A veces, nuestra sombra, sin que lo sospechemos…dirige el espectáculo de nuestras vidas.
El trabajo con la sombra, como se suele llamar, no es atacarla
o seguir negándola.
Consiste en encontrar las fuerzas internas e inconscientes que
con demasiada frecuencia nos controlan. Son fuerzas indeseadas que nos
llevan a estados de adormecimiento,
que nos hacen actuar de manera cruel o inapropiada hacia los demás y, a menudo,
son lo suficientemente fuertes como para quitarnos nuestra propia fuerza
de voluntad y nos hacen sentir vacíos y sin perspectivas luminosas.
Ahí es cuando sabes que tu sombra está actuando.
Pero, recordemos… ¿Qué es la sombra, exactamente?
Básicamente, la sombra es esa parte de nosotros que nuestra
propia identidad consciente, o ego, no puede tolerar. Por la razón
que sea, la sombra no encaja con la forma en que queremos presentarnos al
mundo, por lo que esa parte queda desterrada bajo tierra. Por ejemplo,
nuestra sombra podría ser algo que a nuestros padres avergonzaba o consideraron
no deseado, como nuestro cuerpo, algún comportamiento salvaje o nuestra
particular creatividad. Y así, esa parte de nosotros a la que no se le dio
voz o no se consideró adecuada fue escondida.
La cuestión es que la sombra nunca desaparece realmente. Puede
estar fuera de la vista de la mente consciente y el ego, pero no se esconde en
silencio.
¿Quién sabe lo que se esconde en el corazón de los
hombres?
Nuestra sombra lo sabe, porque la sombra inconsciente nunca olvida. No
solo eso, sino que la sombra desterrada exige ser escuchada, incluso si eso
significa sabotear nuestra vida, nuestra carrera y relaciones. Para
algunos, la sombra se hace cargo a través de la adicción, adormeciendo el dolor
que no pueden tolerar. Puede aplastarlos con depresión, destruyendo su
capacidad de ser productivos. Podría sabotearlos con ansiedad,
impidiéndoles disfrutar de la vida. En cada caso, hay una parte oculta de nosotros que necesita ser abordada e
integrada a la vida.
La sombra puede venir de la familia o de la cultura, y el problema
viene cuando no se reconoce y se reprime. Cuando eso sucede, la sombra
actúa a nivel individual y colectivo.
Pero la sombra, en realidad puede despertarnos, o incitarnos
sí o sí a que abordemos lo que debiéramos haber abordado antes, y patearnos el
trasero hasta que despertemos el poder interno para solucionar situaciones que
evadimos.
Al entrar en contacto
con nuestro lado oscuro, experimentamos todo nuestro Yo personal. Eso
incluye lo que consideramos lo bueno, lo malo y lo neutro. Desde este
punto de conciencia despierta, se puede comenzar a integrar estas partes
exiliadas con compasión y aceptación reduciendo así la necesidad de comportamientos
que desembocan en emociones incontrolables.
La atención plena nos permite sintonizarnos con lo que podríamos
llamar "susurros mentales", los patrones arraigados de sombras que
nos hablan, que ordenan o sugieren que nos comportemos o nos movamos en una
dirección particular.
Tomar conciencia de estos susurros mentales fugaces a
veces puede ayudarnos a captar la sombra en el trabajo o cualquier otra
situación. En otras ocasiones, podemos identificar la sombra por una
sensación en el cuerpo, una sensación de malestar o incomodidad.
En lugar de obedecer sin pensar la orden de esos susurros inconscientes
la mente o tratar de evitar la sensación incómoda, permitámonos descansar con ella. Tomar un respiro
y re-conocerla.
La sombra tiene un mensaje para todos y cada uno, y meditar
en ello puede ayudarnos a entablar amistad con ella y conocerla
mejor. Además, en lugar de pensar en la sombra como una parte nuestra no
deseada o mala, podemos considerarla como un
mensajero sorprendentemente revelador.
Invita a tu
inconsciente más profundo a tomar una taza de té
No disminuyas el papel del inconsciente en el
universo. Los procesos inconscientes son inteligentes y adaptables a todo
ser vivo.
Entonces, después de notar nuestra sombra, es posible que
deseemos invitarla a dialogar con nosotros. Hagámosle preguntas, tales
como, "¿Por qué actúas de esta manera?" o "¿Cómo estás
tratando de protegerme?"
Recordemos que la sombra es una parte nuestra que no fue
escuchada. Ahora, al sentarnos y escucharla, estamos dejando que vea la
luz.
Incluso si no estamos seguros de lo que quiere o por qué
está aquí, el hecho de que reconozcamos y aceptemos esta parte nuestra rechazada
puede marcar la diferencia.
La próxima vez notemos que nuestra sombra nos está
impulsando a actuar, hagamos una pausa.
Tomemos una taza de té con esa parte rechazada que una vez
conocimos tan bien e incluso tal vez amamos...hasta que un patrón establecido resolvió
que le soltemos la mano y le cerráramos la puerta consciente para no tenerla en
cuenta más.
Sin embargo…allí ella esperará siempre la oportunidad de
colarse por donde sea, hasta que le abramos mente y corazón para integrarla y así
darle voz y voto.
Para reconocer que está allí por algo…y actuemos en
consecuencia.
Gracias. Gracias. Gracias
Cuanta Verdad Querida hermana!!!!!
ResponderEliminarGRACIASSS Infinitas!!!!!!
Abrazo a ti, Cris♥♥♥
EliminarGracias amada Tahita gracias siempre por tus lluvias de amor, gracias bendiciones abracitos de luz
ResponderEliminarBendiciones a ti ♥♥♥
EliminarA mí me resulta muy difícil conciliarse con la sombra y reconocerla cuando aparece. Mil gracias por tus aportes
ResponderEliminarEs muy fácil reconocerla...en cada cosa que te hace sentir mal, en cada atisbo de falta de amor...y no es que debas sentir culpa, sino observarla y revelarla...entonces comienzas a reconciliarte con ella, porque comprendes el dolor que la originó♥♥♥
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