No podemos pretender “estar constantemente conscientes”.
Cuando nos proponemos eso desde el pensamiento nos exigimos algo imposible, ya que constantemente significa todo el tiempo.
Sin duda seremos atrapados por la temporalidad muchas veces. No se requiere una continuidad cronológica. Ser conscientes significa salirnos del tiempo, aunque sea por un instante. Este instante. No durante todo el tiempo.
No podemos llevar esa carga.
La mente objetará acerca de los instantes futuros. Descartemos ese discurso. Vivamos solo en este instante…y veremos cómo comienza a llegar la Luz.
No hay nada fuera de esa Presencia de Luz que lo ilumina todo, lo unifica todo con Amor, paz y alegría interior.
Solo en se instante sin pensamiento se abre la puerta a la Luz, y accedemos a ser inspirados por ella. Nos ponemos “en manos de Dios, lo sagrado, lo divino”. Se lo entregamos todo. No puede ser de otra forma ya que somos instrumentos de la Inteligencia Divina.
Esa Inteligencia Sagrada es lo que somos.
Todo lo demás es lo que no somos., lo que imaginamos ser en el tiempo.
Quizás ya sea tiempo de reconocer que somos AQUELLO QUE ES ETERNO.
Es tiempo de darnos cuenta de que los pensamientos que creemos nuestros o ajenos nos arrastran. No es cuestión de echarnos culpa o ponerla en los pensamientos de los demás. Solo se trata de una ráfaga de pensamiento que está pasando y recogiendo energía dormida. No hay nadie culpable. Si permanecemos conscientes esas corrientes no podrán arrastrarnos, porque la Inteligencia infinita nos inspirará.
En este instante sagrado …todo es completo y perfecto. ¿Por qué entonces insistimos en un plan Divino que se realiza en el tiempo, en lo irreal? Cuando nos proponemos una meta espiritual, seguimos en ese error. Podemos observar demasiadas personas ansiando experiencias espirituales, con la ambición de querer conseguir algo y envidiando los logros de otros.
No hemos de tratar conseguir nada.
Lo que creo ser, no tiene que demostrar nada tan solo reconocerse en la Luz del eterno instante presente.
No hay que alcanzar la santidad, ni lograr la “liberación”.
Pero sí podemos sumergirnos en el silencio y descubrir que no somos eso inconsciente y confuso con lo que nos identificábamos.
En ese instante sagrado surgirá la Luz de la Verdad que ES.
Gracias. Gracias. Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario