Sea lo que sea que contenga el momento presente,
acéptalo como si lo hubieras elegido.
Colabora con él, no contra él”.
Eckhart Tolle
Suena bien. Parece posible. Entonces sucede algo
molesto, y todo ese pensamiento de fluir con la vida sale volando por la
ventana, y estamos de vuelta, atrapados en la resistencia y el sufrimiento,
luchando por resolver las cosas, tensionados.
¿Por qué? ¿Por qué no puede ser más fácil aceptar
las cosas tal como son?
Porque, tal vez, se siente muy peligroso
hacerlo. Una parte muy primaria de nuestras mentes supone que la
aceptación automáticamente significa no-acción, resignación. La falta de
acción nos suena a que nada se soluciona, y que nada se arreglará en última
instancia. Significa que estaremos peor, inmersos en el dolor o la
desesperanza.
Preferimos sufrir un poco y sobrevivir, que parar y
aceptar y arriesgarnos a ponernos en una peor posición.
Entonces la pregunta es, ¿cuál es la forma más
efectiva de vivir? ¿Cuál es la forma más efectiva de resolver
problemas? ¿Es la resistencia o es la aceptación?
La resistencia funciona en cierto grado. Si no
funcionara, al menos un poco, no nos resistiríamos a la vida ni a los
demás. Si estamos enojados con alguien, podemos gritarle y hacer que
cumpla con lo que queremos. Si alguien está molesto por algo, el malestar
puede ser una fuerza motivadora para la acción.
Debido a que funciona un poco, y es cómo nos han
programado para funcionar, comenzamos a creer que la resistencia interna a la
vida es la única forma de encontrar cualquier acción que pueda mejorar las
cosas.
¿Es verdad?
¿Alguna vez has estado en una situación de emergencia,
donde tuviste que actuar sin pensar?
En esos casos actuamos rápida y automáticamente, sin pensar.
Si al cerrar la puerta de nuestro auto un amigo o hijo se agarra un dedo
con ella, no podemos darnos el lujo deponernos a pensar: "Oh, no, está
sufriendo", o "Oh, no, ¿por qué pasan cosas como estas?" O
incluso "Oh, no, manchará de sangre todo mi auto". En cambio, la
inteligencia del cuerpo toma el control, bloqueando al yo personal
que generalmente está lleno de opiniones. Actúas rápido, pero no sentiste que
hiciste nada. Actuó por ti.
Eso es lo que sucede cuando no estamos atrapados en la
resistencia.
La aceptación no significa "Acepto que la vida es así
para siempre, y me desconecto del universo para tomar cualquier acción".
No. Esto es lo que nuestras mentes tienden a pensar que la aceptación debe ser.
Realmente, la aceptación es ALINEAMIENTO. Se está
alineado completamente con la situación, de modo que es casi como si la
situación nos usara para corregir las cosas. Pero ni siquiera lo
intentamos, simplemente nos movemos en la acción correcta y necesaria. De ahí
el dicho…DÉJATE VIVIR POR LA VIDA…o sea, deja de resistirte y permite que todo
se solucione desde una perspectiva superior.
En algunas ocasiones, la acción puede que ni siquiera
sea necesaria; algo más sucede fuera nuestro para ayudarnos. En otras
ocasiones, literalmente, no hay nada que podamos hacer, y la cordura que surge
de la falta de resistencia nos muestra que no importa cuánto nos estresemos, el
estrés no producirá ninguna acción fructífera.
La acción fructífera tiende a venir de la
claridad. Piensa en las personas más inteligentes que hayas conocido o
conoces. Cuando están en su mejor momento, ¿se están
preocupando? ¿Están resistiendo? ¿Están diciendo "ay de
mí"? Por lo general, tienen una actitud de decir más "Sí"
hacia la vida.
"¿Hay un problema? De acuerdo,
arreglémoslo”. Rara vez escuchas a una persona muy eficaz decir:" Oh, no,
no tiene arreglo"
La vida es agotadora cuando siempre interponemos un "No"…un
bloqueo, una resistencia al flujo de la vida. Después de un tiempo, de
constantes "No" a los desafíos inevitables de la
vida, ésta se convertirá en una pesada carga, una carga terrible.
Si comenzamos a decir "Sí"
a las cosas, primero experimentando para ver si funciona, pronto veremos que el
"Sí" no solo hace las cosas más agradables, sino que activa una
inteligencia mayor, potente, ilimitada, dentro de nosotros, que actúa
automáticamente siempre que sea necesario. . Ahora no depende tanto de
nosotros, personalmente. Simplemente sucede, sin esfuerzo.
Es la Vida Una, el Todo, el Campo, Maestro Interior o como
quieras llamarlo, al que permites, con la aceptación, que no es inercia, poner
todo en su lugar.
Vale la pena permitirnos experimentar ese poder
del “Sí” en lugar de resistirnos, porque resistirnos,
aunque al principio pueda parecer que funciona, no solo nos agota, sino que
impide que nuestro poder interior actúe.
Alguien una vez me dijo…”La palabra preferida del ego
es “No”…la palabra que el Universo ama y utiliza es “Sí”
Digamos "Sí" a este momento y veamos lo que sucede.
Y… ¡Las Bendiciones siguen fluyendo!
Tahíta
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