Todo en todo

 

Nosotros, los humanos, parecemos profundamente habituados a buscar una mejor experiencia, un mejor yo, una mejor pareja, una mejor casa, un mejor maestro. Y a veces eso es apropiado. Pero a menudo es solo un viejo patrón adictivo que se repite una y otra vez. La vida es, por naturaleza, insatisfactoria en algunos aspectos: incluye incertidumbre, lo que consideramos errores e imperfecciones y muchas otras cosas que no nos gustan o no queremos.
 
Parecemos profundamente inclinados a creer que “esto no puede ser”, y a buscar algo que imaginamos que sería mejor, alguna resolución concluyente o entendimiento sobre la naturaleza de la realidad que nos dará la paz y la seguridad incuestionables que anhelamos. o algún cambio final, iluminación final o experiencia de despertar que esperamos acabe de forma permanente con la sensación de vulnerabilidad, incertidumbre e insatisfacción que forma parte de la vida humana encarnada.

 Pero, ¿qué pasa si TODO esto, incluida la insatisfacción, la búsqueda y la aparente imperfección, es TODO simplemente las formas infinitamente variadas, siempre cambiantes en las que la realidad aparece momentáneamente, y qué pasa si NINGUNA de ellas es realmente personal? ¿Qué pasa si TODO no es otra cosa que esta presencia consciente luminosa e indivisible, esta experiencia presente? 
 
Es gratificante leer libros, ver vídeos de YouTube, ir a retiros, escuchar charlas, etc., pero al final se trata de explorar y experimentar directamente por nosotros mismos. Nadie puede hacerlo por nosotros. A veces, podemos encontrarnos buscando otro libro espiritual u otro video de la misma manera que podemos buscar una bolsa de papas fritas. En lugar de explorar y ser simplemente la experiencia directa e inmediata a la que apuntan todas las mejores enseñanzas, en lugar de eso, leemos otro libro que la describe. Es como si fuéramos adictos a leer el menú una y otra vez en lugar de comer la comida.
 
Verdaderamente, todo se está desarrollando de la única manera posible.

No podemos equivocarnos. No se puede sacar nada del todo.

Ninguna ola puede decidir ir en una dirección que no sea en la que se mueve el océano, y ninguna ola nunca se separa del océano en movimiento ni es distinta de él. El “yo” que aparentemente podría “equivocarse” (o hacerlo bien) es una especie de apariencia de espejismo intermitente compuesta de imágenes mentales, pensamientos, historias, recuerdos y sensaciones. No tiene sustancia real ni forma persistente, ni interior ni exterior real.
 
El cuerpo en el que este "yo" parece vivir es en sí mismo un proceso en constante cambio inseparable de todo lo que supuestamente no es ese cuerpo (aire, luz solar, tierra, todos los demás, el universo entero, la conciencia). Experimentalmente, “el cuerpo” son sensaciones en constante cambio (sensaciones, colores, formas, sonidos, sentimientos, pensamientos). La palabra “cuerpo” sugiere una “cosa” sólida y delineada en un mundo de otras “cosas” separadas.

Pero la realidad de esta experiencia presente es continua, ilimitada e indivisible. 
 
Las polaridades, los contrastes y las dualidades son un aspecto innegable de esta manifestación, pero los límites entre ellos son porosos y, en última instancia, imposibles de encontrar.

¿En qué parte de este experimentar presente el interior se convierte en exterior?

¿Dónde la conciencia se convierte en apariencia?

No podemos negar la noche y el día, o tú y yo, pero en realidad no podemos encontrar líneas divisorias sólidas.
 
Cuando la mente pensante trata de resolverlo todo, aparece la confusión. Pero aquí mismo, ahora mismo nada es confuso en absoluto.

Los sonidos del tráfico, el sabor del té, el piar de los pájaros, las sensaciones de la respiración, la lectura de estas palabras, los pensamientos que surgen y se disuelven: son un acontecimiento completo, un momento en la eternidad.

Sólo esto, tal como es.

 Y TODO está incluido. 

 

Gracias. Gracias. Gracias
 

 

El fin de la esperanza.

 

 

Cuando buscaba y anhelaba respuestas y un lugar de descanso permanente, sí creía que era necesaria una práctica.

Medité por un tiempo e hice varias prácticas y terapias de sanación energética.

En ese momento sentí que estaba obteniendo algún beneficio de ello. Sentí que estaba viendo a través de más de 'mis asuntos pendientes'. Las viejas creencias y suposiciones se revelaron por lo que eran y vi a través de ellas. Se descubrieron y examiné capas de dolor y miedo. Había más y más que dejar ir. Sentarme quieta y simplemente presenciar los desvaríos del pensamiento sin reaccionar se convirtió en una práctica constante. También tuve muchas, lo que se podría llamar, 'experiencias espirituales' o 'vislumbres',

Nunca me interesó ninguna meta elevada como la iluminación. Solo tenía una profunda sensación de anhelo y una mente que no descansaría hasta llegar al fondo de todo. Este anhelo me llevó a hacer un gran esfuerzo para tratar de aliviar el dolor. Sin embargo, cada vez que comenzaba a practicar alguna técnica, aunque se sentía bien que me estaba esforzando activamente, después de un tiempo comenzaba a sentirme frustrada. Mi mente quería resultados obvios en un camino donde parecía no haber final a la vista.

