque me está funcionando de maravillas.

Incluso puedes intentarlo con un amigo, familiar o compañero con dificultades.

Nota el sentimiento. Envíale atención y amor. Repite el proceso hasta que se haya ido.

La única evidencia que te dirá si esto funciona es sentirte mejor al final o en el caso de aplicarlo a otro, verlo mejor

Este tipo sencillo de práctica de liberación emocional puede crear un cambio masivo en muchas  áreas de tu vida, como lo está haciendo en la mía.

Realmente no necesitamos complicadas prácticas ni conocimientos extraordinarios, sino solo “sentarnos a sentir” lo que sentimos y permitirle espacio para liberarlo.

 

¡Y las bendiciones fluyen!

Tahíta

-