Vida Ilimitada- Tahíta

¿Qué es la vida ilimitada? Es la comprensión a través de nuestra mente tranquila y armonizada de que nuestro verdadero Ser trasciende todas las limitaciones. No se ve afectado por lo que le sucede a nuestro cuerpo- mente o por las influencias externas o de nuestro propio parloteo mental, mientras respondemos a los diversos desafíos que enfrentamos en la vida.

El cuerpo y la mente sienten estos límites, pero la comprensión de la infinitud de nuestro verdadero Ser cancela la sensación de estar identificado con cualquier otra cosa.

Este Ser indestructible que somos, ya está establecido como el núcleo de nuestro ser. Sin embargo, solo podemos experimentar esto cultivando la armonía, la tranquilidad y una perspectiva universal que anhela lo mejor para todos. 

Cualquiera que reflexione con suficiente cuidado sobre su propia experiencia puede aprender a discernir dentro de sí mismo esta luz eterna de la verdadera sabiduría.

Y no es cuestión de alcanzar esa conciencia en otra vida. El propósito de las enseñanzas no duales es presentar la meta de la autorrealización no solo como alcanzable en esta vida, sino señalar que esta realidad eterna e infinita subyace en nuestra experiencia ahora y en todo momento. 

Para acercarnos a esta sabiduría, necesitamos explorar más profundamente la fuente de nuestra propia conciencia y Ser, y esto solo es posible cuando nuestra mente se establece en la tranquilidad. Si somos receptivos, la vida nos abrirá nuevas posibilidades. Descubriremos que la vida eterna, la vida ilimitada, es la naturaleza plenamente revelada de nuestra propia conciencia inmediata. 

Nuestra necesidad es despertar a lo que es y es íntimo a nosotros.  Siendo sin límite y trascendente, nuestro Ser, que es idéntico a la luz de nuestra conciencia, no está limitado por nuestra individualidad personal. Es uno sin segundo, el Ser de todos, y la tranquilidad y la armonía se aconsejan para una mejor percepción, mas algunos logran esa profundización, aun en la turbulencia…por eso es ilimitada. 

No es que dejemos de lado la transitoriedad y la vulnerabilidad de nuestro cuerpo y mente. Solo ponemos nuestra atención en nuestra vida interior. Es cierto que nuestra mente puede estar dominada por una interminable corriente de pensamientos y sentimientos, que parecen tener vida propia. Pero esta misma mente puede transformarse gradualmente en una morada de paz y sabiduría, y establecerse en un gozo que brota de nuestro propio ser y es independiente de las circunstancias. 

Se puede encontrar una felicidad duradera; es nuestro derecho de nacimiento y nuestro destino superior. Tenemos que participar como personajes en el mundo, y también reconocer que nuestra función principal es ir más allá de estos límites y darnos cuenta de la dicha incondicional y sin subidas y bajadas que es la naturaleza misma del Ser.

Dentro de la fuerza que sostiene nuestra vida en este mundo hay otro principio que trasciende el mundo. Este es el poder supremo y la Presencia que es superior a la vida, trascendiéndola, y es Uno en todos. 

Mi Ser es el Ser de todos.

Cada ser vivo es mi propio Ser.

Existen algunos malentendidos que obstaculizan nuestra comprensión de esta universalidad del Ser. Toda nuestra vida, se nos anima a pensar en nosotros mismos como individuos separados, tanto que damos por sentado esta suposición. Como seres humanos, necesitamos este sentido de identidad personal. Pero si sentimos que nuestra personalidad y nuestras posibilidades están restringidas solo a este nivel, nos estamos perdiendo lo que es más elevado en nosotros. Nuestra individualidad no es el punto final, sino una etapa en nuestro proceso hacia la plenitud.

Además, sabemos muy bien cómo este punto de vista individualizado puede convertirse fácilmente en una falsa autoestima, muy estrecha, que se manifiesta como orgullo, engreimiento y egoísmo exagerado. Podemos trascender esta estrecha autoidentificación, darnos cuenta de lo limitante que es y olvidarla al contemplar nuestra Unidad última con el Ser universal.

Somos más importantes de lo que nos damos cuenta, ¡significativos más allá de toda medida! Nuestro significado es infinito. Esta es una infinitud que compartimos con todos.

La vida social, con su sobrevalorización del éxito y la celebridad, parece justificar nuestro egoísmo y nos alienta y nos motiva a sentirnos orgullosos de nuestros logros. Pero el verdadero arte de la vida es saber distanciarnos de la máscara de la personalidad y comulgar con la infinitud interior. Una de las ventajas de la meditación es que nos ayuda a trascender el ego limitado y darnos cuenta de la naturaleza ilimitada del Ser que lo subyace. Este verdadero Ser de todos es tranquilidad, pureza, plenitud, y es Uno sin segundo. O sea…NO DOS…no es más que UNO

El objetivo no es luchar contra ninguna parte de nuestra naturaleza. Nuestra profundización nos revelará la integridad de nuestro Ser, de modo que nuestro foco de atracción se desviará, sin lucha alguna, de lo pequeño a lo grande. 

Hay una historia sobre el emperador mogol Akbar. Tenía un consejero llamado Birbal, que a veces se representa como un tonto sabio o un bufón de la corte. Un día, Akbar trazó una línea en la pared y preguntó si alguien podía acortar la línea sin cortarla ni borrarla. Todos guardaron silencio. Entonces Birbal dio un paso adelante y trazó una línea mucho más larga a su lado, ‘acortando' así la primera línea sin dañarla de ninguna manera. Este es el camino de la sabiduría: no criticarnos por nuestro desempeño individual, sino despertar nuestro anhelo de un bien mayor. 

O sea…hacer lo que tenemos que hacer en el mundo, pero sin tomarlo como lo último, ni pensar que nuestra felicidad o significado dependen de él. Somos mucho más grandes que el papel que estamos desempeñando. 

Somos la Realidad que todo lo abarca, que subyace a todos los roles, y en la que aparecen y pasan.

Cuando la mente está en paz, algo más elevado que la mente sale a la luz dentro de nosotros. En su verdadera naturaleza, este principio supremo no es finito. Es lo ilimitado de la conciencia pura, la Vida de la vida, la Vida Eterna, y su Presencia y poder hacen posible la experiencia. 

La luz ilimitada de la conciencia está con nosotros en todo momento y siempre se refleja, por así decirlo, en nuestra mente aquí y ahora, al igual que el cielo se refleja en un espejo. El reflejo se aclarará si el espejo se libera del polvo y las imperfecciones que distorsionan la imagen. 

Como ese espejo, nuestra mente es un medio reflectante, y cuando está despejada, serena y observadora, los signos de la presencia de esa Vida Eterna, la Vida sin límites, se revelarán dentro de nosotros. Entonces llegaremos a saber que toda nuestra vida tiene su Ser en el Cielo de la Realidad, que no conoce límites ni imperfecciones. 

Nuestro verdadero Ser es la única realidad. 

Nada en el mundo de la relatividad limita jamás al Absoluto. 

'Soy Eso, la única realidad sustancial, una sin segundo'.

 

Gracias. Gracias. Gracias