“Maitri a
menudo se malinterpreta como una especie de autocomplacencia, como si solo se
tratara de sentirse bien y preocuparse por uno mismo. La gente a menudo
pensará que eso es lo que quiero decir con maitri. Pero es algo sutil lo
que es maitri y lo que no es. Por ejemplo, podrías decir que tomar un baño
de burbujas o hacer ejercicio en el gimnasio es maitri. Pero, por otro
lado, tal vez no lo sea, porque tal vez sea una especie de evasión; tal
vez estés entrenando para castigarte a ti mismo. Por otro lado, tal vez ir
al gimnasio es justo lo que necesitas para relajarte lo suficiente como para
continuar con tu vida con cierta alegría. O podría ser una de tus 65
tácticas diarias para evitar la realidad. Eres el único que sabe.
Por lo tanto,
es importante tener claro lo que significa maitri y no terminar con un
malentendido de maitri como una especie de indulgencia, que en realidad nos
debilita y nos hace menos capaces de mantener nuestro corazón y mente abiertos
a nosotros mismos y a las dificultades de nuestra vida. A menudo uso esta
definición: maitri nos fortalece. Una de las cualidades del maitri es la
firmeza, y eso se desarrolla a través de la meditación. Entonces, a través
del aburrimiento, de los dolores, de la indigestión, de todo tipo de recuerdos
perturbadores, de la energía nerviosa, de la meditación pacífica, del sueño. Te
sientas contigo mismo, te acercas a ti mismo, sin importar lo que esté
pasando. No tratas de deshacerte de nada; todavía puedes estar triste,
frustrado o enojado. Reconoces tu humanidad y la amplia gama de emociones
que podrías estar sintiendo”.
¿Qué hacemos cuando duele, cuando se nos quiebra el
corazón? La respuesta no son las burbujas de un baño, ni darnos un
capricho, ni nada que alguien pueda intentar venderte. La respuesta es maitri,
y es ni más y menos que “cuidado propio” o auto amor.
Si pensamos que queremos a alguien que endulce nuestra
mente, que sostenga nuestro corazón…ese alguien tienes que ser tú primero, o
nunca percibirás a los hombres y mujeres que están listos para amarte, ni
siquiera los verás.
No se necesita tiempo para hacerse amigo de uno
mismo. No se necesita tiempo para estar listo. Se necesita una
decisión: dejar de darnos poca importancia. Amarnos…un salto
hacia el auto amor.
Maitri es el arte de desarrollar amor incondicional hacia cada
parte de nuestro ser: la parte cansada, la reparada, la rota, la maravillosa, la
siempre cambiante. No se trata de baños y sales de Epsom, aunque eso suene
muy bien.
Se trata de hacernos amigos y hasta amantes de las partes de
nosotros mismos que despreciamos, intimidamos o escondemos.
Hay una historia sobre el maestro zen Suzuki Roshi.
Sus estudiantes llevaban 3 o 4 horas sentados en un período
de meditación. La persona que contó la historia dijo que le dolían todos
los huesos del cuerpo: la espalda, los tobillos, el cuello, la cabeza, le dolía
todo. No solo eso, su mente estaba totalmente obsesionada con estos
pensamientos:
“No puedo hacer esto, no valgo nada. Hay algo mal
conmigo. No estoy hecho para hacer esto”.
Vacilaba entre esos pensamientos y…"Todo esto es
ridículo. ¿Por qué vine aquí? Esta gente está loca. Este lugar
es como un campo de entrenamiento”.
Su mente y su cuerpo simplemente le
dolían. Probablemente todos los demás en la sala estaban pasando por algo
similar.
Suzuki Roshi entró para dar la conferencia del día y se
sentó. Empezó a hablar muy, muy, muy despacio y dijo:
"La dificultad que estás experimentando
ahora...va a desaparecer."
Y luego él dijo,
“Esta dificultad te acompañará por el resto de tu vida”.
Parece una especie de humor budista.
