Si deseamos la Infinitud…ese anhelo es el motor del despertar.
Sin embargo, la mente nos arrinconará con argumentos tales como: eso no es para mí; no tengo tiempo; no me dejan; no tengo la voluntad (energía, capacidad) para lograrlo, y muchos más.
Siempre podemos encontrar una disculpa para no despertar. El pensamiento es ingenioso y lleva las riendas de nuestras vidas, de modo que no debemos sorprendernos de todos los obstáculos y objeciones que teja la mente para mantenernos atrapados.
Lo importante es no quedarnos en la superficialidad del pensamiento. En realidad no es un hacer, sino mantenernos lo más posible fuera de él. Tener el gesto interno de elevarnos a una zona de conciencia superior a la mente superficial y egoica.
Los pensamientos pasan por mi mente, ya sé que no soy yo, y que no me importa lo que digan.
Es como estar frente a un televisor o cualquier otra pantalla…escucho y no me intereso. ¿Podemos?
Podemos si vamos profundo y escuchamos la demanda interior, la llamada interior que anhela la Verdad. Sin esa llamada, no estaríamos, por ejemplo, leyendo este artículo ni indagando sobre el despertar. La Vida es Inteligencia pura y no dejará pasar ninguna señal de anhelo interior.
Si tenemos ese anhelo se nos dará la manera de escucharlo, de seguir su guía como una inspiración inequívoca. Eso es vivir inspirados. Solo hay que dejar de estar dominados por lo que en lo exterior se nos dice, por lo que comentan, informan, dictan. Para no ser meros autómatas y descubrir el Ser que somos.
Cuando nos damos cuenta de la superficialidad en la que vivimos siguiendo a otros…lo observamos desde fuera, como a nuestros pensamientos, y lo dejamos de lado, navegando aguas profundas y propias.
Por supuesto que hay que ser amorosos con todos y escuchar…pero eso tomémoslo como un acto de amor y aun una práctica de atención plena, pero recordando que navegamos en aguas superficiales, y que la Verdad está en fuentes profundas que no necesitan de opiniones y caminos trillados. Eso es para dormidos...para buscadores, para seguidores. Quien está despierto o despertando, potencia la Verdad, que no proviene de otros yoes ni de mi yo.
No es desprecio. Por ejemplo, si no sigo los dictados de mis pensamientos, desecho lo falso del ego, no rechazo mi identidad verdadera…lo mismo con los demás.
Todo lo que tiene valor, se descubre cuando se despierta, lo demás son atisbos.
Lo que anhelamos en profundidad, ya lo somos en nuestro Ser, y como " como es arriba es abajo y como es dentro es fuera", en la dualidad hay bellos atisbos del Ser que nos llaman más al despertar. Sin embargo, son solo atisbos…imaginen la belleza y grandeza del Ser que los deja entrever…por lo tanto: ES URGENTE DESPERTAR.
Es cierto que hay que superar muchas resistencias, pero ellas están dentro, en nuestra mente, y se traducen en: hábitos, creencias, costumbres arraigadas, miedos a lo que los demás digan, a perder relaciones, trabajo, etc. Esas traban solo anidan en nuestras psiquis.
El despertar proviene de dentro y no depende de salud, edad, dinero, sexo, ni nada aparente. El Ser convive con esas temporalidades humanas, sean cuales sean.
Es hora de dejar de vivir atolondrados en el juego existencial, penetrar en el silencio y descubrir esa Luz que siempre ha estado allí, y siempre estará.
Por eso cuando leemos o escuchamos reflejos de la Verdad, sentimos que eso ya lo sabíamos desde siempre. Incluso antes de encarnar. Desde siempre…porque la Verdad está fuera del tiempo.
Lo temporal, no es Real, al menos como lo concebimos.
Para escapar de percibirlo como real, hay que soltar el pensamiento como comando, porque en realidad…pensamiento y tiempo son parte de la misma proyección mental.
Nuestra base es el silencio. Nuestro mensajero...la intuición.
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