Mi mente nunca se callaría.

Solo me decía que tal vez no me esforcé lo suficiente o fui demasiado indisciplinada, pero la verdad es que nunca creí que la respuesta estuviera en esforzarme tanto. Siempre tuve la sensación de que era simple. El anhelo y la curiosidad me llevaron a probar muchas técnicas y prácticas diferentes, y cada vez entendí rápidamente el punto y seguí adelante, o me di cuenta de que esto solo iba a crear otra experiencia de ensueño que se desvanecería nuevamente después de un tiempo. Cada vez más pude discernir por mí misma que estas prácticas no proporcionaban ningún descanso o alivio permanente.

Siento que crecí y aprendí mucho de esa época. Descubrí mucho sobre quién pensaba que era. Aprendí a abrirme a la gente, a decir lo que sentía que era verdad ya expresar mis sentimientos. Sin embargo, lo principal que aprendí durante este tiempo fue cuán poco confiable es el pensamiento. Observé la naturaleza del pensamiento y me di cuenta de que nunca puede encontrar lo que realmente estaba buscando.

Tratar de mejorarme a mí misma era como una auto obsesión. ¿Cuáles son mis problemas? ¿Por qué soy como soy? Estaba caminando en una burbuja de 'pobre de mí'. Era un círculo vicioso porque cualquier técnica o tratar de salir de él solo reforzaba que yo era alguien en una burbuja separada con mis problemas. Cada capa de condicionamiento o creencia que fue vista, fue reclamada como mía. Cada vez que tenía algún tipo de percepción o vislumbre, el pensamiento suponía que ahora era un estado permanente …y nada lo es

Fue solo a través de cuestionar una vez por todas, 'quién' está practicando o incluso quién necesita practicar, que podría decir que descubrí que el lugar de descanso que había estado buscando, estaba y siempre había estado aquí. Pero el problema era que no era un lugar o cualquier tipo de experiencia a que pudiera agarrar y poner una etiqueta para 'mí'.

Reconocer realmente que cada experiencia va y viene en lo que soy fue perder cada experiencia, morir. Ver que toda la burbuja de 'yo' estaba completamente inventada, significaba que 'yo' nunca iba a encontrar el lugar de descanso permanente o el alivio de todo ese dolor. ¡Qué decepción para el 'yo'! Me enfrenté a la realidad de que así son las cosas, le guste o no al pensamiento.

La práctica es una forma de evitar sentir la realidad de lo que es, lo que muchas veces puede resultar incómodo. Si siento dolor o ansiedad, el pensamiento intentará hacer cualquier cosa para arreglarlo, cambiarlo, simplemente 'presenciarlo' o practicar cualquier cosa que tenga como objetivo hacer que desaparezca. Pero al ver la inutilidad del pensamiento y que no hay nadie aquí que necesite que la experiencia sea diferente, todo lo que queda es la sensación dolorosa, cruda, real. No hay escapatoria de ello tal como es. Esta es la realidad y todos los intentos y esperanzas no pueden hacer nada al respecto. Una sensación de anhelo o la sensación de que falta algo puede ser muy dolorosa, pero así son las cosas.

Este mensaje es un mensaje de no más esperanza. Pero no se limiten a creer lo que estoy diciendo. Necesitan descubrir esto por sí mismos. Prueben todo. Hagan todo el esfuerzo que puedan para mejorar su vida. No dejen ninguna piedra sin remover. Asegúrense de no tener ninguna duda de que, si se hubieran esforzado más o meditado más tiempo, eso los habría llevado a alguna parte. No se limiten a creer o estar de acuerdo con palabras y conceptos no duales.

Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que no parecía tener la madurez en ese momento para realmente hacer la pregunta '¿quién soy yo?' y enfrentar la verdad a la que apunta esa pregunta. Tuve que practicar y esforzarme al máximo para tratar de satisfacer ese profundo anhelo. Tuve que probarlo todo para ver por mí misma que no era el camino y que no contenía todas las respuestas. Si alguien me hubiera dicho que toda esa práctica y esfuerzo era solo una pérdida de tiempo, no le hubiera creído. Necesitaba hacerlo. Necesitaba explorar y tener esas experiencias y conocimientos por mí misma para poder experimentar el no encontrar la respuesta en cada práctica.

No estoy sugiriendo que no practiquen si creen que es necesario. Mientras sientan que es necesario, entonces es necesario.

 Pero si están listos para perder toda esperanza y ver que no hay escape de la realidad, entonces deténganse y pregúntense quién necesita de prácticas.

Solo el ego las necesita…y ese temporal yo…es el que crea los problemas que al final demandan tantos años de práctica que podemos soltar cuando llegamos a cierta comprensión.

 

Gracias. Gracias. Gracias