DONACIÓN AMOROSA

 

DONACIÓN AMOROSA

 

GRACIAS

GRACIASSSS...Por todo vuestro amoroso apoyo tanto presencial como financiero, los que han podido, a través de tantos años. Porque ayuda el que dona dinero...pero ayuda inconmensurablemente quien expande su amor y su Presencia en el Infinito Campo de Conciencia en el que estamos entrelazados♥

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viernes, 31 de enero de 2020

Nada necesario

Buscamos tantas cosas a nivel espiritual hasta ahora…que ya estamos llegando a la conclusión de que la búsqueda entorpece  la realización.

Probamos con tantas “herramientas”…que seguramente ya sentimos que todas o la mayoría de ellas  son innecesarias y hasta un obstáculo. Mantras, meditación, libros, maestros…son herramientas y pueden sernos útiles, pero si las consideramos esenciales, si nos apegamos a ellas o sirven para regodear el ego y mostrar por ejemplo “Mira cuántas horas al día medito”…son en verdad un obstáculo al fluir libre y expansión de la consciencia.

Todos vamos hacia la conciencia amplificada, por el camino que sea, mientras no nos quedemos atrapados en dogmas, exclusividades espirituales, reglas impuestas desde fuera como inquebrantables, y maestros que creen ser el centro de nuestra vida. Podemos  aceptar inspiración y comprender que el Universo, o el Campo, o la Consciencia infinita por algo nos trae esos libros maestros, etc., al camino…pero sabiendo que luego de pulsar nuestros botones  conscientes, son dignos de ser soltados y hasta trascendidos.

Lo que estemos preparados para recibir, desde un corazón y una mente abiertos, sí o sí va a llegar, de cualquier forma y usando cualquier disfraz.

Unos amarán por un tiempo incondicionalmente Un Curso de Milagros, otros las enseñanzas de la No dualidad, el Zen…o cualquier direccionamiento no dogmático para liberarse de siglos de religión formal y caminos pseudoespirituales llenos de  ilusiones, positivismo exagerado, egocentrismo disfrazado de autoestima (primero yo, yo y yo), y corrientes New Age que nos hicieron pasar de lo formal al libertinaje espiritual en el que olvidamos que al ser parte del Uno, ponernos por delante y encima de los demás, es una ilusión, y de las más reñidas con el Amor Incondicional y todo abarcante.

Tener resonancia con un gurú verdadero, es una bendición, pero creer que necesitamos un gurú, es una limitación.

Todo lo que  hay es OCÉANO. La totalidad de lo que ES, el Uno…y siendo olas, tal vez convengamos que no necesitamos que nos enseñen cómo es el Océano, sino SERLO a pesar de nuestra condición de olas.

Todo lo que nos presente la Unicidad, sea Un Curso de Milagros, Advaita, Zen, por nombrar los más despersonalizados a su modo, ya que no podemos aprehender lo impersonal desde lo personal sino con símbolos y palabras que nos acerquen a los símbolos, son maravillosas herramientas, pero solo eso. El mismo Curso de Milagros nos dice que en la REALIDAD el Curso no existe y que hay que soltarlo una vez comprendido lo que enseña, el Zen propone el desapego total  a lo irreal, y ni qué decir del Advaita…así que solo queda  agradecer infinitamente al Campo de Infinitas posibilidades, valga la redundancia, por acercarnos estas herramientas para despertar y despertar y despertar, en un proceso continuo…sin apegarnos a ninguna con fanatismo, a pesar de que resonemos con una u otra. Ninguna es perfecta, porque  en una proyección de la realidad espiritual, como es la vida humana, las enseñanzas también son proyecciones y símbolos de lo REAL, pero no son lo real.

Lo que llamamos Iluminación, simplemente sucede. sucede como parte del funcionamiento del universo.

Todo sucede de ese modo; todo sucede como parte del funcionamiento de la Totalidad.

En esa totalidad, SER tranquilamente sin búsqueda alguna, solo abriéndonos al flujo del Océano, tomando si necesitamos los instrumentos que nos resuenan sin adjudicarles más poder que el de herramientas transitorias, es el camino del no esfuerzo que  nos hace iluminarnos…lo que siempre significa: vivir en el océano sin separación, aun actuando como ola, solo en el momento presente , atentamente y entregados, en aceptación de LO QUE ES.

No hay que darle demasiadas vueltas a la llamada espiritualidad, para vivir en paz.

 

Gracias. Gracias. Gracias

Tahíta.

