No saber…Un regalo- Tahíta

 

Se ha creído que no saber es una debilidad, pero en realidad es un pozo de fuerza, poder y coraje.

 El verdadero coraje no es pretender ser duro y fuerte, sino reconocer que no sabes y exponer tu vulnerabilidad, sabiendo que esto no es un problema sino solo más libertad y apertura.

El no saber despeja nuestras mentes de la basura. Esto nos mantiene abiertos a nuevas perspectivas. Sin embargo, el no saber está reñido con nuestra cultura. Siempre tenemos que saber…se nos paga para saber.

 Pero es bueno darnos cuenta de que, pretender saber cuando no sabemos, va en contra de la autenticidad.

Podemos afrontar problemas complicados con el intelecto, datos y experiencia. Pero estas herramientas son inútiles frente a la complejidad.

 La humildad y el no saber son más poderosos. 

La humildad no significa inacción o parálisis. La humildad es armarse de valor para admitir que no sabemos. 

El místico cristiano Meister Eckhart escribió: “Esté dispuesto a ser un principiante todas las mañanas”. 

El principiante se siente cómodo con el No Saber y la imposibilidad de saber. Es esto lo que le permite relajarse y pensar con claridad. 

Pienso en la mente de principiante como la mente que se enfrenta a la vida como un niño pequeño, llena de curiosidad y asombro, sin juicios previos.

¿Podemos mirar nuestras vidas de esa manera? ¿Podemos mirar todos los aspectos de nuestras vidas con esta mente, simplemente abiertos a ver lo que hay que ver? 

No sé a ustedes, pero a mí me cuesta mucho hacerlo. Tengo muchos hábitos mentales, creo que la mayoría de nosotros los tenemos. Los niños comienzan a perder esa cualidad inocente después de un tiempo, y pronto quieren ser “el que sabe”.

No saber se considera peligroso, aterrador, amenazante, débil, pero debajo de todas esas creencias, la verdad es que nadie sabe.

 No queremos parecer vulnerables y desprotegidos. Todos estamos tratando desesperadamente de saber, de encubrir esa vulnerabilidad y sensación de incertidumbre.

Tratamos de llenar ese espacio vacío abierto de par en par del “no saber” con la mayor cantidad posible de información, para no sentir la incomodidad de lo que realmente está aquí.

Todos queremos ser el que sabe. Pero si decidimos que “sabemos” algo, ya no estamos abiertos a otras posibilidades. Y eso es una pena. Perdemos algo muy vital en nuestra vida cuando para nosotros es más importante ser alguien que sabe que estar despierto a lo que está sucediendo. 

Nos decepcionamos porque esperamos una cosa, y no sucede exactamente así. O pensamos que algo debería ser así, y resulta diferente. 

Con esto, nos limitamos. En lugar de abrirnos a muchas posibilidades, escogemos encasillarnos en una manera que deben ser las cosas, las situaciones, las personas.

¿Cómo podemos cultivar una mente libre para simplemente estar despierta? 

Haciendo una pausa…notando el ajetreo de nuestra mente y todos los puntos de vista fijos que llevamos. Una vez que notamos las opiniones fijas e ideas preconcebidas que cargamos, entonces es posible que las dejemos ir y digamos: "Bueno, tal vez sí, tal vez no". 

Porque… 'No siempre es así'”.

No siempre es así. 

Es una buena pequeña frase para considerar. Nos da la oportunidad de mirar nuevamente con más cuidado y ver qué otras posibilidades podrían haber.

Antes de poder dejar de lado las ideas preconcebidas, las expectativas y los prejuicios, hay que notarlos; de lo contrario, simplemente continúan inconscientemente y afectan todo lo que hacemos. Pero si nos damos cuenta de los realmente persistentes, esos que siguen apareciendo y apareciendo y apareciendo: después de un tiempo ya no podemos ocultarlos debajo de la alfombra.

Una vez que te das cuenta de que es solo un estado mental habitual y que no tiene mucho que ver con lo que está justo frente a ti, sino que es simplemente algo que cargas todo el tiempo y no tiene mucho que ver con la situación actual…puedes soltarlo.

Se nos anima a ver dónde estamos atascados con puntos de vista fijos y ver si podemos "abrir la mano del pensamiento" y dejar ir el punto de vista fijo. 

 Solo para estar aquí, listos para enfrentar lo que venga a continuación sin expectativas, prejuicios o ideas preconcebidas. Simplemente “¿Qué es? ¿Qué es esto que está llegando?

Ojalá más y más cultivemos una mente de principiante. 

Ojalá más y más estemos dispuestos a no ser un experto.

Estar dispuestos a no saber.

Se ha creído que no saber es un problema que debe solucionarse, y que significa que es un vacío que debes llenar pensando que sabes. 

Pero cuando admitimos que el pensamiento no es fiable, y que sólo es una especie de conocimiento superficial, nos quedamos con un amplio espacio abierto, libre. 

Puede haber sentimientos incómodos, puede haber miedos, puede sentirse abrumador a veces, pero al menos hay honestidad con lo que realmente está aquí.

De este amplio espacio abierto en el no saber, viene el saber real y el coraje de vivir como tal. Ya no adorar la mente, sino sentir lo que es real, lo que realmente se conoce más allá del pensamiento. Moverse y navegar desde un saber mucho más profundo que viene del no saber.

El flujo de la vida siempre está sucediendo.

La mente y el corazón humanos son insondables e impredecibles. Cuando descansamos en el no saber y permanecemos abiertos a lo que es, nos damos a nosotros mismos y a los demás el regalo de lo inesperado.

No sé. No es necesario saberlo.

 Te invito a sentarte con esta visión y sentir cómo actúa en ti.

 

Gracias. Gracias. Gracias