Todos nos esforzamos por escuchar nuestra voz interior. Pero a veces hay mucha interferencia. Las señales se confunden o son, incluso, contradictorias. Nos sentimos inseguros como para confiar.
. ¿Cómo podemos integrar y unificar los mensajes? Consideremos los aspectos de nuestro ser: emocional, mental, espiritual y físico.
Cuando escuchas a tu corazón humano, emocional, ¿qué escuchas? Si eres afortunado, habrás experimentado la profundidad del Amor. Tal vez también el deseo que te empuja hacia la tentación. O la fuerza del amor incondicional, ya sea hacia un compañero, un amigo, o incluso una mascota. Tu corazón te habla de intimidad, de conexión, de cuidar. (Hago la acotación de que es el corazón emocional o lo que llamamos cuerpo emocional, no el Corazón como centro de las Energías del Espíritu)-
Concéntrate en tu mente. ¿Con qué frecuencia has sentido dudas y confusión al estar frustrado o pesimista? ¿Captaste la claridad aguda que viene con un conocimiento cierto o la comprensión que te ayudaría a resolver algunos problemas espinosos…
Tu mente te habla de visión, de imaginación, de creatividad.
Tu Espíritu es el aspecto de ti que anhela entender su propósito en el Gran diseño, en la trama de la Vida. El ámbito del Espíritu es una profunda aspiración por descifrar… más allá de lo mental.
Tu Espíritu te habla de tu Propósito, de tu Divinidad, de tu naturaleza esencial.
Y a través de todas estas piezas interactuando, vives…mas si observas el contenido de lo que llega, sabrás si procede de las emociones, de la mente o del Espíritu.
Cuando nos volvemos en silencio a la tarea, comenzamos a diferenciar claramente las voces, mas como tenemos libre albedrío, usando nuestra mente superior aún nos queda…
ABRIRNOS INTERNAMENTE…DAR EL PERMISO PARA QUE LLEGUE LA GUÍA.
Podemos hacerlo en tan sólo unos minutos, si estamos dispuestos a permanecer lo suficientemente aquietados como para escuchar la Voz interior.
La seguridad de que siempre estamos conectados y la confianza en que podemos llegar a auto-conocernos… es la clave.
Podemos aprender todo lo necesario para convertirnos en nuestro propio maestro, si logramos:
* Conocer a nuestro corazón...ACEPTARLE Y SANARLE.
* Escuchar a la mente…CON CUIDADO Y ATENCIÓN…PERO…
* CONFIAR SOLO EN NUESTRO ESPÍRITU.
No temamos poner amplificadores a nuestra Voz interior.
Vivamos con mayor conciencia e intención. …
Iluminemos nuestro espejo psíquico y…
APRENDAMOS A SENTIRNOS Y RECONOCERNOS COMO CANALES DEL ESPÍRITU!
Esto allana el camino y aligera las cargas ocasionales.
DE MI CORAZÓN AL SUYO…CONSERVO SIEMPRE TENDIDO UN PUENTE DE AMOR FRATERNAL!
Su Hermana Tahíta-
No hay comentarios:
Publicar un comentario