 

Contención infinita

“Haz simplemente esto: permanece muy quedo y deja a un lado todos los pensamientos acerca de lo que tú eres y de lo que Dios es; todos los conceptos que hayas aprendido acerca del mundo; todas las imágenes que tienes acerca de ti mismo. Vacía tu mente de todo lo que ella piensa que es verdadero o falso, bueno o malo; de todo pensamiento que considere digno, así como de todas las ideas de las que se siente avergonzada. No conserves nada. No traigas contigo ni un solo pensamiento que el pasado te haya enseñado, ni ninguna creencia que, sea cual sea su procedencia, hayas aprendido con anterioridad. Olvídate de este mundo, olvídate de este curso, y con las manos completamente vacías, ve hacia Dios.

~ Un curso de milagros

 

La transformación espiritual nos pide algo que suena bastante simple:  vuélvete y deja ir todo lo que crees saber, incluso lo que crees que eres. Dado que dejar ir tan solo un patrón familiar puede parecer aterrador, la confianza es el músculo espiritual que más necesitamos para permitir una rendición más profunda. 

Se nos invita a relajarnos y no tratar de arreglar, obtener, convertir, mejorar, buscar, juzgar ni  proyectar…nada. 

Simplemente podemos estar quietos, presentes e indefensos con lo que es. 

Cada vez que rendimos humildemente las riendas del control, descubrimos que, como expresó Dante: " La bondad infinita tiene brazos tan anchos que lo contiene todo”. 

En ese sentido hablamos de “contención”… sentir y saber que estamos contenidos en algo infinito y eterno que lo abraza todo…percibir en lo profundo una bondad amorosa que nos ha conocido y amado todos los días de nuestra vida. Esta esta bondad amorosa no tiene límites y no va y viene. No fluctúa, no cambia y es incondicional. Ramana Maharshi se refirió a ella diciendo que “fluye como un río eterno de amor absoluto por debajo de todo". Es por eso que el místico cristiano Julián de Norwich expresaba "todo está bien, todo estará bien y todo tipo de cosas estarán bien”.

Confiar plenamente en que somos parte intrínseca del vasto Océano de conciencia que es amoroso por naturaleza significa el fin de todo miedo y ansiedad. Solo tenemos que abrirnos a esa confianza, a ese Amor, y entregarnos.

Mas hay que tener en cuenta que simplemente afirmar que "todo está bien" no es suficiente cuando nuestro cuerpo-mente todavía lleva recuerdos no digeridos de sentirse solo y separado. Nuestra capacidad de confiar y rendirnos está limitada por las impresiones de nuestra historia personal en la que pudimos haber sido tratados con crueldad, haber experimentado abandono, falta de sintonía, falta de comprensión o apoyo. Estas impresiones sostienen una  sensación de que no hay seguridad, ni bondad amorosa a la que dejar entrar…por eso  existe la posibilidad de cerrarnos. No nos queda otra opción que acercamos pacientemente a nuestro material interno sensible y simplemente permanecer allí: amables, espaciosos y llenos de contacto en cuerpo, corazón y mente. Entonces, las heridas y conclusiones que crean nuestros patrones de temor pueden comenzar a relajarse. 

El amor no fuerza. Ponernos en contacto, perdonar y entregar las heridas y conclusiones a las que llegó nuestro niño interior es un trabajo diario. 

La Contención Infinita proviene de una presencia en la que nos sentimos contactados y completamente imbuidos por un amor sin límites. A diferencia de la asfixia que podríamos haber recibido en nombre del amor en las relaciones humanas, trae consigo un espacio infinito, lo que nos permite relajarnos hasta el núcleo y SER como quiera que seamos.

Al igual que una madre nos abraza dando un espacio para ser como somos, este Campo de Gracia de la Presencia que nos contiene como expresiones humanas de sí misma, nos abraza en un amor incondicional sin principio ni fin.

Todo lo grande y pequeño con lo que lidiamos se olvida en este abrazo.

Todos nuestros aspectos son bienvenidos en ese abrazo…aun los que deseamos esconder.

Todo el miedo y el estrés del pasado son abrigados e invitados a soltarse.

Simplemente podemos  descansar contenidos, estar aquí, donde quiera que estemos, sabiendo que pase lo que pase, esta bondad amorosa siempre es inherente a nuestra propia naturaleza más profunda. Y no importa lo que carguemos…

Podemos soltar todo, y llegar con las manos completamente vacías ante Dios, el Uno.

