Pasamos demasiado tiempo poniendo valía a lo no dual por sobre lo dual, y, aunque lo no dual es Eterno y considerado por ello como “Real”, pensar que lo que vivimos en la dualidad carece de importancia, de realidad, aunque sea temporal, en lugar de considerarlo parte del Todo o del Uno, causa mucha desazón y falta de entusiasmo por pensar sentir y actuar en la dualidad lo más luminosamente posible, ya que emitimos esas energías al Campo Colectivo de consciencia.
Es esencial darse cuenta de la verdad absoluta de la unicidad no dual y la no forma.
Sin embargo, en esta instancia dual experimentamos situaciones temporales que son valiosas en cuanto somos manifestaciones del Uno sagrado e infinito. Muchos que han estudiado o leído Un Curso de Milagros y piensan que este mundo fue creado por el Ego y por tanto debe ser considerado falso y no importante…olvidan que aún en un sueño temporal, el sueño y el Ego están dentro del UNO y por tanto cumpliendo una función perfecta.
Nada se puede separar y, sin embargo, cada cosa es distinta y viva en sí misma. Ambos puntos pueden ser considerados verdaderos.
La disolución de la división entre lo que consideramos espiritual y lo que consideramos no espiritual, es una de las realizaciones más liberadoras de todas.
Todo es un TODO sin fisuras, todo está incluido. Y al mismo tiempo, nuestra capacidad para discernir la diferencia entre lo que provoca el sufrimiento y lo que nos libera de él es crucial.
Si pensamos en los seres humanos como similares a las olas del océano, tanto Buda o Jesús como Hitler son igualmente olas, igualmente movimientos del todo, igualmente agua. Pero claramente Buda y Jesús se dieron cuenta de esa integridad y hablaron y actuaron a partir de esa comprensión, mientras que Hitler se perdió en el engaño de la separación, tratando de conquistar y exterminar las otras olas.
Entonces, podemos decir que son igualmente una ola o movimiento del TODO, pero unos se dan cuenta de eso y otros no.
Lo no dual y lo dual, lo que creemos espiritual y lo que consideramos no espiritual, el Cielo y el Infierno, Samsara y nirvana no son uno, ni dos.
Todo es lo que es, incluidas las crueldades más horribles de la humanidad y los más sublimes actos de Amor.
He aqui la importancia de poner en juego nuestra capacidad de discernimiento y transformación, que obviamente son dones integrados en el infinito Campo de la Conciencia Una.
Gracias. Gracias. Gracias.
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