Muchas personas tienen la sensación de que
están demasiado ocupadas o distraídas en su vida diaria.
¿Qué hay al otro lado de eso? Si una persona
practica la meditación con regularidad, ¿desaparecen esos sentimientos?
Hay muchas meditaciones que pueden ser muy útiles. La
meditación de atención plena puede ayudarnos a evitar estar inmersos en le
charla mental. El cultivo de la bondad amorosa puede producir una dulzura
y un sentido de cuidado y bondad en el corazón. Pero cualquiera que sea el
método que estemos aplicando, es probable que la practiquemos durante un
pequeño porcentaje de nuestro día en general.
Entonces, si bien los métodos en sí mismos pueden ser útiles,
lo que es más importante, en realidad, no es cuánto tiempo pasamos meditando o
qué método o técnica usamos, sino más bien, es la calidad de la mente que
mantenemos durante la mayor parte del día. Y para la mayoría de
las personas, los estudios psicológicos lo muestran muy claramente que pasamos
la mayoría del tiempo distraídos en la charla mental o lo que se denomina “rumiando”,
lo que es agotador y no tiene ningún valor.
Podemos convertir eso en algo que no sea agotador y sea
productivo.
Pero esto requiere más que simplemente hacer una técnica
aquí y allá.
El tiempo que dedicamos a la meditación es el tiempo de
sembrar las semillas, por así decirlo. Pero necesitan ser nutridas, cubiertas
con mantillo y regadas a lo largo del día para generar un cambio significativo.
Vivimos vidas tan aceleradas, por lo que lo primero que
debemos hacer es cultivar una sensación de tranquilidad, porque
estamos caminando crónica y habitualmente con una cantidad excesiva de tensión y
estrés en el cuerpo y la mente por lo que podemos aprender a relajarnos,
liberar la tensión del cuerpo y dejar que la respiración fluya sin obstáculos a
lo largo del día, no solo durante 15 minutos cuando estamos meditando, sino
también de manera constante, intervalo tras intervalo.
Es lo que muchos
maestros han querido decirnos cuando afirman “Cuando puedas…detente”.
Cuando no haya nada en lo que necesitemos pensar, entonces
liberemos el pensamiento y volvamos directamente al momento presente permaneciendo
muy atentos, conscientes y perspicaces.
Y seguimos volviendo a esos 30 segundos aquí, un minuto
allá, 20 segundos aquí, 2 minutos allá, a lo largo del día. A eso es lo que
llamo “gotas de presencia en el día”.
Sin embargo…hay tareas que como humanos asumimos, solo que
tenemos que determinar cuáles de ellas son realmente necesarias o productivas y
cuales podemos soltar para estar más aliviados mental y físicamente y facilitar
momentos de conciencia y presencia.
Todos queremos ser productivos, aunque algunos de nosotros
deberíamos serlo menos.
Si lo que tenemos en
mente no es útil para nadie, excepto quizás para nosotros mismos y para nuestro
propio bolsillo, entonces habría que considerar si esas acciones son
significativas.
En cuanto a evaluar si nuestra actividad en el mundo merece
la pena, centrémonos en primer lugar en la motivación. ¿Estamos trabajando en
una tarea que, desde otras perspectivas, podría parecer completamente mundana y
ser simplemente una forma de ganarse la vida?
Digamos, por ejemplo,
que estamos parados detrás de una caja registradora en un supermercado tomando el
dinero de la gente y dándoles el vuelto y así sucesivamente. Podría decirse:
"Bueno, esa es una forma de ganarse la vida, pero es algo bastante
vacío". Si la motivación de uno está vacía, entonces lo es. La
motivación lo es todo. Si traes bondad amorosa a aquellos con los que
te relacionas, entonces cualquier tarea en realidad puede ser muy
significativa. No porque lo estés haciendo de una manera diferente, lo estás
vendiendo más rápido o más lento o algo por el estilo, sino porque tu
motivación puede cambiarlo todo.
La siguiente pregunta, por supuesto, es evaluar si lo que
hacemos con nuestra motivación está funcionando.
¿Es esto realmente algo que vale la pena hacer?
Primero, ¿qué está haciendo esto por mí mismo? ¿Veo que estoy
madurando y creciendo, que las cualidades que valoro se están nutriendo a
medida que pasan los días, las semanas y los meses? Si es así, entonces esta es
una actividad internamente significativa y autodirigida.
Por otro lado, miremos el impacto. Observemos cómo estamos
influyendo en los que nos rodean. Si vemos que hay algún beneficio allí, que
estamos resolviendo problemas para las personas, entonces eso es algo
maravilloso. Si estamos ayudando a las personas que nos rodean a encontrar lo
que buscan en términos de su felicidad, es significativo. Estamos teniendo un
impacto en el mundo y ayudando a resolver problemas, aliviando el sufrimiento y
la angustia.
Eso no tiene que ser a gran escala. No tiene que ser algo
que llame mucho la atención. Puede ser en formas muy pequeñas. Pero con tantos millones
de nosotros en este planeta, si, en nuestras pequeñas formas, estamos
contribuyendo al bienestar de quienes nos rodean y ayudando a aliviar el
sufrimiento, entonces eso es ciertamente significativo.
Fuera de esta evaluación, podemos afirmar que discernir
la actitud con la que hacemos las cosas, expande consciencia y nos abre
al Amor. Discernir si lo que hacemos es significativo, nos empodera para ello y
nos da valor para dejar lo que no hace diferencia ni para vosotros ni para el
resto.
Y por sobre todas las cosas: recordemos salpicar
gotas de conciencia, cada tanto durante el día en todo lo que estemos haciendo…porque
consciencia es Presencia…y Presencia es SER.
Gracias. Gracias. Gracias
Valioso y profundo mensaje. GRACIASSS Amada Tahita por tu hermoso compartir!!!!
ResponderEliminarMuy hermoso!
ResponderEliminarBellísimo!!
ResponderEliminar