Muchos están diciendo que los terremotos y huracanes actuales son señales del Apocalipsis...
...otros están seguros que es la tierra quejándose...
...otros que la Tierra se acomoda luego de "activaciones" energéticas, portales dimensionales, etc.
...otros que son consecuencia del uso de armas de manipulación del clima...
...otros que es el castigo de Dios...
...y así muchas otras explicaciones del porqué de esa situación.
Ninguna de esas verdades es más aceptable que la otra.
Son solo maneras en que la mente humana busca darle sentido a la situación.
La pregunta verdaderamente importante es:
¿Qué puedo aprender yo de esto?
Todo el tiempo vivimos en medio de terremotos y huracanes en nuestra vida humana, en nuestra mente, emociones y cuerpos.
Y nos contentamos con encontrarle una justificación, una excusa o explicación a lo que nos pasa...para luego seguir esperando el próximo terremoto o quedar a merced del próximo huracán. Interno, externo...es lo mismo dentro que fuera...es la proyección que hacemos.
Parecemos un objeto a merced del clima...sin embargo, somos los hacedores del clima de alguna manera.El clima nos refleja.
Aún así, actuamos como efecto, como víctimas permitiendo que los vientos del huracán nos lancen contra cada cosa que encontramos al paso lastimándonos.
Pero si nos ubicamos en el centro, en el ojo del huracán veremos que allí todo es quietud y calma.
El ojo del huracán es el único lugar donde todo está en quietud y sin embargo desde allí surge todo el movimiento.
Desde allí somos OBSERVADORES Y CREADORES.
Es hora ya de recuperar nuestro posicionamiento en el centro, la quietud, el lugar desde el que hemos creado todo este caos aparente, proyectado desde lo que no somos.
Vuelve al ojo del huracán que eres.
En el Uno.
Tahíta
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