Algunos buscadores espirituales quieren despertar para
curarse de sus traumas.
Otros creen que no pueden despertar hasta que se hayan
curado un trauma.
Algunos maestros espirituales incluyen el trabajo de trauma
como parte integral del proceso de despertar. Otros no consideran que el
énfasis en el trauma sea relevante para el camino de la iluminación. Y, sin
embargo, otros no tienen idea de cómo abordarlo.
La cuestión del trauma se sitúa al borde de lo psicológico y
lo espiritual. Al trabajar con sensibilidad e inteligencia con el estrés
profundamente arraigado en el sistema nervioso, ¿podemos ayudar a desentrañar
las contracciones físicas, emocionales y mentales que pueden ser un obstáculo para
el verdadero despertar? ¿O el enfoque en el que no puede estar completamente
presente debido a lo que sucedió en el pasado es solo una excusa del ego?
En un mundo plagado de revelaciones de abuso infantil,
violencia doméstica y racial, falta de vivienda, guerra y terror general, ¿un
maestro espiritual también necesita ser psicólogo para ayudar a curar el
trastorno de estrés postraumático? ¿O alguien con trastorno de estrés
postraumático necesita trabajar con un psicólogo capacitado en la curación de
traumas antes de que puedan siquiera iniciar un camino sincero de investigación
espiritual?
Hay un delicado punto neutro entre sostener la historia del
trauma a corazón abierto y bajar del “yo y mi historia”.
En algún momento, cuando el examen de lo que salió mal se ha
agotado, la caída libre en el abismo del ser invita más que aferrarse a
cualquier identidad como víctima. Pero este tiempo debe llegar de forma
natural, no se puede forzar. Debe haber una evolución natural en la que el yo
se enferme y canse de sí mismo y la única forma de salir del sufrimiento sea… rendirse
irrevocable e irreversiblemente a lo que ES.
Somos constantemente invitados a reconocer que nada
puede impedirnos experimentar plenamente la plenitud de este momento…
más que el pensamiento “no puedo” y a reconocer que nada se repite en realidad,
que cada experiencia es nueva y aparece en este momento presente y que la
realidad es solo ahora.
De alguna manera, todos hemos estado sujetos a traumas...
todos tenemos puntos desencadenantes que nos hacen defender, atacar,
adormecernos, etc. para protegernos de ser lastimados, de experimentar el
trauma de sentirnos no amados, rechazados, abandonados, invisibles.
Muchos de nosotros venimos de hogares rotos, familias
disfuncionales, ascendencia traumatizada. Vivimos en tiempos traumáticos de un
ritmo de vida acelerado.
El hecho mismo de nuestra existencia humana es un trauma
para el alma, ya que se encarna en la forma para experimentarse a sí misma como
separación y luego pasa toda la vida buscando un regreso, consciente o
inconscientemente, a su hogar como UNIDAD…hasta que nos damos cuenta de que
esto es un sueño y en realidad nunca salimos de casa.
Justo aquí, en el darnos cuenta de esta PRESENCIA
interminable, podemos finalmente descansar.
El trauma necesita
ser sostenido, para que sepamos que podemos reconocer esa UNICIDAD en la que se
desvanece. No se trata de buscar una solución a nuestro problema de
reactividad, ni de mejorar la autoestima, ni reparar algo que está roto.
Se trata de conocer lo intacto. Lo esencial, lo nunca dañado…
en medio del desorden del ser humano.
Justo aquí, en este momento eterno, la presencia
ininterrumpida puede sostenerlo todo.
Y en esta celebración del momento presente consciente…todo
vuelve a casa, a la UNIDAD…para ser abrazado, aceptado y amado.
Gracias. Gracias. Gracias
Rendirse irrevocable e irreversiblemente a lo que ES, .tan cierto, vivir el presente aceptando, soltando, agradeciendo, somos esa esencia pura aún en medio del desorden humano, gracias, gracias Tahita por tus valiosas reflexiones, muchos cariños y abrazos
ResponderEliminarTanta Sabiduría en este texto...darnos cuenta que nunca salimos de casa y que finalmente podemos descansar en esa PRESENCIA interminable..
ResponderEliminarGRACIASSS infinitas Amada Tahita por tanto!!!! Abrazos infinitos!!!!!
Gracias a ustedes...infinitamente
ResponderEliminarGracias Tahita amada que bueno leer esta sabiduría gracias abracitos de luz
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