 

Gracias. Gracias. Gracias

Tahíta

Cuando logro soltar

Tal vez el despertar se reduce a simplemente estar despierto, estar presente, estar verdaderamente vivo, viendo al Uno en todo, viendo belleza en todo, aun en lo menos agradable, viviendo en gratitud y devoción, disfrutando ser la Vida.

Estar sin saber nada, sin  aferrarme a nada, reconociendo desde lo más profundo, no desde el intelecto, que todo está conectado, que lo aparentemente fragmentario es impermanente, que nada persiste, que cada momento es nuevo y único.

Puesto que en realidad no me he apartado nunca de la Fuente, el llamado viaje espiritual es  despertar una y otra vez del trance hipnótico del pensamiento y las creencias e historias a las que he dado vida y que como trama pegajosa me quitan espacio para Ser.

Cuando llegan las tormentas emocionales gestadas por mi pensamiento, siento la voluntad de permitir que el corazón se rompa en esas tormentas y se abra, pudiendo percibir  entonces esas poderosas ganas de controlarlo todo que me  tensan, ganas de defender, de ganar, de tener razón, a de hacer que yo y el mundo y todos en él se comporten en la forma en que creo que todos deberíamos comportarnos.

Y al abrirme y reconocer esas fatuidades egoicas, permito que todas esas estructuras caigan.

Esto que parece tan desafiante es en realidad, fácil.

El desafío es tener la voluntad de dejar ir.

A veces eso lleva un tiempo. Y me enojo, y quiero cambiarlo todo ya, y me juzgo, o juzgo lo que debiera ser…hasta que vuelvo a la cordura…a ese lugar en donde solo permito…aunque esa energía me presione, me pese, me duela por un tiempo.

Cuando al fin logro dejar ir, llega una lluvia plácida de alivio.

Pero hay que ser pacientes, amorosos, tácticos, observadores del propio proceso en donde el soltar  se siente tan “del hogar” que no comprendemos como diantre podemos vivir resistiéndonos a todo, luchando con todo, interna y externamente, que es lo mismo.

Es el momento en que abandono mi pretensión de control, mi creencia, mi opinión, mi decisión, mi concepto, mi idea, mi aferramiento…para hundirme blandamente en el espacio en el que Soy en Dios…es más, siendo ese espacio, siendo parte de dios.

Allí, donde he estado y estoy siempre, siendo Eso que Es.

 

Gracias Gracias. Gracias

 

Tahíta.

 

Abandono de la Búsqueda

Abandono de la Búsqueda- Tahíta


No hace mucho tiempo, vivíamos en un mundo donde no había redes sociales, ni internet, ni computadoras, ni YouTube, ni drones, ni aviones, ni teléfonos, ni televisores, ni radios. , sin medios de comunicación. Hoy, un sinnúmero de maestros , videos, charlas,  escritos y cursos  están disponibles en línea. Podemos pasar días navegando por la red, yendo de un sitio web a otro, llenándonos de información o confundiéndonos en  la trama mental de una u otra enseñanza.

Es genial, en muchos sentidos. Pero puede convertirse fácilmente en algo abrumador, confuso e incluso adictivo. Tenemos tanto para consumir que podemos llegar a no poder digerir ni una centésima parte. Nada realmente. El sistema de comunicación refuerza la inquietud y el descontento que provocan la búsqueda y el tratar de obtener la comprensión, en lugar de ayudarnos a ver realmente por sobre este descontento y relajarnos en la simplicidad de lo que es, aquí y ahora.

Por supuesto, todo esto es también una creencia mental, una historia que  requiere pensamiento, y memoria para evocarlo, así que no lo tomemos demasiado en serio ni lo alimentemos. Nada es realmente un obstáculo, y en realidad no hay nada que obstruir. Pero para darnos cuenta de eso, hay que dejar de correr por un momento. Entonces, después de que termines de leer este artículo, te invito a que te alejes de tu computadora o apagues cualquier dispositivo que estés usando y hagas una pausa.

Durante al menos unos minutos, simplemente estate presente como conciencia, sin hacer nada, simplemente siendo. Un Ser sin esfuerzo e inevitable que siempre eres, Aquí / Ahora  y que lo incluye todo como una unidad sin fisuras e indivisa.