Pero también es la esencia del maitri. Me
parece en mi experiencia y también al hablar con otras personas que llegamos a
cualquier camino espiritual como niños pequeños buscando contención, comprensión,
atención…buscando algún tipo de consuelo.
Y la verdad es que la práctica [de la meditación] no se
trata de eso. La práctica es más sobre este niño pequeño, este yo, que
quiere y quiere y quiere ser tenido en cuenta de alguna manera.
La práctica se trata de que esa parte de nuestro
ser finalmente pueda abrirse por completo a toda la gama de nuestra
experiencia, incluido todo el deseo, incluido todo el dolor, incluida toda la
alegría. Abriéndonos a todo para que esta pequeña parte de
nosotros que es como un niño pueda finalmente crecer.
Pero este tema de crecer, no es tan fácil porque requiere
mucho coraje.
En particular, se necesita mucho coraje para relacionarse
directamente con nuestra experiencia. Con esto me refiero a cualquier cosa
que esté ocurriendo en nosotros.
¿Aprovechamos el momento?... y, en lugar de dejar que la
vida nos apague y nos atemorice, usamos esos mismos momentos para suavizarnos,
abrirnos y volvernos más amorosos?
Eso es la práctica de Maitri…primero somos amorosos con
nosotros mismos, como si fuéramos niños…y luego podemos transformarla en compasión
hacia los demás.
Seguimos leyendo a Pema Chödrön …
“Cuando era una
joven estudiante de meditación, recibí mucho ánimo de mi maestro. Siempre se
refirió a maitri como “hacerse amigo de uno mismo”. Esto se sentía
complicado para mí, porque siempre veía y sentía dentro de mí cosas que quería
evitar, cosas que me avergonzaban o me dolían. Sentí que me haría de enemigos,
porque gran parte de este material difícil saldría a la superficie durante mi
meditación. Mi maestro decía que hacerme amiga de mí misma significaba ver
todo dentro de mí, y no huir o darle la espalda. Porque eso es lo que es la
verdadera amistad. No te das la espalda a ti mismo y te abandonas, de la misma
manera que no renunciarías a un buen amigo cuando sus lados más oscuros
comienzan a aparecer. Cuando me hice amiga de mi cuerpo, mi mente y mis
emociones transitorias, y cuando fui capaz de asentarme cada vez más en mí misma
(y recuerda, esto lleva tiempo), permanecer en el momento presente, en todas
las situaciones, se convirtió en algo más fácil.
Todavía tengo
sesiones de meditación en las que pienso, me estreso o trato con emociones
fuertes todo el tiempo. Es cierto. Sin embargo, después de todos estos años,
definitivamente estoy mucho más asentada, te alegrará saberlo. A diferencia de
antes, los pensamientos y las emociones no me tiran. Si me siento y mi mente se
vuelve loca o estoy preocupada por algo, todavía puedo conectarme con una
tranquilidad que siento en mi mente, mi cuerpo y mi vida. No es
necesariamente porque las cosas van tan bien. La vida, como bien sabes, es una
sucesión continua: es genial, es pésima, es agradable, es desagradable; es
alegre y dichosa, y otras veces es triste. Y aun estando con eso, estando con
esta continua sucesión de agradables y desagradables con un espíritu abierto,
un corazón abierto y una mente abierta, me siento a meditar y puedo amarme
incondicionalmente”.
Gracias. Gracias. Gracias
Aprender a amarnos es todo un proceso de autosanacion, y liberación interior, partiendo de la aceptación. Gracias Tahita.
ResponderEliminarTal vez en lugar de tratar de autocomplacer al cuerpo-mente, autoamarnos signifique reconocer, atender y amar las partes más oscuras de nuestra sombra.,..y por ende, las de los "otros"♥
EliminarAmor incondicional....gracias Tahita, tan cierto, nos cuesta tanto amarnos a nosotros mismos, amar nuestras sombras para poder amar a otros y comprender la vida. Gracias de nuevo, sigamos practicando con amor
ResponderEliminarGracias!
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