Deja que lo que aparece sea tal como es, sin intentar hacer (o no hacer) nada especial. Respira, escucha los sonidos del tráfico o el canto de los pájaros, siente las sensaciones en el cuerpo. Cada vez que notes que estás absorto en una saga de pensamiento, si puedes, simplemente deja ir los pensamientos y regresa a la experiencia simple y desnuda del momento presente. No estás tratando de lograr nada o resolver algo. Simplemente estás presente como este Aquí / Ahora despierto a lo que sea que aparezca. Puedes notar la amplitud, el alivio, la facilidad sin esfuerzo de simplemente ser. Y si no sientes amplitud y facilidad, si en cambio sientes  ansiedad o inquietud, también está bien. Lo que sea que aparezca, simplemente deja que sea parte de la danza. Nada tiene que ser diferente de cómo es.

No es que la conciencia vacía o la experiencia desnuda sean "mejor" o "más no dual" o más "espiritualmente correcta" que pensar e intentar resolver todo y correr de un sitio web al siguiente en busca de algo que finalmente nos permita relajarnos y sentir  que hemos llegado.

Es simplemente que todo nuestro sufrimiento y confusión surgen del intento de comprender y concebir lo que es inconcebible.

Nos descentramos al buscar fuera de nosotros mismos lo que ya está completamente presente Aquí / Ahora.

La libertad, el alivio, la paz y la completitud  que estamos buscando no están "allá afuera" en alguna parte.

 Están justo aquí en el abandono de la búsqueda.

Si te suena increíble, solo haz una pausa.

¿Puedes sentir el alivio de simplemente estar aquí, sin tratar de resolver nada ni buscar ninguna experiencia especial?

Solo lo que está sucediendo en este momento. Sin búsqueda de respuestas. Simplemente estar.

Solo esto, exactamente como es.

 

Gracias. Gracias. Gracias

 

Tahíta

 

miércoles, 1 de enero de 2020

Nueva oportunidad

Cada vez que enfrentamos lo que llamamos un fin de año y un comienzo de otro, hay una revisión del pasado y un anhelo de cambio y renacer para el nuevo tramo.

Puede ser una oportunidad de despertar…de despertar a lo que Somos, y despertar a seguir interpretando el papel humano CONSCIENTES de la Unidad Espiritual que constituimos.

Este permanecer cada vez más alertas nos ayuda a recordar que es ilusorio el tiempo lineal, ese en el que nacemos y aparentemente avanzamos hacia  “adelante”.  A su vez, ese recordar nos hace no caer en la trampa de lo que suele llamarse…”vivir en modo de espera”.

Esperar algo futuro, idealizado, posiblemente mejor y más brillante, como si el AQUÍ Y AHORA, que es lo único cierto, no fuera suficiente. Por eso la palabra “esperanza” debiera borrarse de nuestro paquete humano. Y es que ESPERANZA…lleva a esperar y eso es un escapismo propiciado por el ego, que se columpia entre el pasado y el futuro tejiendo ilusorias redes ilegítimas y separatistas.

Sería iluminador preguntarnos ¿Qué estamos esperando?

No hay nada que esperar.

Este momento que vivimos está completo…el guion de nuestro personaje está escrito. Solo cómo interpretamos el guion queda por manifestarse en la ilusión del tiempo. Y ante lo efímero del tiempo, no esperar nada y VIVIR el presente es la mejor resolución de un final de ciclo.

Todo lo que necesitamos y ansiamos, está aquí, siempre disponible. En el corazón de nuestra experiencia presente.

Sin escaparnos por la línea del tiempo tejiendo “esperanzas” que son fuegos fatuos, sin historias ni juicios, sin creencias limitantes, sin apegos a conocimientos que hasta  AHORA han llevado el sello de VERDADEROS y ante los cuales podemos abrir un signo de interrogación y hasta un humilde pero poderoso…NO SÉ.

La Vida no espera nada…SOLO ES. No busca completitud…ES UNA.

Es aceptada, amada y abrazada en su misma esencia por el Espíritu en que SOMOS.

Eso significa que a pesar de los calendarios humanos, podemos dejar de huir en el tiempo, perdiéndonos el PRESENTE.

Aun así, desde la temporal dualidad que nos sigue regalando años nuevos, también podemos  no esperar nada, no proponernos nada, saltar fuera de las historias que tejimos y darnos la oportunidad de un nuevo nacimiento…como salir del útero eterno, vacíos y abiertos, para permitir que la Vida Una nos viva INCONDICINALMENTE…como lo que somos AMOR.

Podemos ir más allá de unos deseos de año nuevo y convertirnos en HACEDORES DE MILAGROS

El Milagro que todo lo incluye requiere  soltarnos de las garras de la SEPARATIVIDAD…para percibir desde la Unicidad esencial…LO QUE ES REAL.

 

Gozoso Renacer!

Tahíta